En busca de jóvenes pilotos de jets de combate
Mientras algunos muestran su oposición por el ruido y los altos costos que provocan los aviones de combate, otros sueñan con convertirse en pilotos del ejército.
Visita al aeropuerto de Belp, cerca de Berna, donde jóvenes talentos son reclutados para volar esas aeronaves.
«Como un esquiador libre que levanta el polvo de nieve a su paso, uno deja sus primeras estelas de condensación en el azul del cielo… Es entonces cuando te das realmente cuenta de que no se trata de un juego de computadora, que no es sueño, sino realidad», indica un escrito del proyecto SPAHIR Pilot en busca de talentos de la aviación, aparecido en la revista Via.
Esta búsqueda de futuros pilotos se realiza con el apoyo del gobierno federal y bajo la dirección de la Fuerza Aérea de Suiza. SPAHIR fue creado en 2004, luego de que el Legislativo cancelara el presupuesto destinado a la Escuela de Formación Preparatoria Aérea.
¿Es tal el desinterés en esta tarea que se requiere buscar personal mediante anuncios? «No se trata de eso, aunque por ahora no se sabe con exactitud cuáles serán las necesidades en el futuro», indica Beat Hedinger, inspector de los cursos en SPAHIR. «Sencillamente buscamos lo mejor de lo mejor», indica el especialista de 33 años de edad.
Sin lugar para personajes como el de Top Gun
No se buscan machos, como el personaje de la película Top Gun, ni personas de poca iniciativa. Hedinger recuerda que justo después de que ese filme se estrenara en pantalla en 1986, se registraron como nunca solicitudes para inscribirse a la Fuerza Aérea.
Como piloto de un jet de combate se requiere responder de modo rápido ante situaciones de extrema complejidad, por lo que se necesita también una excelente capacidad motriz. Una actitud responsable y saber trabajar en equipo también son de suma importancia. Justo la carencia de esa última calidad provocó en el pasado diversos accidentes aéreos. «Lo que, por supuesto, queremos evitar».
No hay mujeres aún
La selección es rigurosa: entre 300 a 500 interesados llegan al proyecto SPAHAIR. De estos, son seleccionados alrededor de 100 y, finalmente, sólo entre 6 y 10 reciben la formación.
Hasta ahora no hay una sola mujer, puesto que, lamentablemente, las candidatas fracasan en su intento en los primeras pruebas por ordenador, señala Hedinger.
La mayoría de estos pilotos de jets de combate siguen una carrera en la aviación civil. «Se trata, dicho de modo sugestivo, de nuestro principal producto derivado», comenta el instructor. La aerolínea helvética Swiss recluta actualmente al 10% de sus aspirantes a través de SPHAIR.
«Debes dar tu 200%»
Fabian Meyerhans, de 19 años, es uno de los jóvenes que ha logrado obtener la formación, luego de aprobar exámenes computarizados, entre los que se incluyen cálculos mentales, conocimientos técnicos y capacidad de representación tridimensional. Después de estas pruebas debió pasar otro nivel selectivo que consiste en dos semanas de curso aéreo en el aeropuerto Belp, cerca de Berna.
«Fue muy intenso, debes dar tu 200%, pero valió la pena», comenta el joven con una gran sonrisa, justo al momento de recibir las felicitaciones de otros 5 compañeros en un salón de clases cercano a la pista. Como sonido de fondo se escucha de vez en cuando el ascenso y descenso de las aeronaves.
Luego de horas de estudio teórico y sólo 11 lecciones de 45 minutos, Fabian Meyerhans está listo para despegar y volver a tierra en una aeronave Bravo.
Velocidad, tercera dimensión y fuerzas G
¿Por qué razón quisiste ser piloto de jets de combate? «La aviación civil es un poco monótona. Como piloto de combate hay que reaccionar de modo rápido, y entran en juego la velocidad, la tercera dimensión, los giros y las fuerzas G», indica Fabian.
Tras pasar su curso quiere realizar una formación de oficial y llevar a cabo estudios de aviación, en lugar de la idea antes prevista de seguir el camino de la economía agraria o el estudio de las leyes.
Este futuro piloto es consciente que con su decisión profesional debe ser inmune al peligro de una respuesta de emergencia para salvar su vida. «El hecho de que en una urgencia se debe disparar a alguien, para evitar morir, es propio en la defensa de un país».
Amanecer en las alturas
¿Qué provoca la fascinación a los pilotos de combate? «Es algo así como subirse a la montaña rusa, en lugar de hacer un viaje en autobús», señala Hedinger.
«Cuando en la mañana uno levanta el vuelo, sobrevuela las nubes y observa la salida del sol. Es una sensación comparable a la de estar frente a una playa con palmeras en las Islas Maldivas».
Resistencia
La fascinación por los aviones de combate es muy discutida desde hace tiempo en Suiza. Las críticas se centran, sobre todo, en los costos y el ruido que producen estos aparatos militares.
«Las necesidades de seguridad priman sobre los requerimientos básicos. Los jets de combate son necesarios en ese ámbito de la seguridad, aún cuando provoquen costos y ruido», dice Fabian, a lo que Beat Hedinger agrega: «Si las sirenas de los bomberos le resultan muy ruidosas y por ello busca usted acabar con los bomberos, usted aborda una decisión política».
Y ha sido justo este debate el que provocó que se presentara una iniciativa popular contra el ruido que producen los jets de combate en las zonas turísticas del país, que fue rechazada en las urnas en febrero de 2008. Y el ataque sigue de nueva cuenta con otra iniciativa del Grupo a favor de una Suiza sin Ejército que se opone a nuevos aviones de combate.
Corinne Buchser, Belp, swissinfo.ch
(Traducción del alemán: Patricia Islas Züttel)
– Tener la nacionalidad suiza
– Entre 17 y 20 años de edad
– Buena salud
– Amplios conocimientos generales
– Buena conducta
Su tarea:
– La salvaguarda de la soberanía aérea
– Las tareas de defensa aéreas
– El servicio de transporte aéreo militar
– El servicio de información dirigido a instancias militares y políticas
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