Ruanda rompe su cooperación con Bélgica y acusa al país de sabotear su ayuda internacional
Kigali, 19 feb (EFE).- Ruanda suspende su programa de cooperación bilateral con Bélgica por considerar que el país europeo, junto con la República Democrática del Congo (RDC), ha desarrollado una “agresiva campaña” destinada a sabotear el acceso de Ruanda a los programas de ayuda al desarrollo en las instituciones multilaterales, anunció el Ministerio de Exteriores ruandés.
“Bélgica ha tomado la decisión política de elegir un bando en este conflicto, lo cual está en su derecho, pero politizar el desarrollo es sencillamente un error. Ningún país de la región debería ver comprometida su financiación para el desarrollo como herramienta de presión”, dijo el Ministerio en un comunicado difundido a última hora del martes.
Ruanda consideró la acción de Bélgica como una “interferencia extrema injustificada” que, según defendió, “socava el proceso de mediación liderado por África y, por tanto, corre el riesgo de retrasar la solución pacífica del conflicto”.
Así, y al considerar que ya no existe una “base sólida” para la cooperación con Bélgica, decidió suspender el programa de ayuda bilateral 2024-2025 que mantenía con el país europeo.
“Ruanda no se dejará intimidar ni chantajear para que se comprometa su seguridad nacional”, advirtió el Ministerio de Exteriores en el texto.
“Mantener el respeto mutuo y apoyar plenamente la mediación de la UA (Unión Africana), la EAC (Comunidad de África Oriental) y la SADC (Comunidad de Desarrollo de África Meridional) es esencial en estos momentos difíciles para nuestra región”, añadió.
Por su parte, el ministro de Exteriores belga, Maxime Prevot, aseguró que Bélgica “toma nota” de la decisión ruandesa y que su Gobierno “está decidido” a proseguir sus “esfuerzos de sensibilización y movilización” de la comunidad internacional para encontrar una solución pacífica al conflicto que asola el este de la RDC, “basada en el derecho internacional”.
Aún así, Prevot garantizó en su cuenta de la red social X que Bélgica “está comprometida” con desarrollar un proceso de suspensión de esta cooperación bilateral con Ruanda que sea «profesional» para preservar “los logros” de “la larga cooperación» de ambas naciones en beneficio del pueblo ruandés.
La ofensiva del Movimiento 23 de Marzo (M23) -grupo formado principalmente por tutsis que sufrieron el genocidio ruandés de 1994- en el este de la RDC ha incrementado la tensión con la vecina Ruanda, ya que el Gobierno congoleño acusa a Kigali de apoyar a los rebeldes, un extremo que ha confirmado la ONU.
Por su parte, Ruanda y el M23 acusan al Ejército congoleño de cooperar con las FDLR, grupo fundado en 2000 por cabecillas del genocidio y otros ruandeses exiliados para recuperar el poder político en su país, una colaboración que también ha corroborado la ONU.
La actividad armada del M23 se reanudó en noviembre de 2021 con ataques relámpago contra el Ejército congoleño en Kivu del Norte y, desde entonces, ha ido avanzando por varios frentes hasta tomar Goma, capital de dos millones de habitantes y sede de numerosas ONG internacionales e instituciones de las Naciones Unidas, y Bukavu, capital de la vecina Kivu del Sur, de más de un millón de habitantes.
Desde 1998, el este de la RDC está sumido en un conflicto alimentado por milicias rebeldes y el Ejército, a pesar de la presencia de la misión de paz de la ONU (Monusco). EFE
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