Los ‘take away’ amargan la vida a los restauradores
Desde hace años, los restaurantes en Suiza sufren cada vez más la competencia de los negocios de comida para llevar, que pagan menos IVA. La asociación Gastrosuisse quiere frenar el éxito de los nuevos contrincantes con una iniciativa popular, que se vota el 28 de septiembre.
Corren tiempos difíciles para los restaurantes. Desde 2010, la facturación del sector ha pasado de 26.000 a 23.100 millones de francos, a pesar de que la economía y la población han crecido. Este descenso afecta, sobre todo, a las zonas periféricas, donde la oferta de restaurantes disminuye de año en año. La situación tampoco es mejor en los centros urbanos, donde su número aumenta: Hay demasiados establecimientos respecto a la demanda y los restauradores no consiguen hacer cuadrar las cuentas.
La crisis se debe a múltiples razones. Por un lado, el sector sufre el desplome del turismo. Desde 2008, las pernoctaciones han caído más de un 7% como consecuencia de la fuerte apreciación del franco suizo. Y muchos ciudadanos que viven en las regiones fronterizas optan por almorzar o cenar en el país vecino porque les sale más barato. A ello se suman nuevas restricciones que, ciertamente, no han favorecido a la restauración, como la reducción al 5% de la tasa de alcoholemia y la prohibición de fumar en locales públicos.
Iniciativa de Gastrosuisse
Más de 118.000 ciudadanos firmaron la iniciativa ‘Basta con el IVA discriminatorio para la restauración’, que la asociación Gastrosuisse entregó el 21 de septiembre 2011 en la Cancillería Federal.
La iniciativa reivindica una sola cosa: que en el futuro se aplique a las prestaciones de la restauración la tasa vigente para los demás alimentos, incluidos los que venden los locales de comida para llevar y el comercio minorista.
Esta disposición no incluye las bebidas alcohólicas ni los artículos de tabaco que vende el sector restaurador.
El Gobierno y la mayoría del Parlamento recomiendan a la población que rechace la iniciativa. Solo la Unión Democrática del Centro y algunos miembros de partidos del centro la apoyaron durante el debate en el hemiciclo parlamentario.
Sin embargo, hay otro factor que preocupa a los restauradores: el cambio de las costumbres alimentarias de la población. En las dos últimas décadas, ha aumentado el número de personas que, en lugar de almorzar en un restaurante o comedor, prefiere consumir algo rápido en la calle o en la oficina. Los locales de comida para llevar se multiplican y se han convertido en competencia para los restaurantes tradicionales.
Igualdad de condiciones
Hace unos años, la asociación GastrosuisseEnlace externo decidió coger el toro por los cuernos. En 2011 entregó a la Cancillería Federal la iniciativa ‘Basta con el IVA discriminatorio con la restauración’Enlace externo, que reivindica condiciones iguales a las de los locales de comida para llevar, al menos en el ámbito fiscal. Actualmente, las bebidas y comidas servidas en los restaurantes pagan un 8% de IVA; en los denominados ‘take-away’, solo un 2,5%.
“Esta diferencia se remonta a 1995, cuando se introdujo el IVA. Se decidió aplicar tasas diferentes para los productos alimentarios: una para el comercio minorista y otro para los restaurantes. En aquella época, el servicio de comida para llevar estaba poco extendido. Hoy, sin embargo, han proliferado las tiendas que venden comida lista para el consumo, incluso platos calientes, y que pagan menos IVA”, explica Klaus Künzli, presidente de Gastrosuisse hasta finales de julio pasado.
Según la asociación, no es justo que se penalice fiscalmente un bocadillo y un café servidos en un restaurante respecto al mismo producto comprado en un ‘take away’. La iniciativa exige que se equipare la tasa de IVAEnlace externo en la restauración a la de otros negocios de venta de alimentos.
Pérdidas fiscales excesivas
El Gobierno considera que la reivindicación de Gastrosuisse va demasiado lejos. Para aplicar la iniciativa habría que bajar el IVA a los restaurantes. En tal caso, las arcas del Estado ingresarían entre 700 y 750 millones de francos menos al año.
IVA en Suiza
Es uno de los países europeos que disponen de las tasas más bajas del Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA).
La mayoría de los productos están gravados actualmente con una tasa del 8%. Al sector hotelero, que atraviesa años difíciles, se aplica una tasa especial del 3,8%.
Muchos productos considerados de primera necesidad o de importancia sociocultural –entre ellos alimentos, medicamentos, semillas, libros, periódicos– están sometidos a un 2,5% de IVA.
Varias prestaciones de los sectores social, sanitario, cultural, educativo y deportivo están exentas del pago de IVA.
El IVA constituye la principal fuente de ingresos del Estado. En 2012 fueron 22.300 millones de francos, un tercio de los ingresos fiscales.
Estas medidas compensatorias perjudicarían a otros sectores, lo cual acarrearía recortes en el ámbito social. Otra solución sería aumentar la tasa de IVA para los alimentos en el comercio minorista, que hoy paga un IVA reducido porque los productos que vende se consideran de primera necesidad. Por tanto, no se justifica un incremento.
El Parlamento, donde la izquierda y la mayoría del centro se han declarado contra la iniciativa, comparte esta posición. “Entendemos que los restauradores quieran eliminar las desventajas que sufren frente a los ‘take-away’”. Pero no es viable desde el punto de vista social, porque los alimentos del comercio minorista cubren las necesidades básicas. No podemos decir lo mismo de un almuerzo en un restaurante, donde un cliente paga también por la infraestructura, el servicio o el ambiente, por ejemplo”, puntualiza Prisca Birrer-Heimo, diputada socialista.
“La situación actual no es satisfactoria, pero la propuesta de Gastrosuisse tendría como consecuencia una distorsión de la competencia”, sostiene Ruedi Noser, diputado del Partido Liberal Radical (PLR, derecha). “Si el sector restaurador atraviesa momentos difíciles no es debido al IVA, sino al cambio de las costumbres alimentarias. Mucha gente prefiere tomarse un descanso breve al mediodía y comer algo rápido. Además, ¿por qué hacer concesiones a la restauración, cuando otros sectores también piden que se les reduzca la carga fiscal?”
Lucha por sobrevivir
La Unión Democrática del Centro (UDC, derecha conservadora) fue prácticamente el único partido que defendió la iniciativa en el Parlamento. “La restauración constituye uno de los sectores económicos más importantes del país. Junto con la hostelería que da trabajo a más de 210.000 personas, o sea, más del 5% de la población activa. Desde hace varios años, sin embargo, figura entre los que más luchan por sobrevivir. Ya solo por este motivo nos parece justo apoyar esta iniciativa, que no pretende conceder privilegios, sino eliminar las actuales desigualdades de trato entre los restaurantes y los negocios de comida para llevar, afirma Sylvia Flückiger-Bäni, diputada de la UDC.
“En los últimos años hemos gastado mucho dinero en campañas para sensibilizar a la población sobre la importancia de una dieta sana y equilibrada. Los restaurantes ofrecen esta alimentación, además de un ambiente propicio para desconectar del trabajo y relajarse al mediodía. Con la tasa actual de IVA, en cambio, se favorece la tendencia a comer algo rápido y poco equilibrado, adquirido en un local de comida para llevar o en una tienda”, agrega la diputada de la UDC.
Traducción del italiano: Belén Couceiro
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