¿En lucha por una vida digna o por mantener la vida?
Laborar para una empresa suiza en el país con mayor número de crímenes de sindicalistas no conjura el riesgo. Una docena de empleados de Nestlé fueron asesinados entre 1986 y 2009 en Colombia, y paramilitares lanzan nuevas amenazas de muerte.
Alfonso Barón, vicepresidente del Sindicato Nacional de Trabajadores del Sistema Agroalimentario (Sinaltrainal) viajó a la Confederación para denunciar la ofensiva contra sus agremiados.
“Las trasnacionales nos han declarado la guerra”, lamentó en entrevista con swissinfo.ch este trabajador de Nestlé. “Colombia posee muchas riquezas naturales que desafortunadamente no nos pertenecen. Pero se ha demostrado que donde hay riquezas, hay trasnacionales y donde hay trasnacionales, hay grupos paramilitares y, por ende, hay violencia”.
Para muestra:
“…También queremos darle una respuesta a todos esos guerrilleros HP que están escondidos en Sinaltrainal y aquellos trabajadores que laboran en la Nestlé y otros que han renunciado los tenemos en la mira y sabemos donde están…”, reza el texto de un pasquín que apareció el 22 de septiembre de 2010 en el Municipio de Bugalagrande, Valle del Cauca (suroeste de Colombia).
Poco después, el día 25, los vecinos de la misma población encontraron un nuevo panfleto, firmado por la misma agrupación paramilitar:
“… las águilas negras o el frente de Guerra Occidental que opera en el departamento del Valle del Cauca, hoy más fortalecidas que nunca empiezan su operación limpieza, contra esos dirigentes sindicales y ex sindicalistas hijueputas, polo democrático y a esos mariguaneros viciosos”…
En algún otro lugar, semejantes textos, tan malos en la forma como en el fondo, pasarían desapercibidos o moverían a hilaridad. No así en Colombia, donde los líderes obreros son el blanco constante de toda suerte de formas de violencia: secuestros, tortura, asesinatos (más de 4 mil en los últimos 20 años).
Nestlé contactó a las autoridades
“Cuando Colombia Nestlé supo de las amenazas contra nuestros trabajadores en Bugalagrande, inmediatamente notificó a las autoridades competentes, tanto al nivel local como nacional, y se puso en contacto con el sindicato Sinaltrainal y los trabajadores afectados para acordar medidas tendientes a garantizar su integridad física”, indicó Ferhart Soygenis, vocero de la firma, a swissinfo.ch.
“Además, hicimos público nuestro total rechazo a semejantes actos de violencia y expresamos el fuerte apoyo de la empresa a los trabajadores, sus familias y a la población de la región Bugalagrande”, añadió.
En efecto, el 30 de septiembre, los representantes de los trabajadores de Nestlé se reunieron con las autoridades locales de la empresa. Empero, no lograron un compromiso satisfactorio sobre las condiciones de seguridad de sus trabajadores.
Urgen mayor compromiso
Así pues, en octubre pasado, y con el apoyo de la mayor central sindical helvética, la UNIA, Alfonso Barón, viajó a Suiza para tratar de entrevistarse con la directiva de Nestlé. Pero la intentona naufragó porque la firma designó como interlocutor a un representante que participó en el desmantelamiento del sindicato en Valledupar (noreste de Colombia) y que, por ende, Sinaltrainal no estima digno de confianza.
“Consideramos que si no hay un compromiso verdadero de la empresa a nivel mundial que permita mejorar las condiciones y atienda las solicitudes de los trabajadores, no se podrá encontrar una solución”, subrayó el sindicalista en entrevista con swissinfo.ch.
Al respecto, la empresa enfatizó su preocupación por la seguridad y la integridad física de sus empleados en Colombia. “Nestlé ha condenado siempre y de manera categórica los actos de violencia contra nuestros empleados directos o indirectos, sus familias o las comunidades en las que estamos presentes”, destacó Ferhart Soygenis.
Parte de una ofensiva
Las recientes amenazas de muerte contra los trabajadores de Nestlé forman parte de una violenta ofensiva de grupos armados irregulares (paramilitares) en la que han sido asesinadas una docena de personas, y muchas otras han sufrido secuestros, torturas y/o han tenido que abandonar sus hogares para mantenerse con vida.
