David Mottier, el tatuador con el sentido del folclore suizo

El tatuaje de una «poya». swissinfo.ch

En el corazón de Gruyère, en el cantón suizo de Friburgo se producen tatuajes con motivos del folclore suizo: desde la típica cazuela para la fondue hasta la poyaEnlace externo, esos dibujos sobre el ascenso de las vacas a pastar en las montañas en primavera.

David Mottier tiene 40 años y vive en el corazón de Gruyère, en la comuna o municipio de RiazEnlace externo, donde fundó su Rainbow Tattoo Studio, junto con su amigo Johann Morel.

Los dos crean tatuajes inspirados en el estilo de la vieja escuela estadounidense con diseños claros, líneas gruesas, fuertes contrastes y colores vivos.

Pero en realidad son los motivos preferidos de David los que sorprenden. Estos. están relacionados con el folclore suizo.

Los tatuajes de David, que combinan las tradiciones alpinas y el estilo de la vieja escuela, le han valido un amplio reconocimiento.

Criado en Château-d’Oex, en el cantón de Vaud, David se inspira en los magníficos paisajes de montaña y en el rico folclore de su región, donde la pintura campesina, la pintura de muebles, y otras formas de arte tradicional todavía vivas, como la técnica de découpage, es decir, la técnica manual decorativa en la que se usan papeles o telas recortadas con maestría que imitan la pintura a mano y que son colocadas sobre objetos y selladas con barniz.

Profundamente apegado a estas tradiciones, el artista se esfuerza por representar los símbolos y el lado folclórico de Suiza. Estos elementos se combinan con el tatuaje tradicional y los códigos del tatuaje tradicional estadounidense.

Uno de los motivos más solicitados por su clientela es el caquelon, la característica olla utilizada para la fondue, la mezcla de queso derretida típica del territorio helvético.

Otra de las especialidades del artista es la Poya, el tradicional desfile alpino, un tema que le fascina desde niño, hasta el punto de que se lo tatuó en la espalda.

Los motivos del artista nacido en el cantón de Vaud van de los paisajes de montaña a la flor de las nieves, conocida bajo el nombre en alemán Edelweiss (Leontopodium alpinum), de las navajas suizas a las trenzas de pan blanco con mantequilla, de la salchicha suiza cervelat, sin olvidar la copa de vino del Tesino denominada Boccalino y el salami de la región.

Los clientes de David quieren expresar su apego a Suiza con estos motivos. Como el guardia suizo vaticano que viajó desde Roma para tatuarse el tractor de su abuelo. Son la prueba del papel formador de identidad que desempeñan los tatuajes.

David dice que las reacciones a sus tatuajes en las ferias han sido intensas. No dejan indiferente a nadie. Y quizá ese sea su encanto.

Adaptación del artículo al español de Patricia Islas.