Ruanda pide a la UE no comparar el conflicto del este de la RDC con la guerra de Ucrania

Kigali, 28 feb (EFE).- El ministro de Asuntos Exteriores ruandés, James Kabarebe, defendió en una reunión con el enviado especial de la Unión Europea (UE) para la región de los Grandes Lagos, Johan Borgstam, que el conflicto del este de la República Democrática del Congo (RDC) “no es comparable a la guerra de Ucrania”.

“Cualquier intento de establecer tales comparaciones tiene motivaciones políticas y sólo sirve para desviar la atención de los verdaderos problemas que se plantean”, dijo Kabarebe a Borgstam, según informó el Ministerio de Exteriores ruandés en un comunicado difundido este viernes, donde también confirmaba el encuentro.

En la reunión, que tuvo lugar el jueves en Kigali, la capital ruandesa, el ministro de Asuntos Exteriores aseguró que Ruanda consideraba “lamentable que la política interna de la UE y los intereses creados en la región influyeran en sus decisiones de política exterior por encima de los hechos”.

«Los Estados miembros de la UE son plenamente conscientes del contexto histórico de inseguridad recurrente en la RDC», dijo Kabarebe, quien destacó los problemas internos del Gobierno congoleño, la presencia “de más de 200 grupos armados” en el país, “la persecución sistemática de las comunidades tutsis congoleñas”, o la presencia del grupo rebelde Fuerzas Democráticas para la Liberación de Ruanda (FDLR).

Por ello, el ministro ruandés reiteró al representante comunitario que las medidas punitivas, como las sanciones contra el país adoptadas por Reino Unido o la suspensión de consultas sobre defensa con el Gobierno de Kigali por parte de la UE, «vulneran los derechos de los países afectados y no resuelven la situación».

Así, pidió al club comunitario que participe “de manera positiva” en los esfuerzos de paz regionales y que “evite mezclar la política con asuntos de paz y seguridad”.

Además, Kabarebe trasladó a Borgstam que Ruanda también «enfrenta una amenaza existencial» por la presencia «de la coalición militar internacional de la RDC» en la frontera entre ambos países.

Una «coalición» que, según defendió, está compuesta por «la milicia genocida FDLR, fuerzas burundesas, milicias étnicas wazalendo (afines al Ejército congoleño), la SAMIDRC (la misión de paz de la Comunidad de Desarrollo de África Meridional) y mercenarios europeos».

“Los principios de soberanía e integridad territorial, frecuentemente citados por la UE, también deben aplicarse a Ruanda. La soberanía de Ruanda ha sido violada más de 20 veces desde 2018 con informes bien documentados”, defendió.

Así, el jefe de la diplomacia ruandesa aseguró que el Gobierno ruandés seguirá insistiendo en «obtener garantías de seguridad», que pasan por la retirada de las fuerzas extranjeras cerca de la frontera, la resolución «de la cuestión» del grupo rebelde Movimiento 23 de Marzo (M23) y la neutralización de las FDLR.

Ruanda afronta presiones internacionales por denuncias de que respalda al M23, grupo rebelde que desde principios de año ha capturado importantes áreas del este de la RDC, incluidas las ciudades de Goma y Bukavu, capitales de Kivu del Norte y Kivu del Sur, respectivamente.

Ambas provincias son fronterizas con Ruanda y ricas en minerales como el oro o el coltán, fundamental en la industria tecnológica y en la fabricación de teléfonos móviles.

Según cifras del Ministerio de Salud de la RDC, el número de muertos por el conflicto en Goma y alrededores superó los 8.500 desde el pasado enero.

La actividad armada del M23 -grupo formado principalmente por tutsis que sufrieron el genocidio ruandés de 1994- se reanudó en noviembre de 2021 con ataques relámpago contra el Ejército congoleño en Kivu del Norte.

Desde entonces, el grupo ha avanzado por varios frentes, lo que ha elevado los temores de una posible guerra regional.

Desde 1998, el este de la RDC está sumido en un conflicto alimentado por milicias rebeldes y el Ejército, a pesar de la presencia de la misión de paz de la ONU (Monusco). EFE

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