«La ley de asilo político se vuelve ley antiasilo»

Una solicitante de asilo en el centro de acogida de Saconnex, en Ginebra. Keystone

Suiza recibió 16.606 solicitudes de asilo político en 2008, lo que representa un aumento de 53,1% con relación al año anterior.

Presionado por los cantones, encargados de acoger a los refugiados y también de expulsarlos cuando sus solicitudes son rechazadas, el Gobierno Federal responde con una propuesta de ley más severa para contener el flujo demandas.

Según datos de la Oficina Federal de Migración (OFM), el mayor número de solicitudes proviene de Eritrea: 2.8849 (71,5%), seguidas de Somalia (2.014; en 2007 fueron 464) e Irak (+50,6%), con 1.440 peticiones.

También aumentó el número de demandas de personas que provienen de nueve de los países que más solicitan asilo a Suiza. Entre ellos se encuentra Serbia, Kosovo, Sri Lanka, Nigeria, Georgia, Afganistán e Irán. La única excepción fue Turquía.

La principal causa de la explosión de solicitudes es el cambio de las rutas de la migración hacia Europa. «Las autoridades italianas y la agencia europea de control de fronteras (Frontex) no consiguen impedir el flujo por Lampedusa», informa la OFM.

El número de refugiados de los países de la región subsahariana que atraviesan el Mediterráneo a través de Libia, en dirección a Lampedusa y Sicilia ascendió a 33.000 el año pasado. Además de los eritreos, los somalíes y los nigerianos usan mucho esa ruta. Una parte de esos inmigrantes cruza Italia para dirigirse a Suiza.

Proceso burocrático

El proceso para conceder el asilo es bastante burocrático y selectivo en Suiza. Actualmente hay 40.794 peticiones en marcha. El año pasado, 2.261 personas lo obtuvieron, lo que representa 23% de los casos analizados ese año. El número de iraquíes en Suiza habría aumentado porque Suecia abandonó su política liberal para refugiados y se adaptó a la legislación europea, más rigurosa.

Esa legislación es seguida en gran medida también por Suiza. Tan sólo una semana después de que Suiza ingresara al sistema de control de datos del Espacio Schengen (el 12 de diciembre de 2008), Berna descubrió 249 casos de solicitantes de asilo que hicieron el mismo pedido en otro país europeo.

La mayoría de esas personas ahora será enviada de vuelta al país en que primero presentaron su solicitud, conforme anunció la ministra de Justicia y Policía, Eveline Widmer-Schlumpf esta semana. La ministra tiene planes de apretar aún más el cerco a los solicitantes.

Reglas más restrictivas

Ante las reclamaciones de los cantones, que tienen capacidad para recibir sólo 10.000 nuevos solicitantes por año, el Ministerio de Justicia y Policía intenta contener la avalancha de demandas con una reforma de ley aprobada en 2006, ya bastante restrictiva.

Una propuesta presentada al Parlamento este 14 de enero y que será discutida hasta 15 de abril prevé, entre otras cosas, que:

1) Desertores o personas que se negaron a prestar servicio militar en sus países no serán ya tratados como refugiados. Esa medida es una reacción a la ola de desertores que llega de Eritrea.

2) Aquel que participe en manifestaciones o publique críticas al régimen de su país de origen sólo para obtener asilo en Suiza podrá ser sancionado judicialmente.

3) La posibilidad de presentar una demanda de asilo en las embajadas de Suiza será abolida..

4) Quién reciba asilo provisional en Suiza tendrá una elección limitada de lugares donde vivir.

Críticas

Organizaciones de defensa de los derechos humanos y de ayuda a los refugiados critican los planes del Ministerio de Justicia. «En Eritrea, hombres y mujeres son obligados a prestar servicio militar durante años. Huyen del tratamiento inhumano del Estado», indica Yvonne Zimmermann, del Observatorio Suizo sobre el Derecho de Asilo y Asuntos de Extranjería.

También la idea de abolir la atención a los pedidos de asilo en las embajadas es criticada. «Las embajadas ofrecen a los perseguidos políticos un camino seguro hasta Suiza», explica, por su parte, Denise Graf, de Amnistía Internacional Suiza. El Partido Socialista (que forma parte del gobierno) criticó que «la ley de asilo está transformándose cada vez más en una ley antiasilo».

El director de la Oficina Federal de Migración, Eduard Gnesa, asegura que no hay motivo de alarma ante la nueva ola de refugiados. Sin embargo, los críticos consideran que la reacción del gobierno parece de pánico.

De hecho, durante la guerra en Kosovo, en 1999, Suiza recibió 48.000 solicitudes de asilo y en otros años también recibió un mayor flujo de refugiados en comparación con el número actual.

Cabe recordar que a inicios de 2008 entraron en vigor reglas bastante severas en la materia. Aquella persona cuya solicitud de asilo no es aceptada, recibe una ayuda de emergencia de 8 francos por día y no tiene auxilio financiero por parte de la ayuda social, como era el caso antes .

El año pasado, 288 personas cuyas solicitudes fueron rechazadas fueron devueltas a sus países de origen.

swissinfo, Geraldo Hoffmann (con agencias)
(Traducción: Patricia Islas)

Asilo en Suiza

El gobierno recibió en 2008 16.606 solicitudes de asilo.

En los pasados 8 años registró en promedio unas 17.500 solicitudes anuales.

Todos los cantones suizos tienen la obligación de recibir a los solicitantes de asilo en una proporción calculada sobre la base de su número de habitantes.

Observatorio

El Observatorio Suizo sobre el Derecho de Asilo y Asuntos de Extranjería es una asociación que reúne a 300 miembros, incluidas 30 organizaciones. En el comité de apoyo figuran diversas personalidades de la política, el periodismo y algunos expertos en jurisprudencia.

Su finalidad es vigilar que la política helvética en materia de asilo y extranjería respete los principios del Estado de derecho, la Constitución helvética y los convenios internacionales al respecto, ratificados por Suiza.

Cuenta con un secretariado central en Berna y antenas regionales en Ginebra, San Gall y Lugano.

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