Desaparecen documentos sobre paramilitares suizos
Un encubierto grupo paramilitar suizo que operó durante la Guerra Fría, en gran parte al margen de la supervisión civil, vuelve a ser noticia tras la desaparición de documentos súper secretos de los archivos oficiales.
El grupo, denominado ‘Projekt 26’ o P-26, se inició en la década de 1950, cuando los militares suizos comenzaron a armar una fuerza de estilo guerrillero para resistir una eventual invasión comunista. El P-26 se disolvió en 1990 tras de que las revelaciones sobre su existencia provocaran un escándalo público.
Esta semana, el periódico ‘Tages-Anzeiger’Enlace externo informó que el Ministerio de Defensa no pudo encontrar 27 carpetas y expedientes inéditos de una investigación de hace tres décadas sobre el grupo.
Se teme que los documentos hayan sido destruidos o intencionalmente extraviados para ocultar detalles embarazosos sobre los subrepticios avances de Suiza, neutral, en dirección de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) o acerca de lazos clandestinos con agencias de espionaje extranjeras.
“Hay tres posibilidades: los documentos fueron triturados, ocultos o perdidos, en ese orden de probabilidad”, indicó Josef Lang, historiador y exparlamentario de izquierda. “Pero incluso en la opción más inocente, se trata de un escándalo”.
Un portavoz del Ministerio de Defensa dijo a Reuters que se prosigue la búsqueda de los documentos.
“El personal del Ministerio de Defensa y los archivos federales revisan los documentos”, dijo el portavoz. Agregó que la versión de que los papeles hubieran sido destruidos “es pura especulación por el momento”.
‘Intolerable’
En tiempos de la Guerra Fría no eran infrecuentes en Europa grupos secretos como el P-26. La OTAN temía un ataque del Pacto de Varsovia (URSS y siete otros países socialistas) y organizaban unidades ‘stay-behind’ (permanecer detrás) con órdenes de operar detrás de las líneas del enemigo en caso de una invasión soviética.
La red paramilitar fue apoyada principalmente por Estados Unidos y Gran Bretaña e incluía unidades en Italia, Bélgica, Francia, Grecia, Alemania Occidental y los Países Bajos, según los historiadores.
Suiza no es miembro de la OTANEnlace externo, aunque se unió a la Asociación para la Paz en 1996 y se convirtió en miembro del Consejo de Asociación Euroatlántico en 1997.
En 1991, la investigación de Suiza sobre el P-26 concluyó que, si bien el grupo no formaba parte de ninguna “red de resistencia internacional”, tuvo vínculos inusualmente intensos con agentes británicos desde 1967.
“Aunque la lealtad de los exjefes nunca estuvo en duda, es alarmante que los servicios británicos supieran más sobre el P-26 que el Gobierno suizo”, escribió el Gobierno en ese entonces y calificó de “intolerables” las iniciativas militares unilaterales sin supervisión civil.
Lang sostuvo que puede haber mucho más en los documentos faltantes que los escasos detalles que se han publicado. Por ejemplo, la eventual intención del P-26 de intervenir en los asuntos internos suizos.
“El P-26 ejemplifica la histeria de la Guerra Fría que, al menos parcialmente, socavó las instituciones democráticas suizas”, subrayó Lang.
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