Empresas que amenazan la neutralidad suiza
El traslado a Basilea de una compañía de seguridad británica que envía soldados a zonas de guerra despierta críticas generalizadas, algunos de los observadores dicen que este hecho afecta a la neutralidad suiza.
Aegis Defence Services, uno de los mayores contratistas de seguridad privada del mundo, ha creado un holding suizo para sus diferentes operaciones y ha cambiado su sede de Londres a Basilea.
La firma emplea a unas 20.000 soldados, la mayoría en Irak y Afganistán. Muchos de ellos son contratados por el Departamento de Defensa de los Estados Unidos.
Si bien las exportaciones de armas suizas están estrictamente controladas para no romper las políticas de neutralidad, la presencia de Aegis plantea interrogantes sobre la implantación en Suiza de una empresa de seguridad privada.
Hasta la fecha, Suiza no tiene ningún tipo de legislación nacional para la regulación de estas empresas o de las que prestan servicios de mercenarios y logística militar fuera de sus fronteras. Aunque bajo la ley de exportación nacional, las compañías no pueden exportar armas a zonas en las que haya conflictos armados.
Aegis aclara que “desde Suiza no se van a realizar actividades comerciales”.
“Eso es una tontería», dijo declara a swissinfo.ch, Albert Stahel, profesor de estudios estratégicos en el Instituto Universitario de Ciencias Políticas de la Universidad de Zúrich.
“No tiene sentido decir algo así. La firma es, por supuesto, un ‘holding’ que está conectado con otras operaciones que vienen de Gran Bretaña”.
«Este tipo de empresas están implicadas en conflictos ubicados fuera de Suiza, como Irán, Irak, Afganistán. Esto va en contra de nuestra política de neutralidad. Hay consecuencias”.
Stahel explica, por ejemplo, que por lo general un ciudadano suizo que va a Afganistán no se va a encontrar con problemas, algo que podría cambiar si se sabe que una empresa con sede en Suiza está luchando a lado de un bando implicado en el conflicto.
Así insta a cambiar la ley “muy rápidamente”. “No es difícil introducir en nuestro ordenamiento algo que le daría al gobierno la posibilidad de controlar este tipo de empresas”.
Falta de previsión
Otro crítico es Peter Malama, político de Basilea del Partido Radical Democrático (PRD), que también tiene previsto plantear el asunto ante la Comisión Parlamentaria de Defensa -de la que forma parte- en la sesión parlamentaria de otoño con el fin de crear una ley que regule el permiso y el sistema de control de las compañías de seguridad privadas y militares.
Ya en 2008, el Gobierno de Suiza concluyó que no había necesidad de legislar en contra de estas empresas, debido al reducido número de compañías suizas que potencialmente podrían utilizar servicios de seguridad. Se decidió que había un “riesgo insignificante” de incidentes que pudieran afectar a “la política exterior suiza o en su neutralidad”.
Malama señala al diario ginebrino ‘Le Temps’ que el gobierno carecía de previsión en este caso. “Desde el punto de vista ético y político”, estoy muy preocupado por la llegada a Suiza de este tipo de empresa cuyo objetivo es financiar y administrar los recursos militares en las regiones en riesgo. Plantea un peligro para la imagen humanitaria de Suiza y también para nuestra política de neutralidad”.
Legislación urgente
Un comunicado enviado por una empresa de relaciones públicas en nombre de Aegis destaca que la decisión de crear un ‘holding’ en Basilea se tomó en parte debido a la “ubicación geográfica de Suiza, la transparencia contable y sistema estable de impuestos”, así como la presencia de organizaciones internacionales como el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), que ha trabajado para regular la industria de seguridad privada.
El gobierno del cantón de Basilea-Ciudad no fue informado del traslado al tratarse de un ‘holding’. Cualquier compañía que sólo posea acciones de otras empresas puede establecerse en cualquier cantón suizo y estar registrada en el Registro Mercantil de Suiza.
El cantón se ha esforzado por distanciarse del asunto. Christoph Brutschin, responsable del Departamento de Economía y de Asuntos Sociales y Medioambientales, apunta que las autoridades querían señalar que la llegada de Aegis “no estaba en absoluto dentro de nuestros resultados de desarrollo económico”.
“Entendemos totalmente las críticas de la gente acerca de la llegada de esta empresa”, declaró a swissinfo.ch.
El cantón tiene previsto presentar una solicitud de legislación federal urgente para impedir los movimientos de la empresa, y para que las reglas bajo las que estas empresas puedan instalarse en Suiza estén reguladas a nivel federal.
“Creemos que es necesario que las nuevas normas federales sobre el sistema de visto bueno para estas empresas se apruebe lo antes posible”, concluye Brutschin.
Jessica Dacey, swissinfo.ch
(Traducción, Iván Turmo)
Aegis Defence Services es una sociedad de gestión de seguridad y riesgo con oficinas en el extranjero en Afganistán, Bahréin, Irak y los EE.UU.
En su página web que dice que tiene clientes en todo, incluidos los gobiernos, los organismos internacionales y el sector empresarial internacional. También es un contratista de la ONU y un importante proveedor de seguridad para el Gobierno de los EE.UU.
Aegis Defence Services, liderado por el ex oficial del ejército británico Timothy Spicer, es ahora propiedad exclusiva de Aegis Group Holding.
Fundada en 2004, Aegis recibió uno de los contratos de seguridad más grandes de EE.UU. en Irak por valor de más de 430 millones de dólares (447 millones de francos).
En 2005 surgió una controversia que involucraba a la empresa después de algunos empleados de Aegis publicaran vídeos en Internet que mostraban a guardias de la empresa disparando armas automáticas a civiles desde la parte trasera de un vehículo de seguridad en movimiento.
Aegis alegó que la tiroteos eran legales y dentro de las normas establecidas por la ahora extinta Autoridad Provisional de la Coalición. La investigación de los auditores del Ejército de EE.UU al respecto coincidieron con la postura de Aegis.
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