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En materia de impuestos, Suiza también es diferente

Un hombre frente a la declaración fiscal
La declaración fiscal es un dolor de cabeza para muchos suizos. Keystone

El 1 de enero de 2019 Suiza será el último país de Europa que tendrá una imposición y  un cobro diferidos en el impuesto sobre la renta. La Confederación todavía no está preparada para adoptar la retención a cuenta, a pesar de los numerosos intentos llevados a cabo para ello en el Parlamento.

Los contribuyentes suizos y los extranjeros con permiso de residencia C (residencia permanente) están obligados a presentar una declaración de impuestos anual. Con base en dicha declaración, se calculan sus impuestos. Los contribuyentes tienen que pagar un impuesto a nivel cantonal y comunal (municipal), y también a nivel nacional. En este caso, el impuesto federal directo, que en nombre de la Confederación recaudan los cantones.    

Los impuestos cantonales y comunales, en general, se pueden pagar en plazos a lo largo del año (pagos anticipados). El número de plazos varía según los cantones. Algunos prevén, incluso, un pago mensual o la posibilidad de pagar el monto total de una sola vez. Al final del ejercicio fiscal, la administración establece una imposición definitiva para ver si los anticipos abonados son suficientes o no.

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Sí. Los extranjeros sin permiso C están sujetos a una retención a cuenta. El empleador les deduce los impuestos directamente del salario mensual. El empleador es, asimismo, quien debe abonar a las autoridades fiscales dicha cantidad.    

Pero aquí también hay excepciones. Los asalariados transfronterizos franceses que trabajan en la mayoría de los cantones suizos (no es este el caso de Ginebra) no están sujetos a una retención a cuenta, ya que deben declarar y pagar sus impuestos en su país de residencia. El Estado francés gira una parte de esos impuestos a los cantones y municipios suizos en los que estos empleados fronterizos trabajan.  

La mayoría de los países desarrollados han pasado, en el último siglo, de un sistema de impuestos denominado declarativo a un sistema de retención a cuenta. En Europa, Alemania –que adoptó este sistema ya en 1925– fue el primero a este respecto.

Los dos únicos países que todavía no han introducido la retención a cuenta son Francia y Suiza. Sin embargo, y tras una reforma que se ha llevado a cabo con grandes dificultades, a partir del 1 de enero de 2019, Francia pasará al nuevo sistema. A partir de esa fecha, los asalariados suizos serán los únicos en Europa a los que no se les descontará de la nomina el impuesto sobre la renta.

«Recaudar impuestos a cuenta significa decir a los ciudadanos que no son capaces de organizarse”
Hugues Hiltpold, diputado PLR

Para pedir que en Suiza también se hagan retenciones a cuenta se han llevado a cabo distintas intervenciones parlamentarias en los últimos años. La última la ha presentado este otoñoEnlace externo el diputado bernés Heinz Siegenthaler del Partido Burgués Democrático (PBD, centro derecha). Sin embargo, el Gobierno, una vez más, se opone a esta idea y le costará conseguir la aprobación de la mayoría del Parlamento.  

El Consejo Federal, para justificar su inmovilismo, apela de manera sistemática a la tradición y a la complejidad del sistema fiscal suizo. La retención a cuenta constituiría una carga administrativa excesiva para las empresas, pero también para los contribuyentes y las administraciones, “especialmente cuando el lugar de trabajo y el de residencia no están en el mismo cantón”, considera el Gobierno.

Otro elemento clave del debate es el apego a la libertad individual. “Para una mayoría (…), recaudar impuestos a cuenta significa decir a los ciudadanos que no son capaces de organizarse”, ha declarado en la edición digital de lematin.chEnlace externo el diputado liberal radical (PLR, derecha) Hugues Hiltpold, que apoya las retenciones a cuenta.

Los suizos están en segundo lugar, solo detrás de los griegos, entre los peores pagadores del continente europeo, según una clasificaciónEnlace externo de la agencia de cobros Intrum. Ahora bien, las obligaciones tributarias se citan como el principal desencadenante de la morosidad en los pagos en Suiza.  

Para los organismos encargados de reducir la deuda, una recaudación de impuestos directa y automática sobre la nómina permitiría solucionar en gran medida este problema. Los contribuyentes, sin tener que preocuparse por el recibo correspondiente a los impuestos, sabrían exactamente de cuánto dinero disponen. En caso de tener el sueldo embargado, los impuestos corrientes se deducirían del mínimo de subsistencia. Algo que no sucede en la actualidad.

La retención a cuenta también permitiría una mayor igualdad de trato con las personas que muestran civismo en el plano financiero y, en última instancia, que el Estado sufriera menores pérdidas fiscales.

Traducción del francés: Lupe Calvo

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