Ruanda rechaza las sanciones de Alemania por el conflicto en el este de la RD del Congo

Kigali, 5 mar (EFE).- El Gobierno de Ruanda rechazó este miércoles la decisión de Alemania de suspender nuevos compromisos financieros y de revisar la colaboración existente entre ambos países en el ámbito de la cooperación al desarrollo por su papel en el conflicto del este de la República Democrática del Congo (RDC), ya que consideró que «politizar» esta ayuda es «contraproducente».

En un comunicado, el Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación Internacional ruandés consideró que “la politización de la cooperación al desarrollo por parte del Gobierno provisional de Alemania es errónea y contraproducente”.

“Alemania contradice sus propias afirmaciones de apoyar el proceso liderado por África para resolver el conflicto en el este de la RDC al dejar que este país se libre de numerosas violaciones”, subrayó.

Según el Gobierno ruandés, países como Alemania, “que tienen una responsabilidad histórica en la inestabilidad recurrente de esta región, deberían saber que no deben aplicar medidas unilaterales y coercitivas».

«Para un país que se enorgullece de tomarse en serio las señales de advertencia del extremismo étnico, Alemania demuestra una absoluta falta de valor al ignorar la amenaza que suponen las milicias genocidas FDLR (Fuerzas Democráticas para la Liberación de Ruanda) respaldadas por la RDC para Ruanda”, subrayó.

El país africano aseguró, asimismo, que pese a las sanciones internacionales seguirá protegiendo su seguridad nacional.

La decisión de Alemania se suma a la de otros gobiernos, como el de Canadá, que el lunes anunció que suspendía la emisión de permisos para la exportación de bienes y tecnologías controladas a Ruanda, entre otras medidas; o el británico, que la semana pasada anunció medidas punitivas al suspender temporalmente la ayuda directa a Ruanda.

Ruanda afronta presiones internacionales por denuncias de que respalda al Movimiento 23 de Marzo (M23), grupo que desde principios de año ha capturado importantes áreas del este de la RDC, incluidas las ciudades de Goma y Bukavu.

El M23, que cuenta con el apoyo de Ruanda -según las Naciones Unidas y países como EE.UU., Alemania y Francia-, tomó el fin de semana del 15 y el 16 de febrero Bukavu, estratégica capital de Kivu del Sur, vecina de Kivu del Norte, cuya capital, Goma, ocupó también el pasado 27 de enero.

El grupo controla ahora las capitales de esas dos provincias, fronterizas con Ruanda y ricas en minerales como el oro o el coltán, fundamental en la industria tecnológica y en la fabricación de teléfonos móviles.

El número de muertos por el conflicto en Goma y alrededores superó los 8.500 desde enero pasado, según aseguró el pasado jueves el ministro congoleño de Salud Pública, Samuel Roger Kamba.

El pasado 24 de febrero, la primera ministra de la RDC, Judith Suminwa, afirmó en Ginebra que, según las cifras del Ministerio de Salud Pública, desde enero de 2025 el conflicto ha provocado la muerte de más de 7.000 congoleños, de los que 2.500 han sido enterrados sin identificar.

La actividad armada del M23 -grupo formado principalmente por tutsis que sufrieron el genocidio ruandés de 1994- se reanudó en noviembre de 2021 con ataques relámpago contra el Ejército congoleño en Kivu del Norte.

Desde entonces, el grupo ha avanzado por varios frentes, lo que ha elevado los temores de una posible guerra regional.

Desde 1998, el este de la RDC está sumido en un conflicto alimentado por milicias rebeldes y el Ejército, a pesar de la presencia de la misión de paz de la ONU (Monusco). EFE

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