La mayoría de la comunidad suiza en el extranjero apoya la iniciativa sobre biodiversidad
Mientras que la Iniciativa para la Biodiversidad y la revisión de los planes de previsión profesional fueron derrotadas contundentemente en las votaciones del domingo, un análisis del voto entre los suizos residentes en el extranjero (Quinta Suiza) revela -como suele ser el caso- una dinámica diferente: la mayoría de la diáspora dijo sí a la biodiversidad y rechazó (por poco) la reforma de la LPP.
La votación del domingo se saldó con una doble bofetada a los temas sometidos a votación: la enmienda a la Ley Federal Suiza de Planes de Pensiones de Jubilación, Supervivencia e Invalidez (LPP o BVG, según sus siglas en alemán) fue rechazada por el 67,1% del electorado, y el ‘No’ ganó en todos los cantones. A la iniciativa popular sobre la biodiversidad no le fue mucho mejor: el 63% del electorado, y todos los cantones menos dos, rechazaron la idea de dar a la naturaleza más espacio y más recursos.
La comunidad suiza residente en el extranjero tiende a votar de forma notablemente distinta a la población residente, aunque el alcance de los análisis se ve limitado por el hecho de que sólo 12 de los 26 cantones facilitan estadísticas separadas sobre el voto de sus ciudadanos residentes en el extranjero. Los temas del medio ambiente y las pensiones, en particular, han dado lugar a divergencias significativas en votaciones anteriores; esta no fue una excepción.
Apoyo a la propuesta ecológica
En contraste con la situación a nivel nacional, la mayoría de las y los votantes de la diáspora apoyaron la iniciativa sobre biodiversidad. Ya se habían observado diferencias similares durante la votación de la Ley del Clima en junio de 2023 (cuando el «sí» de la Quinta Suiza fue muy superior al del electorado autóctono) y de nuevo en junio de 2021 con la Ley del CO2: rechazada por los ciudadanos por un estrecho margen, fue sin embargo aprobada por más del 72% de los suizos residentes en el extranjero.
Según Martina Mousson, politóloga de gfs.bern, está surgiendo un «patrón» según el cual los expatriados y expatriadas votan más a favor de la ecología. «Esto tiene que ver con la demografía de este grupo, que suele ser más de izquierdas, más preocupados por el medio ambiente, tienen un mayor nivel educativo y tienden a abordar los temas con una visión más global».
Para la politóloga, lo que marcó la diferencia no fue tanto el contenido real de la propuesta como «la visión ideológica que la gente tiene de la ecología».
Un estrecho margen del ‘no’ a la reforma de pensiones
El «no» a la reforma del régimen de pensiones de vejez (LPP) también se impuso en todos los distritos de la Quinta Suiza, al igual que en todo el país. Sin embargo, el rechazo no fue tan contundente como en Suiza, sino más bien lo contrario.
En materia de pensiones, la diáspora suiza ha votado en el pasado ligeramente más liberalmente que la población residente. Así ocurrió, por ejemplo, el pasado mes de marzo, cuando las personas suizas residentes en el extranjero votaron con menos fuerza en contra de la jubilación a los 66 años. O también en septiembre de 2022, cuando apoyaron más abiertamente el aumento de la edad de jubilación de las mujeres de 64 a 65 años.
El hecho de que este tipo de proyectos sólo preocupen marginalmente a la Quinta Suiza contribuye sin duda a explicar la diferencia en el comportamiento de voto. Otra posibilidad es que, dado que el reto de hacer sostenibles los sistemas de pensiones es compartido por la mayoría de los países desarrollados, los expatriados se muestren algo más abiertos a la reforma.
En el contexto específico de la votación del domingo, también es posible que las dudas sobre la urgencia de la reforma, suscitadas en Suiza por el error de cálculo en las previsiones financieras del SVS (Seguro de Vejez y Supervivencia), fueran menos frecuentes en la diáspora. «Los suizos residentes en el extranjero estaban menos inmersos en este debate y en este ambiente de desconfianza», argumenta Martina Mousson.
Escasa movilización
A escala nacional, acudió a las urnas el 44,5% del electorado, una tasa inferior a la de los últimos llamados a las urnas: la participación media en las votaciones de los últimos cinco años ha sido ligeramente inferior al 50%. También entre la diáspora suiza, la participación fue baja, del 20,7%, frente a una media del 25,6%.
Esta baja participación podría ser un reflejo de la complejidad del proyecto de reforma de la LPP. «Cuando no se sienten en condiciones de juzgar, el electorado suizo tiende a abstenerse en lugar de votar», señala la politóloga.
>>>Sobre las reacciones inmediatas al voto en Suiza, esta entrega visual:
Texto revisado por Samuel Jaberg; adaptado del francés por Carla Wolff y revisado por Patricia Islas
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