El Congreso de la Organización de los Suizos en el Extranjero se confirma como un acontecimiento político y social

Lucerna, uno de los principales destinos turísticos de Suiza, acogerá del 11 al 13 de julio el 100º Congreso de Suizos en el Extranjero. Keystone / Urs Flueeler

El Congreso de la Organización de Suizos en el Extranjero tiene un sabor muy especial en 2024, ya que celebra su 100ª edición. Sin duda, el evento ha evolucionado con el paso del tiempo, pero su idea de base permanece intacta: reunir a la diáspora y dar a conocer la existencia y las necesidades específicas de la Quinta Suiza.

El Congreso de la ‘Organización de Suizos en el Extranjero’ (OSE) se celebra entre el 11 y el 13 de julio en Lucerna. Es la centésima ocasión en la que las y los representantes de la población helvética residente en el exterior se congregan en Suiza.

La idea de estrechar los lazos entre la Quinta Suiza y su patria nació en el contexto de la Primera Guerra Mundial bajo el impulso de la Nueva Sociedad HelvéticaEnlace externo. La primera Jornada de la ‘Organización de Suizos en el Extranjero’ tuvo lugar en abril de 1918, en el marco de la Feria de las Muestras (Mustermesse) de Basilea.

Y esta primera jornada la marcó el inicio del Congreso Anual tal y como se conserva hasta la fecha. La edición número 100 se celebra en 2024, y no en 2018 como podría esperarse, porque seis ediciones no pudieron materializarse durante algunos años debido a la Segunda Guerra Mundial y posteriormente, debido también a la pandemia de coronavirus (2020 y 2021).

Un encuentro político y social

El encuentro anual de la Quinta Suiza cumple una doble función. En primer lugar, posee una función social, que es permitir a la población suiza que se ha ido a vivir al extranjero regresar a su patria a compartir sus experiencias y durante esa estancia estrechar también los lazos que tiene con su país.

En segundo lugar, existe también una función política, que consiste en reafirmar la existencia de la Quinta Suiza ante la Suiza oficial, así como defender y dar a conocer los intereses específicos que tiene la diáspora. De este aspecto político, en particular, se ocupa el Consejo de la OSE, que organiza una de sus dos sesiones anuales en el marco del Congreso y es conocido como el “parlamento de la comunidad suiza en el mundo”..

Durante los últimos 100 años, el Consejo no siempre se ha celebrado paralelamente al Congreso. Pero la dimensión política siempre ha estado presente. “La forma ha variado algunas veces, pero esta doble dimensión, social y política, siempre ha existido. Es un rasgo de continuidad que hemos visto a lo largo de todos los Congresos”, afirma Ariane Rustichelli, directora de la OSE.

Un nuevo peso político

La Suiza oficial siempre ha prestado atención a las reuniones de la Quinta Suiza, algunas veces, incluso de forma significativa. Por ejemplo, en los años 1940 hasta cuatro consejeros federales viajaron para tomar parte del Congreso.

Sin embargo,  es especialmente desde que la comunidad suiza residente en el extranjero puede votar en las elecciones federales (1992) que la diáspora ha adquirido una mayor visibilidad política. “La Quinta Suiza representa un relevante electorado potencial, así que los diversos partidos también se dirigen a ella actualmente”, destaca el politólogo Claude Longchamp. “Aunque el peso político de la diáspora no es decisivo, sí es importante para algunos partidos políticos”, añade.

Un nuevo peso político que puede constatarse de forma concreta. De algunos años a la fecha, todos los grandes partidos políticos cuentan con una sección internacional que se enfoca específicamente en el electorado suizo en el extranjero.

Este interés político también se hace manifiesto en los Congresos, en donde los estands de los diferentes partidos se han vuelto cada vez más numerosos en los últimos años. Otra señal del interés político que despierta la diáspora se observa en la llamada “cena de los partidos políticosEnlace externo” que tendrá su segunda edición este año en Lucerna.

Tal vez no todos los años

La centésima edición del Congreso de la OSE es también una oportunidad para lanzar una mirada al futuro. En poco más de un siglo, el rostro de la diáspora se ha transformado. “En la época del primer Congreso, las personas suizas que emigraban eran vistas como gente que jamás regresaría a Suiza”, dice Claude Longchamp, “ahora, muchas de estas personas son mucho más móviles. A veces van al extranjero por motivos profesionales, pero se desplazan regularmente entre Suiza y su país de residencia. Ya no son la gente que abandonó Suiza para siempre, sino las personas que pueden volver”.

La modernización de las herramientas de comunicación y de las redes sociales también ha cambiado la situación. Incluso viviendo en el otro extremo del mundo, es posible mantener un contacto instantáneo con los seres queridos en Suiza o mantenerse al corriente de la actualidad en el país de origen. De ahí que una de las preguntas que están en el aire es si una gran reunión anual como el Congreso sigue siendo útil.

Ariane Rustichelli está convencida de que el aspecto social de los Congresos sigue siendo tan relevante como siempre. “El ser humano es, por definición, un ser social”, destaca. La gente que participa en los Congresos disfruta viéndose y charlando con los demás. La pandemia ha demostrado que las nuevas herramientas de comunicación no pueden sustituir por completo a las reuniones cara a cara. Más aún, asistir a estos congresos puede ser la oportunidad de sumergirse en un ambiente suizo. Es posible dar seguimiento a lo que pasa en Suiza a la distancia, pero siempre existirá un valor añadido en venir a vivir la realidad suiza en Suiza”.

Pese a los argumentos anteriores, la realidad es que la asistencia disminuye. Este año, la celebración del Congreso, que tradicionalmente tenía lugar en agosto, ha sido trasladada a julio en un intento por volverla más accesible.

Tomando en cuenta la evolución de estos acontecimientos, es posible que los Congresos adopten en el futuro una forma híbrida, como ya sucede con las reuniones del Consejo, que celebran algunas de sus ediciones en Suiza y otras, en línea. “Es concebible que los Congresos futuros ya no se realicen todos los años en Suiza, sino cada dos o tres años”, coincide Ariane Rustichelli.

Texto adaptado del francés por Andrea Ornelas / Carla Wolff