El personal de ayuda a domicilio, tan frágil como esencial
En una Suiza que envejece, la ayuda a domicilio se ha convertido en un eslabón indispensable en la red de atención y asistencia a las personas mayores. Sin embargo, esa actividad, cada vez más demandada y diversificada, aún no está debidamente protegida.
La demanda de asistencia y cuidados a domicilio ha crecido de manera constante durante la última década en Suiza. Y, previsiblemente, aumentará aún más en los próximos años a medida que la generación del baby boom alcance una edad avanzada.
Las cifras son elocuentes: en 2018, último año del que existen estadísticas, un total de 2 168 servicios a domicilio -sin fines de lucro o privados- representaron en Suiza 16,9 millones de horas de cuidados y más de 6 millones de horas de ayuda a 367 378 personas. Casi las tres cuartas partes de los beneficiarios tenían 65 años o más. En total, cerca de 52 000 personas participaron en ese marco lo que equivale a 23 554 puestos de trabajo en un equivalente a tiempo completo.
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Los salarios en Suiza no son lo que parecen
Ignorados
Además de los servicios de ayuda y cuidados a domicilio, estos trabajadores desempeñan un papel de primer plano para las personas mayores. Por hora, de noche o de día, 24 horas sobre 24, por un período limitado o indeterminado, las modalidades de empleo de los auxiliares varían según las necesidades de los asistidos. Algunos establecen acuerdos directamente con los usuarios, otros pasan por agencias de empleo privadas o sin ánimo de lucro.
Pero ¿cuántos hay? ¿Cuántas horas trabajan? ¿Cuáles son sus ingresos? En Suiza, hasta ahora no se han recopilado datos sobre los asistentes y sus prestaciones, indica la Oficina Federal de Estadística. Ni siquiera en términos de estimaciones hay indicaciones globales actualizadas: la única de la que dispone la Confederación figura en el informe publicado en 2016Enlace externo por el Gobierno federal, precisa la Secretaría de Estado de Economía.
La investigación se refirió únicamente a los «migrantes pendulares», es decir, los cuidadores que trabajan en Suiza durante un período de dos semanas a tres meses, interrumpidos por períodos más o menos largos, en los que regresan a su país. Las personas que viven con la persona asistida generalmente permanecen a su disposición prácticamente las 24 horas del día Se estiman en alrededor de 10 000 los migrantes pendulares en situación regular que trabajan como ayudantes a domicilio en la Confederación, y su número aumenta.
Miedo a perder el trabajo
Esta «invisibilidad» estadística es sintomática de su situación en el mercado laboral: «En general, están en una posición débil, especialmente los cuidadores que viven en los hogares en los que laboran», explica Michela Camozzi Zanini, consultora de la Antenna badantiEnlace externo en la Asociación de Asistencia y Cuidados a Domicilio de Bellinzona (ABADEnlace externo), en el cantón del Tesino.
El asesoramiento se ofrece en tres etapas diferentes. Antes de contratar una ayuda a domicilio, se proporciona información general sobre cómo encontrarla, cuáles pueden ser los costos, los tipos de contratos, los derechos y obligaciones de las partes, y la posibilidad de recibir subsidios. “A veces, después de evaluar la situación, también doy consejos. Por ejemplo, sugiero contratar a un cuidador de día o solo de noche, según corresponda, en lugar de 24 horas sobre 24”.
Cuando la colaboración ha comenzado, se proporciona información y supervisión para ambas partes. Eso permite verificar que las habilidades de la persona contratada responden a las necesidades y sus derechos son respetados. Si surgen diferencias, se ofrece mediación.
Al término de la relación laboral, se proporciona información y asesoramiento al personal de cuidados para la búsqueda de un nuevo trabajo y, eventualmente, un alojamiento temporal.
Desde 2014, seis «antenas de cuidadores” operan en el cantón del Tesino. Es un servicio de consultoría público y gratuito, financiado por el cantón y las comunas, sin ánimo de lucro. Su misión: ofrecer un punto de referencia a las personas mayores que necesitan cuidados a domicilio y a su familia, así como a los trabajadores auxiliares. En cada antena hay un profesional sociosanitario a tiempo parcial. «El objetivo es contribuir a garantizar una asistencia de calidad y promover el diálogo entre los involucradas”, explica Michela Camozzi Zanini.
