Prorrogada en el tiempo la misión militar contra el yihadismo en Mozambique
Johannesburgo, 5 oct (EFE).- La misión militar enviada a Mozambique para apoyar a ese país en la lucha contra la expansión del yihadismo en la norteña provincia de Cabo Delgado será prorrogada en el tiempo, acordó hoy en Pretoria la Comunidad para el Desarrollo de África Meridional (SADC), que celebró una cumbre extraordinaria en la capital de Sudáfrica.
«No hay duda en nuestras mentes de que, aunque se han registrado progresos en las operaciones de la SAMIM (nombre de la misión de la SADC enviada a Mozambique), aún se necesita cubrir más terreno», señaló el jefe de estado de Sudáfrica, Cyril Ramaphosa, encargado de convocar y presidir esta sesión, durante el discurso de cierre de la cumbre.
«Los siguientes meses van a ser, por tanto, críticos para dar forma a la trayectoria futura de la intervención de la SAMIM en Cabo Delgado», agregó el líder sudafricano, en calidad de presidente de turno del Órgano sobre Política, Defensa y Cooperación en Seguridad de SADC (uno de los dos órganos tripartitos que definen las decisiones de este bloque de 16 países africanos).
El comunicado final de conclusiones de la reunión confirmó la aprobación de la «extensión» de la misión militar -cuya finalización estaba inicialmente programada para el 15 de octubre- sin especificar, de momento, un nuevo plazo.
A esta cumbre extraordinaria en Pretoria, que fue convocada para evaluar el avance de la misión hasta la fecha -con la entrega a los mandatarios de un informe sobre su progreso- y discutir su futuro, asistieron también el presidente de Mozambique, Filipe Nyusi, y sus homólogos de Botsuana y Namibia, Mokgweetsi Masisi y Hage Geingob.
«Mozambique nunca caminará solo», reafirmó Ramaphosa durante su discurso final.
La misión de la SADC comenzó en julio pasado para ayudar al Ejército mozambiqueño en la lucha contra el grupo yihadista Al Sunnah wa Jamaah (ASWJ), más conocido localmente como Al Shabab, en la norteña provincia de Cabo Delgado.
Las primeras naciones del bloque en enviar contingentes fueron Botsuana (que movilizó a cerca de 300 soldados) y Sudáfrica (1.500).
También participan otros países como Zimbabue, que desplazó algo más de 300 instructores militares para entrenar a soldados mozambiqueños, o Angola, con una aportación más modesta de una veintena de oficiales.
Justo antes del despliegue de la SADC, Ruanda, que no pertenece al bloque, ya había enviado también 1.000 soldados para apoyar a Mozambique que están siendo también claves en la recuperación de bastiones estratégicos.
La SAMIM confirmó recientemente éxitos como la muerte del líder terrorista Rajab Awadhi Ndanjile -considerado determinante en el reclutamiento y adoctrinamiento de insurgentes- durante una operación realizada en septiembre.
Tras más de tres años de conflicto yihadista, el detonante para la ayuda militar extranjera a Mozambique fue el brutal ataque cometido por los insurgentes el pasado 24 de marzo en la ciudad costera de Palma, donde además se desarrollaban millonarios proyectos gasísticos capitaneados por la multinacional francesa Total.
El ataque, que desembocó en un asedio de la ciudad que se prolongó durante varios días, causó decenas de muertos y forzó el desplazamiento de unas 70.000 personas.
Al Shabab, que no guarda relación con el grupo homónimo de Somalia, aterroriza al norte de Mozambique desde octubre de 2017 y ha causado ya más de 3.300 muertos, entre ellos más de 1.490 civiles, según las últimas cifras del Proyecto de Datos de Ubicación y Eventos de Conflictos Armados (ACLED).
El conflicto yihadista también ha ocasionado el desplazamiento de más de 732.000 personas en Cabo Delgado, según datos de la ONU. EFE
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