Presidente paraguayo visita a agentes heridos en enfrentamiento con indígenas
Asunción, 30 sep (EFE).-El presidente de Paraguay, Mario Abdo Benítez, visitó este jueves a los policías hospitalizados tras los enfrentamientos de la víspera frente al Congreso, cuando grupos de indígenas protestaban contra la aprobación de una ley que eleva las penas de cárcel a los ocupantes de tierras.
Al menos siete policías resultaron heridos en los incidentes que, según la Policía, comenzaron con el intento de derribar la valla de protección instalada en una de las fachadas del edificio.
Los agentes emplearon carros de agua y gases para dispersar a los manifestantes, que respondieron lanzando piedras y otros objetos, en una confrontación en la que fueron quemados varios coches aparcados en la zona, en el casco histórico capitalino.
El mandatario fue al Hospital de Policía Rigoberto Caballero acompañado del Comandante de la Policía Nacional, el comisario general Luis Ignacio Arias.
Abdo Benítez, que no hizo declaraciones a los medios, se interesó por el estado de los internados, algunos de los cuales presentaron traumatismos en varias partes del cuerpo y heridas a causa de objetos cortantes.
Al jefe de Estado corresponde ahora promulgar o rechazar el proyecto de ley aprobado el miércoles por los Diputados en la sesión que siguió a los incidentes, y que la semana pasada fue sancionado por la Cámara Alta.
Portavoces de grupos indígenas dijeron a los medios que continuarán la protesta si Abdo Benítez se pronuncia en decreto a favor del proyecto, que eleva a seis años de cárcel las invasiones y a diez años de cárcel en caso de daños de bienes.
La norma cuenta con el repudio de las principales organizaciones campesinas, que lo interpretan como un medio para criminalizar la lucha por el derecho a la tierra.
Los legisladores que aprobaron el miércoles el proyecto, con mayoría del gobernante Partido Colorado, argumentaron que el endurecimiento de la ley resguarda el derecho a la propiedad privada y desalienta las ocupaciones.
Por contra, los diputados y senadores que se opusieron en ambas sesiones manifestaron que no resuelve el problema y argumentaron que la raíz se encuentra en la desigual distribución de tierra.
Algunos congresistas pusieron el acento en las tierras malhabidas, ocho millones de hectáreas sujetos a la reforma agraria que fueron repartidas por la dictadura de Alfredo Stroessner (1954-1989) entre sus aliados políticos.
En las sesiones también se planteó el deficiente catastro de tierras y hechos de ocupaciones campesinas de propiedades en manos de colonos brasileños.
En 2012 una ocupación de tierras en Curuguaty (sureste) desembocó en la muerte de 11 campesinos y seis policías, luego de un operativo para el desalojo.
Días después el Congreso inició un juicio político al entonces presidente, Fernando Lugo (2008-2012), de la formación de izquierda Frente Guasu, que fue destituido por mal desempeño de sus funciones.
Once campesinos fueron condenados por lo que se conoció como la «matanza de Curuguaty», sin que se determinaran responsabilidades penales a los policías que participaron en el desalojo.
Sin embargo, la Corte Suprema de Justicia anuló la sentencia en julio de 2018 y dejó en libertad a los presos, que cumplían penas de entre cuatro y 30 años de prisión. EFE
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