Serbia vive su peor crisis desde 2012 en medio de una ola de protestas de estudiantes
Bogdan Dasic
Belgrado, 29 ene (EFE).- Serbia, donde una ola de protestas estudiantiles contra el Gobierno no para de crecer, vive actualmente la crisis política más profunda desde la llegada al poder en 2012 del partido populista nacionalista SNS, encabezado por el presidente, Aleksandar Vucic, acusado por sus críticos de autoritario y corrupto.
Ante la incesante ola de protestas estudiantiles, desencadenada por el derrumbe del tejado de la estación de trenes en Novi Sad, que causó 15 muertos, el todopoderoso mandatario acaba de «sacrificar» a su primer ministro y líder del SNS, Milos Vucevic, quien dimitió el martes «para no seguir aumentando la tensión en la sociedad».
El suceso del pasado 1 de noviembre -para muchos en el país balcánico producto de la endémica corrupción- es la gota que colmó el vaso de la insatisfacción con el sistema de Vucic, un populista omnipresente en los medios afines que ahora se niega a asumir responsabilidades.
Junto con el primer ministro renunció también Milan Djuric, alcalde de Novi Sad, la segunda ciudad del país, en un intento de apaciguar a los manifestantes, que exigen explicaciones y responsabilidades penales.
Vucevic, líder del SNS desde 2023, fue hasta 2022 alcalde de Novi Sad, al norte de Belgrado, en una época en la que empezaron a manos de una empresa china las obras de reforma de la estación colapsada.
Peones reemplazables
«Vucevic y Djuric son solo peones reemplazables que hicieron lo que se les dijo, al igual que lo serán aquellos que Vucic enviará para reemplazarlos», asegura en declaraciones a EFE el analista Ivan Protic, antiguo director de la radio B92.
Por el momento las dimisiones no apaciguan los ánimos, ya que muchos manifestantes consideran que solo se trata de un intento de engañar a la ciudadanía.
«Que dimita todo el gobierno, nosotros seguiremos protestando. Que convoquen elecciones, nosotros seguiremos protestando. Que formen un gobierno de transición, nosotros seguiremos protestando», escribió Irina, una estudiante, en un mensaje que se ha vuelto viral en las redes sociales en el país balcánico.
«Nuestras exigencias están dirigidas a la Fiscalía. Estamos pidiendo justicia que solo pueden ofrecer los órganos judiciales. Queremos que vayan a la cárcel y que respondan por la muerte de 15 personas», añadió la joven.
Nuevo Gobierno o elecciones
Tras la dimisión de su primer ministro, Vucic dijo este martes que el gobernante SNS (Partido Progresista Serbio) tomará una decisión en los próximos diez días sobre si se convocarán nuevas elecciones (posiblemente en abril) o si se elegirá un nuevo gobierno.
Según los analistas, las opciones propuestas por Vucic -un antiguo ministro de Información del entonces presidente autoritario Slobodan Milosevic- parecen ser una mera táctica para ganar algo de tiempo, con la esperanza de que las protestas se diluyan.
De hecho, muchos en Serbia creen que adelantar las elecciones llevaría simplemente a una repetición de los comicios generales y locales de 2023 y 2024, ganadas por el SNS y que según la oposición fueron fraudulentas.
«El régimen no es capaz de cumplir con las demandas de los estudiantes porque no entiende que esas exigencias no están dirigidas a Vucic sino al funcionamiento independiente de las instituciones y al establecimiento de la justicia elemental en la sociedad», aseguró Dinko Gruhonjic, periodista y profesor en la Universidad de Novi Sad.
Para Gruhonjic, quien suele ser difamado por el Gobierno y sus medios afines como «enemigo del Estado», el régimen de Vucic vive al margen de la realidad de la ciudadanía.
«Sus manos están manchadas de sangre y no habrá negociaciones con ellos», aseguró el profesor en declaraciones a EFE.
Los estudiantes, apoyados por alumnos de institutos, docentes y otros ciudadanos, exigen un cambio más estructural, hacia una sociedad con instituciones democráticas, el estado de derecho y medios de comunicación libres.
«Una remodelación del gobierno nunca ha sido nuestro objetivo, porque los estudiantes no tienen objetivos políticos: nos hemos distanciado de los partidos políticos», explicó a EFE Nemanja, un estudiante de Novi Sad.
Negociar con la UE siendo amigo de Rusia
Pese a estar negociando su entrada en la Unión Europea (UE) desde 2014, el Gobierno serbio, siempre bajo el dominio de Vucic que en realidad ostenta un cargo protocolario, sigue sin alinear su política exterior con Bruselas y mantiene sus estrechas relaciones históricas con Rusia.
Por eso, Serbia no se ha unido a las sanciones europeas contra Moscú por la invasión rusa de Ucrania, mientras en Bruselas crecen las dudas sobre su compromiso con el Estado de derecho, la libertad de prensa y la democracia en general.
En los últimos años hubo numerosas protestas contra Vucic, sobre todo en Belgrado, aunque esta vez se han extendido a otras regiones, con apoyos más amplios y llamativos, como del sindicato de empleados de la televisión estatal RTS o del astro serbio del tenis mundial Novak Djokovic.
El lunes por la noche seguidores de Vucic atacaron e hirieron a varios estudiantes cerca de un local del SNS en Belgrado, lo que causó enorme indignación y más protestas, también este miércoles.
Según Gruhonjic, cada régimen autoritario utiliza el miedo como su principal herramienta de gobierno, pero ese miedo está empezando a desaparecer entre los manifestantes.
«Estamos ante el final de este régimen. Su caída sucederá más rápido de lo que muchos esperan», vaticinó el profesor que apoya abiertamente las protestas. EFE
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