Suiza frena la libre circulación de europeos del Este
Bruselas expresó su malestar por la decisión de Suiza de establecer a partir del 1° de mayo contingentes para otorgar permisos de estancia a inmigrantes de ocho países de la Unión Europea (UE): Estonia, Lituania, Letonia, Hungría, Polonia, Eslovaquia, Eslovenia y la República Checa.
Berna anunció ayer que activará la cláusula de salvaguarda incluida en el acuerdo bilateral de libre circulación firmado con Bruselas en 2002.
Berna tiene la posibilidad de aplicar este mecanismo de protección si se produce un incremento de 10% en el número de permisos de trabajo concedidos a los ciudadanos de la UE, con respecto a la media de los tres años precedentes.
El Gobierno de la Confederación Helvética indicó que este porcentaje ha sido superado; por lo tanto limitará a 2.283 los denominados permisos B o de trabajo de un año para personas con pasaportes de esos ocho países del Este europeo. Hasta ahora, Berna les concedía 6.500 permisos anuales.
Cabe recordar que en virtud del acuerdo de libre circulación firmado hace diez años con la UE, Suiza puede recurrir a esa cláusula hasta mayo de 2014, y reintroducir unilateralmente contingentes por un periodo limitado.
Berna explicó que la activación de la salvaguarda no afecta a los 53.000 ciudadanos de la Unión Europea que en 2011 obtuvieron un permiso de estancia para un periodo de cinco años.
La medida afecta a los ocho Estados que se incorporaron a la UE en mayo de 2004, con la excepción de los territorios insulares de Chipre y Malta, y que forman parte del espacio Schengen. Suiza, que no pertenece a la UE, se unió al acuerdo de Schengen en 2004.
Estonia, Lituania, Letonia, Hungría, Polonia, Eslovaquia, Eslovenia y la República Checa se suman así a las restricciones que ya afrontan Rumanía y Bulgaria, los dos últimos Estados en formar parte de los 27 y que están excluidos temporalmente del acuerdo de libre circulación de personas entre la UE y Suiza.
Interpretaciones diversas
La ministra helvética de Justicia y Policía, Simonetta Sommaruga, reconoció este miércoles (18.04) que la medida suscitará críticas por parte de la Comisión Europea e interpretaciones distintas sobre las condiciones para aplicar la salvaguarda, que estará vigente hasta mayo de 2013 y podrá prorrogarse un año más.
Sommaruga explicó también que el Gobierno suizo había anunciado a la UE, desde hace un año, que consideraba la posibilidad de aplicar esta medida y subrayó que se trata de una decisión temporal, ya que a partir de 2014 habrá libertad total de circulación en territorio suizo para los ciudadanos de los ocho países afectados.
La consejera ha manifestado que el Gobierno tiene claro que los contingentes no son la panacea para arreglar los problemas de inmigración, que tiene una tasa de paro del 3,2 por ciento.
Bruselas, molesta
La Unión Europea acusa a Suiza de romper el convenio entre las dos partes sobre la libertad de movimiento de personas con su decisión.
«Lamento la decisión del Gobierno de Suiza de restablecer límites cuantitativos a ciertas categorías de permisos de residencia para ciudadanos europeos de ocho Estados miembros», señaló en un comunicado Catherine Ashton, al frente de la diplomacia comunitaria.
Pocos efectos prácticos
En la prensa helvética, las reacciones de este jueves se centran sobre todo en la respuesta de Bruselas y en el hecho de que, en la práctica, no habrá grandes cambios con la decisión.
“Esta medida concierne a 4.000 de 60.000 permisos de estancia «B», otorgados anualmente”, indica el Quotidien jurassien, al aludir a un efecto “cosmético” de la medida, mientras que Le Temps, en el mismo tenor, señala que las consecuencias de la medida serán nulas debido a que los trabajadores que ya no podrán venir del Este a cubrir las plazas de trabajo en los sectores de la construcción, la agricultura y de los servicios de manutención vendrán entonces del Sur, afectados por el desempleo.
La Tribune de Genève y 24 Heures estiman que la decisión de Berna no cumplirá su objetivo. En tono irónico indican que los “bárbaros del Este se encuentran normalmente trabajando en las construcciones, las cocinas y los campos de cultivo. Ocupan empleos poco cualificados y mal remunerados. No son ellos los que compran a precio de oro las grandes villas a orillas del lago, ni los que amenazan los empleos suizos”.
“El clima, ya pesado entre Berna y Bruselas, va a degradarse aún más”, subraya el Tages Anzeiger de Zúrich.
A fines de diciembre de 2011, en Suiza vivían 1.772.279 extranjeros, un 3% más que el año precedente.
Cerca de dos tercios provienen de uno de los países miembros de la Unión Europea.
Los nuevos recién llegados fueron particularmente numerosos en diciembre de 2011: 10.293, 6,8% más que en diciembre de 2010.
El número de inmigrantes de los países de la UE-8 aumentó significativamente.
Desde mayo de 2011, los inmigrantes de esos países se beneficiaron sin restricciones del acuerdo libre circulación de personas entre Berna y Bruselas.
4.700 personas obtuvieron un permiso de residencia en Suiza desde entonces.
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