España recibe documentos de la Guerra Civil
El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) entregó las copias digitalizadas de sus archivos sobre el conflicto fratricida que dividió a la Península. Son 300.000 referencias que incluyen más de 600 imágenes.
Estas fotos «ilustran muy bien el sufrimiento de la población civil, que sufrió por primera vez bombardeos masivos y sistemáticos», según explica a swissinfo Marçal Izard, portavoz del organismo con sede en Ginebra.
El ministro de Cultura español, César Antonio Molina recibió el fondo de forma oficial en el Centro Documental de la Memoria Histórica, ubicado en Salamanca, por parte del presidente de la Cruz Roja Internacional, Jakob Kellenberger.
Además, Molina avanzó que los fondos estarán accesibles en Internet a «través del portal de Archivos Españoles (PARES)».
El fondo procede de las seis secciones o bloques de los Archivos que el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) custodia en Ginebra.
La mayor parte de los documentos fueron producidos durante el transcurso de la propia Guerra Civil Española por el denominado ‘Servicio de España’.
También figuran documentos relativos a los españoles prisioneros en campos de concentración europeos y de exterminio nazis.
«Esperamos que estos documentos sirvan para los esfuerzos que España despliega a fin de realizar una investigación y preservar la memoria de este trágico período de su historia», indicaba Kellenberger en un comunicado oficial del CICR.
«En Salamanca se posibilita un acceso más fácil para el público y así no hace falta trasladarse hasta Ginebra», apunta Izard.
Bombardeos masivos
Marçal Izard señala a swissinfo que en la sede ginebrina del CICR existen 100.000 fotos de ayuda humanitaria de los últimos 150 años:
«655 son de la Guerra Civil Española. Ilustran muy bien el sufrimiento de la población civil. Fue en este conflicto donde, por primera vez, se produjeron bombardeos masivos y sistemáticos en ciudades como Barcelona, Madrid, Bilbao o Valencia».
Acerca de los citados documentos, el portavoz comenta su origen: «En invierno de 1936, el CICR contaba con nueve oficinas en España. Los delegados de cada una enviaban informes sobre la situación del conflicto, las condiciones alimentarias, la situación de los detenidos».
«La Guerra Civil fue la primera vez en la historia en la que el CICR dio una ingente ayuda para paliar la tremenda hambruna que se produjo. Se repartieron alimentos y leche en polvo».
Entre los documentos hay informes de visitas de prisión y correspondencia entre el CICR, las partes en el conflicto y las dos sociedades de la Cruz Roja Española (republicana y nacional) que había en ese tiempo. «Estas dos sociedades, una en cada bando, refleja la gran división que existía en el país», indica Izard.
Solicitud en 2005
En 1996 se abrió al público la documentación del conflicto español, aunque sólo viajaron hasta Ginebra algunos historiadores españoles.
El Gobierno español hizo la primera solicitud de copias de los documentos del CICR durante una visita del señor Kellenberger en 2005.
Después, equipos conjuntos de expertos del CICR y españoles efectuaron un inventario e hicieron copias digitales de los documentos relativos a la Guerra Civil y al período comprendido hasta 1966.
Los archivos más recientes siguen siendo confidenciales. «Durante tres años se ha venido haciendo un proceso de digitalización en masa que acabó hace poco», concluye Izard.
Prisioneros españoles
El fondo contiene también un importante bloque de documentación, procedente de la ‘Agencia Central de Prisioneros de Guerra’ que el Comité creó en septiembre de 1939 para socorrer a las víctimas de la Segunda Guerra Mundial.
En este grupo se encuentran los documentos relativos a los españoles internados en los campos de concentración y en los batallones de trabajo de Francia.
Posteriormente también en los campos de exterminio nazis, así como otros temas de gran interés, como las gestiones realizadas hasta el año 1958 con la antigua Unión Soviética para la repatriación de los prisioneros españoles de la División Azul.
swissinfo, Iván Turmo
Desde principios de agosto de 1936, el CICR interviene en el conflicto tras ser llamado por la Cruz Roja Española.
Decide enviar un delegado, el Dr. Marcel Junod, ante las dos partes.
Tras las gestiones del delegado, en septiembre de 1936, se firman dos acuerdos:
1) La Cruz Roja Española acepta la ayuda de las Sociedades Nacionales hermanas por intermedio del CICR, declara que se esforzará por hacer respetar el emblema de la Cruz Roja y ofrece su apoyo al CICR.
2) El Gobierno de Madrid autoriza al CICR a intervenir tanto en favor de los republicanos como en favor de los nacionalistas.
Más tarde, el Dr. Junod se dirige a Burgos, cuartel general de la Junta Militar, y obtiene garantías similares.
Entonces, el CICR instala delegaciones en el país, cuya sede y número se modificarán en función del curso de la guerra.
La delegación del CICR en España cerrará sus puertas a mediados de septiembre de 1939.
Al comienzo de la Guerra Civil la Cruz Roja española había solicitado oficialmente al CICR proteger y evacuar niños separados de sus familias.
Durante los tres años que duró la guerra, el CICR y las dos sociedades de la Cruz Roja española registraron 30.000 solicitudes de búsquedas de personas.
Personas declaradas desaparecidas y transmitieron más de cinco millones de mensajes.
Delegados del CICR visitaron y registraron unos 89.000 prisioneros durante ese periodo.
Las actividades de socorro de la Institución se centraron en prestar apoyo a los servicios médicos.
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