El abogado Juan Branco agradece el apoyo de España para su liberación y critica a Francia
París, 9 ago (EFE).- El abogado francoespañol Juan Branco, uno de los letrados del líder opositor senegalés Ousmane Sonko, agradeció hoy las gestiones de España y Portugal para lograr su puesta en libertad y criticó duramente al Gobierno francés por su ausencia de reacción tras su arresto el viernes en Mauritania y envío a Senegal.
«Menos mal que España y Portugal han estado ahí. Ione Belarra (ministra saliente de Derechos Sociales y Agenda 2030) ha hecho muchas gestiones y el ministro de Asuntos Exteriores español (José Manuel Albares) también», indicó este miércoles en declaraciones a EFE.
«Pero del lado francés nada, parecían contentos de que me encontrara en esa situación», agregó Branco, antes de apuntar que, en el tiempo que estuvo detenido, Francia -que tiene buenas relaciones con el Gobierno del presidente Macky Sall- no mandó ni a su cónsul ni al embajador, a pesar de la gravedad de su caso y de tener la información de dónde se encontraba.
El abogado también detalló a EFE las circunstancias de su arresto, que comenzó con su huida a Mauritania desde Senegal, una vez percibió «ruido» de que se le buscaba por supuestos delitos de llamada a la insurrección, por difundir noticias falsas y por haber cometido actos sospechosos de comprometer la seguridad pública.
Una vez llegó a Mauritania, utilizando una piragua, se presentó en un puesto militar para dar parte de su situación e iniciar los trámites para regularizarse con un visado de tránsito, a obtener en Nuakchot, antes de volver a Francia.
En la capital mauritana, sin embargo, fue interceptado por agentes del servicio secreto que lo llevan de vuelta a Senegal.
«En el momento en el que intervenían los servicios secretos en una situación como esta, en un país como Mauritania, podía pasar cualquier cosa», lamentó Branco, que tacha el trato que recibió una vez detenido de «absurdo y desproporcionado».
Una vez en Senegal, quedó detenido en la ciudad de Saint Louis tras una «parodia de proceso judicial en la que pretenden respetar tus derechos», describe, sin violencia física, pero en muy malas condiciones carcelarias.
Su detención, según Branco, constituye un mensaje de «intimidación» enviado por el Gobierno de Macky Sall, que a él lo puso en la diana sobre todo a raíz de la demanda interpuesta contra el presidente senegalés y otros altos cargos por crímenes de lesa humanidad ante la Corte Penal Internacional (CPI), por la represión de las recientes manifestaciones antigubernamentales.
«Senegal ya no es una democracia, es un Estado que no sé si se ha vuelto loco, pero que está en una fase muy grave. Ahora, o conseguimos crear una forma de presión internacional y diplomática para asegurar una transición democrática y la liberación de estas personas, o una noche muy duradera va a instalarse», opinó.
Para Branco, se está empujando a Senegal, donde calcula que hay unos 1.700 presos políticos, a un golpe militar.
Hay, además, un «problema grave» por parte de Francia, pero también más general, de la Unión Europea, en la forma en la que se concibe la región, con una «visión cínica».
Ese trato empuja, según él, a las poblaciones a detestar a los gobiernos europeos y los «aboca a ir hacia regímenes militares» -como se ha visto en Burkina Faso, Níger y Mali- y «hacia Rusia», o al menos hacia aceptar formas de imperialismo «nuevas». EFE
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