El día a día en el Ártico
Preparar el equipaje y la comida adecuados es fundamental. Ulrich y el grupo con el que trabaja han creado pequeñas bolsas de plástico en forma de salchicha en las que se depositará el equivalente a una comida completa.
“El desayuno consistirá en gachas de avena, nueces, frutos secos, leche en polvo y azúcar”, explica el explorador. “Hay que calentar esta comida por la mañana. Durante el día, el alimento será bastante parecido, pero adicionando raciones de carne y chocolate”.
Ulrich consumirá aceite de oliva y mantequilla, los alternará para tener variedad, pero también para asegurar la grasa corporal. En total, consumirá unos 20 kilogramos de avena y 14 litros de aceite de oliva.
La cena consistirá en puré de patatas con diferentes tipos de carne seca cocinados en una estufa que ha sido fijada a una placa de carbón. Así se calentarán mientras él monta la tienda de campaña en la que dormirá.
El combustible que utilizará para derretir la nieve para poder cocinar es uno de los artículos más pesados que cargará en el trineo.
Al final del viaje consumirá unas 6 500 calorías diarias.
También tiene previsto consumir 200 gramos de chocolate al día, producto que sacará de su embalaje normal para ponerlo en una bolsa de plástico antes de iniciar la ruta diaria. “Al día siguiente, utilizaré la bolsa como barrera de vapor en mis pies”, dice con toda naturalidad.
Al principio del viaje consumirá menos calorías, ya que se propone subir de peso antes de la expedición y sabe que irá adelgazando a lo largo de esta. Al final del viaje consumirá unas 6 500 calorías diarias.
La caminata diaria será intensa, prevé que dure unas nueve horas. Además destinará dos horas cada mañana a alistarse, embalar sus cosas y asegurarse de que va en la dirección correcta antes de reemprender la ruta.
Cuando atraviese canales de agua, Ulrich estará cubierto por un traje de baño especial, una suerte de mono impermeable.
“Cada vez hay más aguas abiertas en el océano Ártico debido al calentamiento global. Iré con toda mi ropa puesta debajo del traje impermeable. Algunas veces tendré que nadar y el agua estará a 3 grados bajo cero. Pero la temperatura ambiente será de 25 grados bajo cero, así que podríamos decir que el agua estará tibia”, dice Ulrich.
Por la mañana, por la noche y en diversos intervalos a lo largo de día utilizará el GPS para comprobar que sigue la ruta correcta. Pero es consciente de que la navegación es una ciencia imprecisa en las condiciones en las que él viajará, así que la intuición y la orientación también desempeñarán un papel importante.
Traducción del inglés: Andrea Ornelas
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