Claramente, no se puede meter a todo el mundo en el mismo saco. “Cada situación es única y hay que evaluarla individualmente. He visto familias maravillosas que ofrecen buenas condiciones de trabajo a los cuidadores y casos de auxiliares que no respetan las normas. Pero lo más frecuente es que el cuidador se encuentre en una posición desfavorable”, observa Michela Camozzi Zanini.
Uno de los problemas más frecuentes es la falta de tiempo libre, sobre todo de los cuidadores que viven en el domicilio en el que trabajan. En muchos casos no tienen otro techo en Suiza, explica la especialista. Además, muchos cuidadores prefieren no tomarse las vacaciones y los descansos habituales para acumular días libres y pasarlos luego en su país. Con riesgo de consecuencias negativas para su salud y de burnout.
«Esta situación es conveniente para las familias porque el cuidador siempre está presente y tienen que buscar un reemplazo solo una vez al año», agrega Camozzi Zanini.
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Cuidar de unos padres mayores cuando se vive lejos
Por otro lado, hay muchos ayudantes que no se atreven a pedir el tiempo libre al que tienen derecho «por miedo a perder su empleo. Ese miedo está muy presente», apunta la consultora de Antenna badanti.
Un recelo que incluso los lleva a rechazar el apoyo de la consultora. “Si los colaboradores de la ABAD me dicen que una cuidadora está en una situación difícil, siempre me comunico con ella para ofrecerle una mediación con la familia. Pero si ella no quiere, no puedo hacerlo”, precisa.
Una emancipación aún lejana
“Lo ideal es tomar contacto desde que la familia contrata al auxiliar para aclarar todo desde un principio”.
Desde 2011, el personal doméstico, incluidos los cuidadores, está sujeto al salario mínimo bruto establecido en una ordenanza federal en toda Suiza. Actualmente oscila entre 19,20 francos la hora para el personal no calificado y 23,20 francos para el calificado. El personal doméstico tiene derecho a 4 (en algunos cantones, 5) semanas de vacaciones pagadas al año y a días festivos también remunerados.
Por otro lado, el contrato colectivo de trabajo para la rama del trabajo temporal se aplica a las ayudas a domicilio contratadas a través de agencias de empleos temporales desde 2012. En ese caso, el salario mínimo varía según las calificaciones y las áreas de trabajo. Actualmente, oscila entre 20,33 francos por hora para el personal no calificado en el Tesino y 25,62 francos por hora para el personal calificado en las regiones de salarios altos.
Se puede deducir un máximo de 990 francos del salario mensual por alimentación y alojamiento a los cuidadores que viven en el hogar de la persona asistida.
Esos salarios mínimos legales no siempre son respetados.
Una encuesta de 2015 encontró que las agencias pagaban entre 1 500 y 3 000 francos al mes, incluidos alojamiento y comida, a los ayudantes a domicilio, contratados principalmente en países de Europa del Este que son miembros de la UE. También se registraron casos de salarios mensuales inferiores a 1 000 francos. Los costos facturados a los clientes de esas agencias oscilaban entre 4 500 y 13 500 francos mensuales.
A los sueldos brutos de los cuidadores se añaden las cuotas de las cotizaciones a la seguridad social y los seguros a cargo de los empleadores, así como los costes administrativos y de intermediación.
Para las personas que necesitan asistencia activa con regularidad, día y noche, los 7 días de la semana, los costos son aún mayores a medida que se acumulan los salarios de más cuidadores.
Cabe señalar que, de acuerdo con la ley, los auxiliares no están autorizados a prestar cuidados de enfermería. Estos últimos solamente pueden ser prodigados por personal de enfermería o trabajo comunitario de salud con diplomas reconocidos y autorizados por los cantones. Por lo tanto, los costos relacionados no se incluyen en los de un cuidador.
Aunque por ahora los auxiliares contactan raramente a los “cuidadores de antenas” por iniciativa propia, este servicio supone un avance para el reconocimiento y valorización de su labor. Otros dos elementos importantes de esta estrategia que implementa el Tesino son la capacitación ad hoc para los ayudantes a domicilio, que les permite obtener un diploma cantonal, y la regulación en un contrato normal de trabajo cantonal de asistencia a domicilio, 24 horas sobre 24, para personas mayores, según el modelo nacionalEnlace externo (CTT).
Sin embargo, todavía queda un largo camino por recorrer para la mejora general de las condiciones laborales de los cuidadores en el Tesino. Y más aún en la inmensa mayoría de los cantones de Suiza que, pese a la solicitud del Gobierno federal, no han implementado aún las disposiciones del modelo nacional de CTT.
Traducido del italiano por Marcela Águila Rubín
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