RFK Jr en apuros para que el Senado lo confirme como secretario de Salud
Los demócratas arremetieron este miércoles contra el candidato de Donald Trump para dirigir el Departamento de Salud, Robert F. Kennedy Jr., por sus comentarios antivacunas y sus posiciones contradictorias sobre el aborto durante una tensa audiencia de confirmación en el Senado.
«Hoy usted niega bajo juramento que está en contra de las vacunas, pero durante una entrevista de podcast en julio de 2023, dijo, y cito: ‘Ninguna vacuna es segura y eficaz'», soltó el senador Ron Wyden.
Minutos antes, RFK Jr. había asegurado al comité de finanzas del Senado que no era «antivacunas» sino que estaba «a favor de la seguridad», una declaración que provocó protestas.
El heredero de la dinastía Kennedy también prometió que apoyaría las opiniones de Donald Trump sobre el aborto, lo que incluye revisar la seguridad de las píldoras abortivas.
«Estoy de acuerdo con el presidente Trump en que cada aborto es una tragedia. Estoy de acuerdo con él en que no podemos ser una nación con moral si registramos 1,2 millones de abortos por año», sostuvo sin aclarar la fuente de esa estadística.
Kennedy había apoyado hasta hace poco el derecho al aborto, pero hizo un cambio es su postura para tranquilizar a los republicanos dado que una asociación conservadora les ha pedido que no lo apoyen por este tema.
– «Un giro» rápido –
«Nunca he visto a una personalidad política dar un giro tan rápido sobre este tema», criticó Bernie Sanders, figura de la izquierda.
Robert Kennedy Jr. ha sido durante años el portavoz de numerosas teorías de conspiración sobre las vacunas contra el covid-19 y sobre supuestos vínculos entre la vacunación y el autismo.
Los congresistas demócratas lo acusan de haber alimentado la desconfianza hacia la vacunación en las islas Samoa antes del estallido de una epidemia de sarampión que mató a 83 personas.
«Se ha fijado como misión sembrar la duda y desalentar a los padres» que tienen que «vacunar a sus hijos para salvarles la vida», afirmó el senador Ron Wyden, muy indignado.
La nominación de RFK Jr. preocupa a los científicos y profesionales de la salud en un momento en que la circulación del virus de la gripe aviar en Estados Unidos reaviva los temores de una pandemia.
RFK Jr. también fue cuestionado sobre posibles conflictos de interés y sus ingresos procedentes de bufetes de abogados que demandan a las compañías farmacéuticas.
En la audiencia promovió el programa «Haz que Estados Unidos sea sano otra vez» (MAHA), adaptación de un eslogan trumpista, que consiste básicamente en abordar la crisis de enfermedades crónicas a través de una alimentación más saludable y la responsabilidad ambiental. Sus simpatizantes lo aplaudieron.
«¿Por qué cinco de mis hijos tienen alergias?», preguntó Kennedy.
«¿Por qué estamos viendo estas explosiones de diabetes, artritis reumatoide, enfermedades neurológicas, depresión, todas estas cosas que están relacionadas con las toxinas en el medio ambiente?», añadió.
– Apaciguar a republicanos –
Durante la audiencia ha cambiado algunas de sus posiciones para apaciguar a los republicanos escépticos.
Aunque defendió prácticas agrícolas más ecológicas, aseguró a los senadores de los estados rurales que cualquier cambio de política se haría teniendo en cuenta la opinión de los agricultores.
El que fue en su momento candidato independiente a las últimas elecciones presidenciales, antes de unirse a Donald Trump, podría enfrentarse a la oposición de senadores de ambos partidos, encargados de confirmarlo en su puesto.
Pero podría obtener el apoyo de algunos senadores demócratas gracias a su compromiso con la lucha contra los pesticidas y a favor de una alimentación saludable.
El exdemócrata promueve la leche no pasteurizada, temida por las agencias sanitarias, y exige que deje de añadir flúor al agua corriente, una práctica considerada un éxito en la lucha contra las caries dentales, pero que divide a la comunidad científica.
Si fuera confirmado en el cargo, el sobrino del presidente asesinado JFK, de 71 años, dirigiría una agencia federal que emplea a más de 80.000 personas y es responsable de la salud de más de 340 millones de habitantes del país.
Sus críticas hacia las agencias sanitarias estadounidenses, a las que acusa de corrupción, también generan temores de una amplia reestructuración del ministerio si llegara a ser confirmado.
Su personalidad también divide.
Adicto a la heroína en su juventud, el elusivo miembro de la dinastía Kennedy contó durante la campaña varias historias extrañas, como que padece un gusano parasitario en el cerebro y que depositó un osezno muerto en Central Park, en Nueva York.
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