Prohibido fumar en los trenes: acogida positiva
Desde la entrada en vigor de la norma que prohíbe fumar en los transportes públicos, los fumadores han renunciado sin mayores problemas al cigarrillo.
La Unión de Transportes Públicos traza un balance positivo. La situación es más confusa en las estaciones, aunque la prohibición se extiende a todos los lugares públicos cerrados.
La población ha aceptado y respetado ampliamente la norma que prohíbe fumar en los transportes públicos, en vigor desde el pasado 11 de diciembre en toda Suiza.
«Los pasajeros, tanto los fumadores como los no fumadores, aceptaron la medida con mucha comprensión y tolerancia, mostrándose muy cooperativos», declaró Susanne Oertli, vicedirectora de la Unión de Transportes Públicos (UTP), en una rueda de prensa celebrada este martes en Berna.
«Observamos una tendencia que ha desencadenado una dinámica sorprendente en toda la sociedad. Y es probable que, con esta medida, los Ferrocarriles Federales hayan incluso acelerado este desarrollo».
Transgresiones
En diciembre pasado, la UTP había recibido 151 reacciones negativas por parte de los usuarios de los transportes públicos suizos. En la mayoría de los casos se trataba de personas que criticaban el que se prohibiera fumar.
En abril pasado se registraron solamente 17 reacciones que provenían, sobre todo, de personas que denunciaban casos de trasgresión de la norma, especialmente en los lavabos.
La UTP elogia, además, el magnífico trabajo que ha desarrollado el personal de los transportes públicos para evitar eventuales conflictos. Sólo en poquísimos casos los empleados tuvieron que decretar multas por valor de 25 francos.
El mes de diciembre, la policía ferroviaria registraba cada semana una veintena de casos en los que se había incurrido contra la prohibición de fumar. Actualmente, se reciben entre 5 y 10 por semana.
La norma prohibitiva se respeta, generalmente, también en las estaciones. Pero en este ámbito la situación es más compleja, señala la UTP, entre otras cosas porque mucha gente no sabe que solamente está autorizado fumar en los lugares señalados como espacios de fumadores.
Dos millones de ahorros
La adaptación de los trenes y autobuses a la medida antitabaco costaron 6,5 millones de francos a las empresas suizas del sector.
La UTP calcula que estos costes se podrán amortizar rápidamente, ya que la prohibición de fumar permite reducir los gastos de limpieza de los vagones ferroviarios y otros medios de transporte.
«El potencial de ahorro puede estimarse en cerca de 2 millones de francos anuales», concluyó Susanne Oertli.
swissinfo y agencias
Suiza figura entre los países europeos donde más cigarrillos se consumen.
En los últimos años han comenzado a dar frutos las campañas antitabaco ideadas por las autoridades sanitarias.
El porcentaje de fumadores en Suiza pasó del 33% en el 2001 al 30% en el año 2005.
Para la franja de edad de jóvenes entre los 14 y los 19 años, la proporción pasó del 31% al 25%.
Desde 1992, la ley laboral helvética prohíbe fumar en el lugar de trabajo.
A partir de esa fecha varios cantones comenzaron a reforzar las normas relativas a la publicidad del tabaco.
El cantón del Tesino fue pionero. En marzo del 2006, el 80% de los votantes aceptó que se prohibiera fumar en los lugares públicos.
Desde diciembre del 2005, los Ferrocarriles Suizos suprimieron los vagones de fumadores.
A escala nacional, está pendiente una iniciativa parlamentaria que solicita medidas más severas para proteger a los fumadores pasivos.
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