Elecciones en Suiza: Hecho histórico y statu quo
Como preveían los analista, el Partido Socialista y el Partido Liberal-Radical (PLR / derecha) mantuvieron su puesto en el gobierno durante el proceso de elecciones de dos nuevos ministros. A un año de las elecciones federales, los partidos declinaron una redistribución de las cartas.
Empero, la elección el miércoles 22 de septiembre marca una página en la Historia del país: por primera vez, las mujeres forman mayoría en el gabinete. En el mundo, los gobiernos con mayoría femenina se cuentan con los dedos de una sola mano.
Que Suiza forme parte ahora de esos países es de subrayarse, sobre todo si se toma en cuenta que fue la última democracia occidental que concedió a las mujeres el derecho a votar y a ser electas (1971).
Una página quedó atrás. Si durante años el tema de la representación de las mujeres estuvo en el centro de diversas elecciones en el gobierno, el “tabú” de la mayoría femenina cayó, lo que cierra una lenta evolución de las costumbres iniciada en 1971.
La elección de la socialista Simonetta Sommaruga y el liberal – radical Johann Schneider-Amman, sucesores de los ministros dimitentes, Moritz Leuenberger y Hans-Rudolf Merz, permitió ese giro histórico; sin embargo, el proceso mantuvo el statu quo en cuanto a la representación de los partidos en el seno del Ejecutivo.
Elección de la estabilidad
No se esperaba una “revolución” de palacio en esta elección. Y no tuvo lugar. Socialistas y liberales-radicales, que representan respectivamente la segunda y la tercera fuerzas políticas del país, mantuvieron fácilmente su puesto en el gabinete.
Los Verdes y la Unión Democrática del Centro (UDC / derecha conservadora) trataron de cambiar las cosas, pero sin éxito. El fracaso de los ecologistas es patente. Todavía poco conocida bajo la cúpula federal, su candidata no despertó muchas ilusiones.
El candidato de la UDC registró en cambio un buen éxito en materia de estima. Evidentemente, la idea que los parlamentarios acepten atribuir una tercera plaza a la derecha conservadora – porque para ellos la ministra Eveline Widmer-Schlumpf representa esa institución política, a pesar de su evicción- era totalmente ilusoria.
El candidato de la UDC logró sin embargo atraer votos fuera de su propio campo y obtener buenos resultados. Impidió así un mano a mano final entre las dos candidatas socialistas y los dos candidatos liberales-radicales.
Plazas bien cimentadas
Con esta doble elección, socialistas y liberales-radicales “cimientan” su segunda plaza gubernamental y se ponen a cubierto de eventuales consecuencias de una sorpresa negativa en las elecciones federales del otoño de 2011.
En efecto, en el sistema político suizo, salvo algún escándalo, los ministros mismos deciden el momento de su retiro. Y esto puede durar mucho tiempo, como lo mostró el socialista Moritz Leuenberger que habrá pasado más de 15 años en el poder.
Si no, la única posibilidad de modificar la composición del gobierno se presenta durante la primera sesión parlamentaria luego de las elecciones, cuando los ministros deben ser reconfirmados en su puesto. Pero estos cambios son rarísimos. En el curso de las últimas décadas, el caso se presentó sólo una sola vez, cuando el Partido Demócrata Cristiano (PDC / centro derecho) debió ceder un sitio a la UDC.
En opiniones difundidas por emisoras de radio y televisión, algunos parlamentarios han deplorado esa manera de proceder, y se han manifestado por un sistema en el que todo el equipo gubernamental sea designado tras conocerse los resultados de las elecciones y cumpla su mandato durante toda la legislatura.
Muerte de la cláusula cantonal
Ya a principios de los años 1990, los ciudadanos habían aceptado revocar la cláusula constitucional que prohibía a un cantón disponer de dos ministros al mismo tiempo. Sin embargo, esta regla seguía en las mentes.
La elección del miércoles muestra que allí también se dobló una página. Los parlamentarios no rechazaron la idea de elegir a dos ministros nacidos en el cantón de Berna.
Por cierto, ya en dos ocasiones el gobierno había integrado a dos ministros de Zúrich en su seno. Pero faltaba ver si lo concedido al cantón más poblado y más económicamente desarrollado del país también podía ser dado a otro cantón. Así fue.
Personas competentes
En cuanto a la personalidad de los candidatos mismos, analistas y políticos subrayaron en reiteradas ocasiones el hecho de que socialistas y liberales-radicales presentaron en esta elección personas competentes que han dado prueba de su experiencia tanto al nivel cantonal como federal.
Posiblemente un poco más discreto en el plan político, el nuevo ministro radical ha mostrado su habilidad como capitán de industria, una calidad muy apreciada generalmente en Suiza.
Entrevistado por swissinfo.ch, el politólogo Marco Balsiger confirma esta impresión. “El Partido Socialista y el Partido Liberal-Radical llevaron durante varios meses un proceso muy profesional y muy transparente de selección. Confirmaron que cuentan con algunas personalidades muy buenas en sus filas”.
Así pues, los dos nuevos ministros empezarán sus funciones con un alto capital de confianza. Habrá que ver ahora qué harán en la práctica y, sobre todo, si esta suma de competencias personales bastará para crear un espíritu de equipo en el seno del colegio gubernamental, algo que faltó a veces en los últimos meses.
Marco Balsiger piensa que será el caso. “Soy optimista”, declara el politólogo. “Los dos nuevos ministros tienen el potencial para reforzar la colegialidad del gobierno. Son reconocidos como figuras integradoras que no ponen en primer plano su personalidad”.
Por primera vez en su historia, 40 años después del reconocimiento del voto a la mujer en Suiza, el Gobierno tiene una mayoría de mujeres entre los siete miembros del Consejo Federal, el gabinete ministerial.
La corresponsal de la BBC en Suiza, Imogen Foulkes, explica que tradicionalmente la mujer ha tenido un papel limitado en la vida pública suiza, y no se le concedió el voto a nivel federal hasta 1971.
De hecho, el último cantón en reconocer localmente el derecho al sufragio femenino no lo hizo hasta 1990.
La primera integrante del gabinete ministerial fue electa en 1984 y sólo seis mujeres han sido ministras, añade la periodista.
Retos
A pesar de la noticia y según la corresponsal de la BBC en Suiza, el país tiene todavía grandes retos que superar en cuanto a igualdad de géneros.
Las mujeres tienden a percibir un salario inferior a los hombres y el gobierno invierte menos de una tercera parte de lo que recomienda UNICEF en atención infantil.
En cuanto a licencia y beneficios de maternidad, Suiza es uno de los países menos generosos en Europa, recuerda la cadena británica.
Los miembros del gabinete son nombrados por sus partidos. Estos son elegidos en una sesión conjunta de las dos cámaras del Parlamento.
El voto es secreto.
Los siete miembros del gabinete deben ser confirmados en sus cargos cada cuatro años a raíz de las elecciones parlamentarias. Las siguientes son en octubre de 2011.
El gobierno suizo se compone de un gabinete formado por siete miembros.
No hay primer ministro.
La posición de presidente rota entre los ministros de gabinete cada año.
El gabinete debe reflejar la diversidad política, cultural y lingüística del país.
Durante 50 años los puestos del gabinete se repartieron entre los cuatro principales partidos -los radicales, los demócrata-cristianos, los socialdemócratas y la UDC- en virtud de un acuerdo informal.
El sistema se conoce como la fórmula mágica se vio alterado en 2003.
Un principio fundamental del gabinete multipartidista es la necesidad de llegar a un consenso y las decisiones se toman colectivamente.
Traducción y adaptación, Marcela Águila Rubín
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