Segundo partido del Gobierno de unidad sudafricano pide investigar crisis de los mineros
Johannesburgo, 15 ene (EFE).- La Alianza Democrática (DA, en inglés), el segundo partido del Gobierno de coalición de Sudáfrica y principal fuerza de la oposición hasta las elecciones del pasado mayo, pidió este miércoles al presidente, Cyril Ramaphosa, una investigación independiente sobre la situación en una mina del noreste del país, donde se cree que cientos de mineros ilegales permanecen atrapados bajo tierra.
«Con 60 cuerpos recuperados en la mina de Buffelsfontein (cerca de la localidad de Stilfontein) hasta el momento, está claro que la magnitud del desastre confirma los temores de muchas personas», dijo la DA en un comunicado, al cuestionar las acciones de la Policía y del Departamento de Recursos Minerales y Energía en la gestión de esta crisis que ha conmocionado al país.
Así, el partido consideró que «surgen interrogantes sobre la incapacidad de la Policía para determinar la verdadera situación bajo tierra o, peor aún, sobre su conocimiento de la situación real, que ni se hizo pública ni se actuó al respecto».
«Es necesario preguntar si la Policía se siente limitada por el Estado de derecho o si está dispuesta a utilizar la venganza y el castigo como métodos aceptables para combatir la minería ilegal», señaló la DA.
Así, el partido pidió a Ramaphosa que «establezca inmediatamente una comisión de investigación independiente sobre todos los aspectos de lo ocurrido (…) para que se sancione a quienes hayan incumplido su deber», antes de que los mineros ilegales y otros testigos se dispersen y no se les pueda interrogar.
«Los mineros ilegales y sus jefes y explotadores asociados han dañado la economía sudafricana y han convertido en un infierno la vida de decenas de miles de nuestros ciudadanos, pero muchos mineros ilegales de bajo rango simplemente intentan ganarse la vida», aseveró la DA.
El partido lamentó que, hasta la puesta en marcha de una operación en diciembre de 2023 para acabar con este fenómeno, las autoridades no habían tomado ninguna medida «sustancial», citando como prueba de esto el hecho de que esta práctica no está tipificada como delito penal en el país y que los policías no cuentan con la capacidad de investigación o el armamento necesario para combatirla.
Según informó la Policía a última hora del martes, un total de 106 mineros vivos fueron subidos a la superficie el martes y otros 26 el lunes en la citada mina -a unos 160 kilómetros de la ciudad Johannesburgo y de más de 2 kilómetros de profundidad-, mientras la cifra de cadáveres extraídos asciende ya a 60.
Se cree que son cientos los mineros ilegales, conocidos localmente como ‘zama-zamas’ (expresión coloquial en lengua zulú que significa ‘arriesgarse’ o ‘intentarlo de nuevo’), que están atrapados bajo tierra en diferentes pozos de la zona desde hace más de dos meses.
A mediados del pasado octubre, la Policía bloqueó el suministro de agua y comida para forzar su salida, pero los envíos se reanudaron en diciembre como resultado de una orden judicial y después de la fuerte presión de activistas por los derechos humanos y de miembros de la comunidad local, que también acusaron a la Policía de haber retirado las cuerdas que los mineros usaban para salir.
Esta crisis se enmarca en la operación policial «Vala Umgodi» (‘Cerrar la mina’, en zulú), puesta en marcha en diciembre de 2023 para atajar la minería ilegal en el país y que, hasta el pasado mes de noviembre, había propiciado la detención de más de 13.690 sospechosos en siete provincias.
Esta práctica abunda en Sudáfrica con mineros que trabajan en numerosas explotaciones en desuso y abandonadas, sobre todo en la zona de Johannesburgo y alrededores, a las que descienden a menudo con suficientes suministros para permanecer bajo tierra durante meses y así aumentar los beneficios de sus actividades.
Además de los riesgos que conlleva, la minería ilegal hace mella en la economía sudafricana y supone enormes pérdidas de ingresos tanto para el Gobierno como para la industria minera del país. EFE
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