Falta camino para una real lucha contra la pobreza
Suiza, país rico, también tiene personas en la miseria. La conferencia nacional ‘Luchar juntos contra la pobreza’, reunida en Berna esta semana, fijó objetivos; pero ponerlos en pie genera debate.
“No hay que poner a la gente que trabaja en una situación indigna que les obligue a solicitar ayuda financiera institucional”. Es una mujer de la asamblea la que habla, ella misma trabaja pero vive en una situación de pobreza cotidiana. Pide a los actores políticos que tomen medidas rápidamente y actúen, en lugar de solo conversar. La asamblea aplaude. Los políticos y representantes cantonales escuchan en silencio.
En la reunión que tuvo lugar el 9 de noviembre pasado participaron varios implicados. Tuvo lugar en el marco de la estrategia global elaborada en marzo por el gobierno, que propone una serie de medidas para atacar la pobreza.
Y sí, es que Suiza, pese a ser un país rico, cuenta con un número elevado de personas que están muy lejos de la figura del banquero. Según Caritas, se trata de entre 700.000 y 900.000 personas.
El peso de la pobreza
“Ser pobre en Suiza no es sólo vivir con poco, puesto que los mínimos sociales permiten la sobrevivencia, pero desde hace siete años también significa sufrir de la reprobación en aumento, puesto que hay una sospecha generalizada de que se finge la pobreza para poder beneficiarse de las ventajas. Lo que implica un gran peso para los implicados”, indica Olivier Gerhard, voluntario de ATD Cuarto Mundo, un movimiento internacional que lucha contra la pobreza y la exclusión, implicado en la elaboración de la estrategia global de Suiza.
La penuria representa también culpabilidad para las personas afectadas, que se encuentran al margen de la sociedad, puesto que esta es percibida aún como un tabú en Suiza. “Cuando terminas la escuela secundaria y no encuentras profesión te mandan a las oficinas de desempleo y después a la asistencia social, lo que no está bien visto. Y entre más te hunden, tú te hundes y cada vez resulta más difícil subir”, dice Vanessa Venetz, de Ginebra.
Mirar la realidad de frente
“Si nuestro país está globalmente en una posición de desahogo, hay en su seno una categoría de la población que sufre de la pobreza. Reconocerlo es ya un gran paso hacia las soluciones”, indica el ministro del Interior Didier Burkhalter, también presente en el encuentro en Berna.
“Es interesante constatar que en el informe se afirma que las familias monoparentales están particularmente afectas por la miseria, pero no se indica que estas familias están constituidas en más del 90% del total por mujeres solas y sus niños”, señala Jean-Pierre Tabin, profesor de Política Social de la Universidad de Lausana y coautor del libro ‘Temps d’assistance’ (Tiempo de asistencia).
Formación profesional y ayuda familiar
En el marco de la estrategia gubernamental, las prioridades se encuentran en la integración profesional, con una mejor coordinación entre las tareas de las oficinas en caso de paro, el seguro de invalidez y la ayuda social.
Pero Aurélie de Lalande, representante de la sección suiza de Amnistía Internacional, señala que hay que asegurar que las propuestas se apliquen.
“Normalmente, si se quiere erradicar la pobreza, se debe establecer un equilibrio de riquezas. Pero esta es una versión ingenua de la política contra la pobreza. En realidad, el gobierno establece acciones para mantener el ‘status quo’ social. Pone el acento en la propia falta de los pobres por su situación y hace lo mínimo para que la pobreza ni sea demasiado visible ni demasiado problemática para la sociedad, una forma de evitar los desordenes sociales”, sentencia Jean-Pierre Tablin.
Este 2010 es el Año Europeo de la Lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social.
La Conferencia Nacional sobre Pobreza se realizó luego de que el 31 de marzo pasado, el gobierno presentara un informe que establece por primera vez una estrategia global de lucha contra la miseria.
En el Año Europeo de Lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social, Caritas exhorta a llevar adelante una década de lucha contra este fenómeno: hasta 2020 debe reducirse a la mitad.
Según Caritas, la pobreza en Suiza tiene varias facetas: ingresos muy bajos, desempleo, inestabilidad laboral, familias grandes en viviendas pequeñas y ruidosas, problemas de salud crónicos, escaso contacto social.
Muchos pobres son ‘working poor’ (trabajan a tiempo completo, pero con ingresos tan bajos que no cubren sus necesidades).
Muchos callan para no ser víctimas de la estigmatización.
4 factores determinan el riesgo de caer en la pobreza:
– el nivel educativo: a menores calificaciones, menores ingresos
– el número de hijos: aun cuando ambos padres trabajen, los ingresos no aseguran la existencia.
– el lugar de residencia: los impuestos, el precio de las viviendas y el seguro de salud pueden determinar que una familia esté debajo de la línea de pobreza.
– la procedencia social: niños de hogares afectados por la pobreza y con bajos niveles de formación están en riesgo de ser pobres como adultos.
Suiza es, según Caritas, una sociedad con estratos poco permeables. Quien cae en la pobreza, queda pobre para siempre. Muy pocos alcanzan la movilidad social.
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