Aumenta la cocaína en las aguas de Suiza
Un proyecto de la Universidad de Berna muestra que las aguas residuales que se utilizan en los centros urbanos contiene cantidades sorprendentes de cocaína. Un estudio permite realizar estimaciones del consumo de esta droga.
Los investigadores pretenden ahora detectar otras drogas presentes en el agua.
El consumo de cocaína es cada vez mayor en Suiza. Hasta ahora sólo había estimaciones aproximadas que se basaban principalmente en el volumen de drogas aprehendidas por la policía o gracias a las informaciones obtenidas en cuestionarios anónimos.
En 2009, un estudiante de Química de la Universidad de Berna montó un proyecto piloto. Cristoph Mathieu decidió hacer su tesis de fin de carrera con el análisis de las aguas residuales en las ciudades de Zúrich, Ginebra, Berna, Basilea y Lucerna.
“Los resultados de ese estudio, que deberían ser publicados al final de 2010, demuestran que el método de detección epidemiológico funciona con una gran precisión para la cocaína”, celebra el profesor Rudolf Brenneisen, del departamento de Farmacología de la Universidad de Berna, que orientó el trabajo del estudiante.
Milésima de gramo
Gracias a dos instrumentos de medición -uno de ellos muy sofisticado del laboratorio de protección de aguas del cantón de Berna- las muestras de medio litro cada una fueron recogidas para analizar la proporción de cocaína. Ese trabajo fue hecho en colaboración con los ingenieros de las diversas estaciones de depuración.
“Nuestros instrumentos se regularon con mucha precisión, lo que posibilitó detectar la sustancia a un escala de una milésima de gramo por litro” (1 nanogramo por litro), explica el profesor Brenneisen.
“Las muestras de aguas usadas se habían filtrado varias veces, antes de poder ser analizadas con nuestras herramientas”, precisa el especialista.
Otros países (España, Italia, Alemania, Bélgica, Países Bajos o Luxemburgo) ya hicieron análisis similares, aunque el estudio de la Universidad de Berna es el más avanzado hasta ahora.
Cocaína omnipresente
El autor del estudio, Christoph Mathieu, dice que él mismo fue el primero que se vio sorprendido por los resultados y por las cantidades de cocaína presentes en dichas muestras.
Por cierto que un problema inesperado complicó su trabajo: las dificultades para encontrar una muestra comparativa sin presencia de cocaína.
Solamente las aguas de una pequeña depuradora cerca del lago de Thun (cantón de Berna), no contenían restos de cocaína. En todas las otras muestras del proyecto piloto había presencia de la sustancia.
Picos de consumo
Los análisis hechos durante los 12 meses de duración del proyecto demostraron que el 3% de la población de Berna (140.000 habitantes aproximadamente) entre 16 y 64 años “tomaría” una raya (más o menos 0,1 gramos) de cocaína por día.
Según su reputación de ‘droga recreativa’, el consumo sube mucho en los fines de semana y durante grandes eventos como los festivales.
Las cantidades de benzoilmetilecgonina, principal metabólico de la cocaína encontrado en la orina, tienen su punto más alto durante el ‘Street Parade’ de Zúrich, en agosto pasado, con tres microgramos por litro de agua residual examinada.
Continúa la investigación
El profesor Rudolf Brenneisen expone que esto no se puede detener aquí. El investigador del Laboratorio de Protección de Agua y del Suelo del cantón de Berna quiere estudiar otros productos tóxicos para ampliar el espectro de análisis de las aguas residuales en Suiza.
Los científicos se interesan por detectar cerca de 20 sustancias, como la morfina y las anfetaminas que, junto con diversas substancias hormonales detectadas por otros laboratorios universitarios, preocupan al profesor Brenneisen.
“Se encuentran fuertes concentraciones en los protectores solares, ampliamente utilizados por la población, e ignoramos todavía los efectos de esas substancias a largo plazo en los seres humanos y en el medio ambiente”.
La punta del iceberg
Tras ser filtradas y depuradas en los centros de tratamiento, las aguas residuales vuelven a la capa freática o a los depósitos. “Posteriormente serán nuevamente consumidas por los ciudadanos, inclusive a través de la cadena alimentaria, en los peces”, explica el profesor, que niega ser alarmista.
Dicho de otra manera, los tradicionales análisis bacteriológicos y de residuos químicos hechos por los laboratorios cantonales podrían revelar apenas la punta del iceberg respecto a la calidad de las aguas en Suiza. La cuestión ahora es saber si las pruebas hechas habitualmente garantizan realmente la calidad del agua del grifo, que los suizos beben regularmente.
Nicole della Pietra, swissinfo.ch
(Adaptación: Iván Turmo)
El consumo de cocaína en Suiza aumentó de manera exponencial en los último cinco años.
Según varias estimaciones recientes, entre 25.000 y 60.000 personas consumen cocaína diariamente en el país.
La oferta responde a la subida de la demanda.
Informaciones de polícias cantonales dicen que la pureza media de la cocaína en el mercado es del 37% pero puede llegar al 20%.
Genalmente contiene mezclas con azúcar y productos farmacéuticos.
En las calles de Zúrich, Berna, Ginebra o Lugano, los traficantes son generalmente africanos.
La mayoría de los consumidores son suizos.
El precio de una raya es de 11 a 13 francos, entre 8 y 10 euros.
Hemorragias nasales, problemas respiratorios, alteración del sueño.
Inquietud, irritabilidad, agresividad.
Apatía sexual, impotencia.
Trastornos nutricionales.
Cefaleas o accidentes vasculares, que pueden llegar al infarto cerebral.
Complicaciones psiquiátricas: irritabilidad, crisis de ansiedad, disminución de la memoria y de la capacidad de concentración.
‘Psicosis cocaínica’: consiste en la aparición brusca de ideas paranoides que llevan a la persona a un estado de confusión, pudiendo producir verdaderas crisis de pánico y alucinaciones.
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