Rusia y Vietnam refuerzan vínculos durante visita de Putin a Hanói
El presidente ruso, Vladimir Putin, se comprometió el jueves a fortalecer las relaciones biaterales con Vietnam, en la segunda etapa de una gira asiática que busca contrarrestar las tentativas de las potencias occidentales de aislar a su país por la invasión de Ucrania.
Putin llegó a Hánoi el jueves en la madrugada, después de un desplazamiento excepcional a Pyongyang, cuyo jefe de Estado, Kim Jong Un, lo consideró el «mejor amigo» de su país.
«Rusia otorga gran importancia al fortalecimiento de las relaciones con Vietnam», declaró el presidente ruso, quien se reunió con los principales dirigentes vietnamitas.
Ambas partes firmaron una decena de acuerdos, principalmente en energía, educación y nuclear civil.
El comunicado conjunto destaca la atmósfera «cálida y amistosa» de las discusiones y el «alto grado de confianza y entendimiento mutuo».
Hanói también espera «impulsar la cooperación en materia de defensa y seguridad» con Moscú, subrayó el presidente vietnamita To Lam.
– Diplomacia flexible –
El presidente ruso recibió una acogida formal en el palacio presidencial de Hanói, con salvas de cañón y militares en posición de saludo.
Banderas rusas adornaron las calles del centro histórico de la capital vietnamita, donde un importante dispositivo de seguridad mantenía el orden y trataba de regular un tráfico vehicular habitualmente caótico.
Putin se reunió más tarde con el primer ministro Pham Minh Chinh, así como con el secretario general del partido comunista, Nguyen Phu Trong, considerado la personalidad más influyente del régimen. Este dirigente de 80 años hizo pasó parte de sus estudios en la Unión Soviética en la década de 1980.
El jefe de estado ruso también depositó una corona de flores en el mausoleo del padre de la independencia, Ho Chi Minh, quien comenzó -desde la década de 1920- a establecer vínculos con Rusia.
Recibir en Vietnam a Putin, objeto de una orden de arresto de la Corte Penal Internacional (CPI), podría irritar a sus socios occidentales, empezando por Estados Unidos, que consideran al país asiático, de 100 millones de habitantes, estratégico para la manufactura y la producción de semiconductores, entre otros.
El año pasado, tanto el presidente chino, Xi Jinping, como estadounidense, Joe Biden, visitaron Hanói. El país intenta mantener la misma distancia entre las dos superpotencias rivales, de acuerdo con los preceptos flexibles de su llamada «diplomacia de bambú» que combina prudencia y pragmatismo.
Esta política podría ser cada vez más difícil de seguir, advirtió una experta.
La visita de Putin constituye «una prueba» para ver hasta dónde puede llegar «la diplomacia multidireccional de Hanói y si todavía es aceptada por las otras potencias mayores», explicó a AFP Huong Le Thu, directora adjunta del programa Asia del International Crisis Group.
El jefe de estado ruso agradeció a Vietnam, que se abstuvo en el momento de las votaciones en la ONU condenando la invasión de Ucrania, por su enfoque «equilibrado» sobre este asunto, en una tribuna publicada el miércoles por la prensa local.
Mikhailo Podoliak, uno de los principales asesores del presidente ucraniano Volodimir Zelenski, consideró que la actual gira de Putin es una visita a los «exsatélites de la URSS» destinada a buscar «ayuda militar y técnica y carne de cañón».
En la etapa anterior de la gira de Putin Rusia y Corea del Norte, ambos bajo sanciones occidentales, concluyeron una «asociación estratégica global» que prevé asistencia mutua «en caso de agresión» y un posible fortalecimiento de la «cooperación militar-técnica», según el gobernante ruso.
Estados Unidos y sus aliados temen que este acercamiento conduzca a nuevas entregas de municiones y misiles norcoreanos al ejército ruso para su guerra en Ucrania.
Japón expresó el jueves su «grave preocupación» por este pacto, mientras la Unión Europea aprobaba un nuevo paquete de sanciones contra Rusia.
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