R. Checa planea indemnizar a cientos de gitanas esterilizadas a la fuerza
Praga, 10 mar (EFE).- Cientos de mujeres gitanas que fueron esterilizadas sin su consentimiento en República Checa en las últimas cinco décadas serán indemnizadas después de aprobarse un proyecto de ley que pasó este miércoles su primer trámite con el respaldo de una amplia mayoría del Parlamento.
Esas mujeres fueron esterilizadas sin ser informadas ni dar su consentimiento entre 1966 y 2012, algo que el Parlamento reconoce como un error y que prevé compensar con una indemnización equivalente a 11.500 euros.
Aunque el Gobierno checo expresó en 2009 su «arrepentimiento» por las esterilizaciones, no ofreció ninguna indemnización.
La mayoría de los casos ocurrieron en las décadas de 1970 y 1980, durante el régimen comunista de la antigua Checoslovaquia, pero esa práctica siguió también después de la llegada de la democracia en 1990 y se prolongó hasta 2012.
En ese año se introdujo un procedimiento que garantizaba el consentimiento libre e informado días antes de la operación.
ESTERILIZACIÓN TRAS EL PARTO
Antes, las esterilizaciones a menudo se producían «tras una cesárea», cuando la mujer había dado su consentimiento en un estado de aletargamiento mientras estaba «en la mesa de operaciones», declaró a Efe la activista Gwendolyn Albert.
Esto creó dificultades a la hora de denunciar los casos en los tribunales, y llevó a las afectadas a acudir al Defensor del Pueblo, que recomendó recurrir a la vía judicial, a menudo muy complicada, explicó Albert.
El Parlamento se dio hoy un plazo máximo de 20 días para tramitar el proyecto en comisiones, antes de volver a votarlo en la Cámara y aprobar una compensación de 11.500 euros por persona afectada, una derecho que prescribirá a los tres años de aprobarse la ley.
Se calcula, según la activista, que colabora con la agrupación Romea, principal defensora de los derechos del colectivo gitano en la República Checa, que «se acogerán a la ley unas 400 mujeres, aunque los casos de esterilización fueron muy superiores».
La comunidad gitana suma alrededor de 240.000 personas en la República Checa, aproximadamente el 2 % de la población, según el Gobierno checo.
Esta minoría históricamente discriminada tiene mayores índices de pobreza y desempleo que el resto de la población.
REPARAR UNA INJUSTICIA
El Consejo de Europa instó el año pasado al Parlamento checo a aprobar las indemnizaciones para reparar esa injusticia antes de que sea demasiado tarde, porque algunas de las víctimas ya han fallecido.
«Aunque el daño infligido a las víctimas, tanto físico como mental, nunca se podrá reparar, el establecimiento de un mecanismo de compensación ofrecería a estas mujeres cierta justicia», afirmó la comisaria de Derechos Humanos del Consejo de Europa, Dunja Mijatovic.
En opinión de Juan de Dios Ramírez-Heredia, vicepresidente de Unión Romaní Internacional, este proyecto de ley checo tiene que ver con la nueva situación en la que se encuentra la mujer gitana.
«Las mujeres gitanas han perdido el miedo y, sobre todo, ahora tienen una información con la que antes no contaban», declaró a Efe Ramírez-Heredia.
El abogado y periodista también se refirió al fallo del Tribunal Europeo de Derechos Humanos que condenó a Eslovaquia a indemnizar con 43.000 euros a una mujer gitana a la que se esterilizó en un hospital público sin que diese su consentimiento.
Y también a la campaña en favor de la víctimas de la gitana checa Elena Gorolová, que también fue esterilizada en 1990, a sus 21 años, tras un segundo parto con cesárea. EFE
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