El CICR teme que el conflicto de Malí se propague

El conflicto de Malí ha generado muchos desplazados. Keystone

La guerra de Malí podría desencadenar conflictos en los países vecinos, así como una avalancha de refugiados cruzando las fronteras e intensificar las tensiones, afirma Peter Maurer, presidente del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR).

La región subsahariana ha sido testigo de un repentino incremento de su arsenal armado y de una exacerbación de la tensión política detonada por la primavera árabe, que tuvo su origen en el norte de África hace dos años. Hoy, países como Nigeria, Mauritania, Burkina Faso y Níger también están en riesgo.

Peter Maurer, que asiste al Foro Económico Mundial (WEF por sus siglas en inglés) de Davos, también habla a swissinfo.ch sobre la situación que vive Siria.

swissinfo.ch: En 2010, la primavera árabe se vio como una señal de que estaban por venir tiempos mejores para esta región. ¿Le preocupa hoy que la situación se esté tornando inmanejable?

Peter Maurer: Para nadie es nuevo que los cambios no han seguido un patrón positivo todo el tiempo y que también han acarreado problemas. La transformación política y los vacíos del poder también son generadores de conflictos y tensión.

Los problemas relacionados con la primavera árabe emergieron en países como Libia y en toda la región subsahariana. Hoy esta zona se está llenando de armas y siguen surgiendo conflictos, lo que genera una gran preocupación.

El CICR, en particular, deberá destinar más tiempo, energía y recursos a esta zona durante el presente año, porque creemos que se producirán nuevos conflictos.

swissinfo.ch: Actualmente presenciamos los enfrentamientos de Malí. ¿Qué otros países le preocupan?

P.M.: Países vulnerables como Níger, Mauritania, Burkina Faso y Nigeria están expuestos a las consecuencias directas de los desplazamientos (de refugiados) provenientes de Malí. Por ello anticipamos que encararemos nuevos conflictos, de un tipo o de otro.

swissinfo.ch: ¿Podría describir la situación que existe actualmente sobre el terreno en Mali?

P.M.: Es muy difícil decir cómo evolucionará el conflicto de este país. Algunos combatientes parecen simplemente haber desaparecido en el desierto. Pero no sabemos si habrá más batallas importantes.

Nuestro equipo está desplegado en Mopti y otras regiones, e intentamos desplazarnos a todas las zonas donde tienen lugar enfrentamientos. Muchas personas se han mudado por la creciente violencia, pero la información disponible no permite hablar de desplazamientos masivos. También observamos la llegada de heridos, pero nuevamente, no en grandes cantidades.

swissinfo.ch: Siria es otro ‘foco rojo’ para el CICR. ¿Cuál es la situación actual de este país?

P.M.: Estamos frente a la expansión del conflicto y de la violencia armada. Observamos una crisis humanitaria cada vez más profunda, y necesidades inmensas que emergen entre la población a dondequiera que vayamos.

A mediados del año pasado, el conflicto aún era de carácter esporádico. Hoy está mucho más extendido. Vemos grupos armados que defienden intereses étnicos y religiosos que se han apartado de las líneas que provocaron el estallido original.

El año pasado pudimos conseguir agua potable para alrededor de 15 millones de sirios y distribuimos comida a unos 3 millones de personas. Pero hay mucho más por hacer, solo que la situación actual, en términos de seguridad, no nos permite el acceso necesario a la gente.

swisinfo.ch: ¿Qué historias positivas ha atestiguado el CICR desde que inició la primavera árabe?

P.M.: También las hay, hemos visto una gran cantidad de noticias positivas. Por ejemplo, nos animan enormemente los avances de Túnez. Pero nuestro trabajo no termina cuando un proceso de transformación democrática está en marcha.

Por ejemplo, repentinamente tuvimos acceso a las prisiones libias, y ahí hemos puesto en marcha un gran operativo para mejorar las condiciones en las que viven los reclusos. Es un trabajo distinto al que hacíamos antes, pero tiene también connotaciones muy positivas para nosotros.

Es una moneda con doble faz: una reformulación de lo que ofrecemos, más que el fin de nuestro trabajo.

(Traducción: Andrea Ornelas)