Durante su estancia en la Confederación, Alfonso Bernal denunció esa situación ante autoridades y legisladores locales, y representantes de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), con sede en Ginebra.
“La situación no ha cambiado nada desde 2005”, deploró el sindicalista en entrevista con swissinfo.ch.
Ese año, y bajo los auspicios de diversas entidades y partidos políticos suizos, tuvieron lugar en Berna audiencias públicas en las que trabajadores colombianos denunciaron una serie de irregularidades por parte de Nestlé en detrimento de los empleados y del medio ambiente. Como corolario de los encuentros, un Consejo de cinco personalidades helvéticas condenó las prácticas de la multinacional.
La firma declinó participar en esas reuniones y desestimó sus conclusiones. En declaraciones posteriores a swissinfo.ch precisó que mantenía la política iniciada 60 años atrás en beneficio del país, sus consumidores y los propietarios del grupo (En más sobre el tema: ONG suizas critican prácticas de Nestlé).
Nexos con paramilitares
Alfonso Barón, quien participó en esas audiencias, enfatizó en su reciente visita a Suiza que “hasta la fecha la situación no ha cambiado nada. Las denuncias que venimos haciendo desde hace años siguen siendo vigentes”.
En una carta enviada a la directiva de Nestlé, el vicepresidente de Sinaltrainal dio parte de esa situación, solicitó la verificación de la lista de los proveedores de leche de la empresa “por cuanto algunos han sido investigados y condenados por el estado colombiano por nexos con paramilitares y narcotraficantes”, y pidió un compromiso real para garantizar la integridad de los trabajadores.
Sobre ese tenor, y en entrevista con swissinfo.ch, uno de los interlocutores de Alfonso Barón en Suiza, el legislador socialista Carlo Sommaruga, destacó la urgencia de poner coto a la impunidad en Colombia y de que los responsables de actos de barbarie sean procesados, juzgados, condenados y encerrados.
Responsabilidad compartida
Eso, dijo, es responsabilidad del Gobierno de Colombia, pero también de aquellos de los países que están en contacto, incluida Suiza.“Y es claro que también hay una responsabilidad de las empresas”, agregó.
“Nestlé, tiene que moverse mucho más para garantizar que los trabajadores puedan ser defendidos correctamente por los sindicalistas. No puede cerrar los ojos sobre el hecho de que al exterior de la empresa hay presiones enormes sobre los sindicalistas. Las amenazas existen (…)
“Nestlé no puede decir que no es su problema, tiene que hacer también un trabajo de mediación para pacificar la región donde está activa”.
En carta enviada a la dirección de la empresa, y con el objetivo de cambiar la realidad de los trabajadores colombianos y sus familias, Sinaltrainal pide a Nestlé:
1. Condene públicamente los actos violentos de los paramilitares, “Águilas Negras” y el terror que generan debilitando y destruyendo las organizaciones sociales y los procesos que adelantan por el bienestar de los trabajadores y la población.
2. Condene públicamente las amenazas que vienen realizando contra los trabajadores y dirigentes sindicales de Sinaltrainal.
3. Asumir el compromiso por parte de Nestlé de realizar las gestiones pertinentes ante las autoridades respectivas para esclarecer el asesinato de todos los trabajadores y ex trabajadores, para conocer la verdad y aplicar justicia a los autores materiales e intelectuales.
4. Nestlé se compromete a garantizar el traslado a otro país del trabajador y su familia que por su problema de seguridad lo requiera para salvaguardar su seguridad y su vida y correrá con los gastos de traslado.
5. Nestlé se compromete a exigir de sus funcionarios como principio el respeto de los Derechos Humanos, los acuerdos convencionales pactados con Sinaltrainal y en caso de violentarlos será una causal para ser desvinculados de la compañía.
6. Nestlé desvinculará de las listas de proveedores, transportadores y demás sectores de influencia individuos que se compruebe que están investigados por tener vinculos con organizaciones criminales.
7. Nestlé debe asumir el compromiso de facilitarle la investigación que ordenó contra los directivos de Nestlé en la investigación que lleva la justicia colombiana por el asesinato de Luciano Enrique Romero Molina, ocurrido el 11 de septiembre de 2006 en Valledupar.
8. Nestlé debe asumir su compromiso de adoptar una conducta respetuosa de los derechos humanos en Colombia.
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