¿Legalizar o no el consumo de cannabis en Suiza?
La iniciativa popular "por una política razonable sobre el cannabis para proteger eficazmente a la juventud", solicita que el consumo, posesión y compra de este tipo de droga se despenalice. La ciudadanía vota la propuesta el 30 de noviembre próximo.
En Suiza, alrededor de medio millón de personas fuma de vez en cuando algún producto de esta hierba. Práctica y ley están muy distantes en este país.
La política Suiza no la ha tenido fácil en la regulación de las sustancias psicoactivas. En Junio de 2004 fracasó la revisión de la Ley sobre Estupefacientes en el Parlamento Federal.
Como consecuencia, el comité «a favor de la protección de la juventud y contra la narcocriminalidad» lanzó una nueva iniciativa popular. Casi 106.000 personas apoyaron el texto para legalizar el consumo de cannabis en Suiza. Cabe señalar que en Suiza, para aceptar que una propuesta sea votada en las urnas, se requiere un mínimo de 100.000 firmas ciudadanas válidas.
Por la despenalización del consumo propio
Por un lado, la iniciativa pide que se despenalice el consumo, posesión, cultivo y compra para fines de consumo personal de sustancias psicoactivas, producto del cannabis.
Por otra parte, el texto solicita que las autoridades establezcan reglas para el cultivo con fines de venta de productos del cannabis, su comercialización, su importación o exportación.
La iniciativa subraya que la despenalización terminará con el lucrativo comercio ilegal y considera que las personas adultas deben poder consumir el cannabis sin ser castigadas jurídicamente.
Para la protección de los jóvenes, la iniciativa establece una radical prohibición para la venta del cannabis a menores de 18 años y el consecuente veto publicitario de los derivados de esta planta.
Ejecutivo y Legislativo, en contra
El documento no fue bien recibido en el Parlamento. La mayoría de los diputados lo rechazó. En el senado, 18 votos en contra y 16 a favor, dejaron sin oportunidad a la iniciativa.
También el Gobierno Federal se expresó en contra de la propuesta y tomó nota de algunas exigencias que ya en su gran mayoría se encuentran incluidas en la postura gubernamental. La legislación sobre estupefacientes debe ocuparse de la problemática sobre el consumo del cannabis, y no la Constitución Federal, como sugiere la iniciativa.
Además, las autoridades opinan que esa modificación constitucional está formulada de modo muy vago.
Pros y contras
swissinfo conversó con los representantes principales a favor y en contra de la iniciativa popular.
La diputada socialista por Ginebra, Maria Roth-Bernasconi, quien respalda el concepto afirma: «Queremos que se regule ese mercado, pues hoy resulta totalmente liberal, con la prohibición en el marco legal».
«Existe el peligro de que, por ejemplo, los más jóvenes, al comprar el cannabis en el mercado ilegal, también caigan en la dependencia de las denominadas drogas duras».
Para evitar esa posibilidad, considera que debe regularse el consumo y no prohibirlo.
Una opinión contraria a la del diputado por Zúrich, Toni Bortoluzzi, del Partido Unión Democrática del Centro (UDC): «No se soluciona el problema del mercado ilegal con un control estatal».
«Además hay que subrayar que el cannabis actualmente resulta una droga muy efectiva», por lo que la iniciativa conllevaría a «una catástrofe social y a un desarrollo indeseable de la política de salud», concluye Bortoluzzi.
Como una iniciativa popular siempre significa una solicitud de cambio constitucional, debe pasar por el visto bueno del electorado. Por ello es decisivo que el 30 de noviembre sea aprobada tanto por el voto de la mayoría del electorado y por la mayoría electoral de cada entidad federal helvética.
swissinfo, Christian Raaflaub
(Traducción del alemán: Patricia Islas Züttel)
En las votaciones del 30 de noviembre próximo, además de la evaluación de la iniciativa sobre el cannabis se evaluará, por separado, la nueva propuesta de modificación de la Ley de Estupefacientes.
En Suiza, el tema de la política de drogas ya se ha ventilado en las urnas en varias ocasiones: A finales de la década pasada se rechazó una iniciativa que solicitaba mayor represión en la política de drogas para defender de ese flagelo a la juventud y otra que solicitaba la despenalización del consumo.
A finales de la década de 1990, la ciudadanía rechazó una propuesta que aclamaba mayor represión bajo el moto ‘Juventud sin drogas’ y otra, DroLeg, que solicitaba la liberalización del consumo de todo tipo de droga.
En 1999, el voto ciudadano aceptó la medida federal que dejó en manos de los médicos la prescripción controlada de heroína.
Desde entonces, la política suiza sobre drogas oscila entre pragmatismo y soluciones de emergencia en la práctica en las tareas de combate a la dependencia de estupefacientes.
Desde hace 20 años se desarrolla una política basada en cuatro vertientes: Prevención, terapia, minimización de daños y represión. Se espera que la ciudadanía acepte este 30 de noviembre que estos cuatro pilares queden inscritos en la modificación de la Ley de Estupefacientes.
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