Faltan más hospitales ‘amigos del inmigrante’ en Suiza
A tres años de ponerse en marcha el programa gubernamental Hospitales Amigos de los Inmigrantes aún existen dudas sobre la manera en que las instituciones de salud responden a las necesidades de los extranjeros y los grupos vulnerables.
Esta iniciativa, que forma parte de un amplio programa de salud e inmigración, tiene como meta mejorar el manejo de la diversidad dentro del sector suizo de la salud y garantizar un trato igualitario para todos los pacientes.
En la actualidad, diversos expertos examinan hasta qué punto las instituciones sanitarias han cumplido con la política de poner fin a las prácticas hospitalarias discriminatorias que pueden afectar a cualquier residente de Suiza en su estatus legal, cultura u origen.
Se trata de lineamientos que ya son aplicados en cinco de los principales hospitales del país, pero que una conferencia nacional del sector salud -celebrada en Berna- propuso recientemente extender a todo el país.
El objetivo final “es asegurar que todos los grupos sociales reciban un tratamiento apropiado”, resume Serge Houmard, de la Oficina Federal de Salud.
Lo anterior implica múltiples desafíos, según Houmard, entre ellos, establecer procesos de comunicación exitosa para superar las barreras culturales y de lenguaje; fortalecer la atención intercultural al contar con personal sanitario cualificado para atender la diversidad; y promover la investigación sobre temas de salud e inmigración.
Grupos vulnerables
El actual programa Hospitales Amigos de los Inmigrantes ha basado sus objetivos en las conclusiones a las que llegó un estudio de campo que confirmó que los extranjeros y los grupos sociales vulnerables se enfrentan con frecuencia a una serie de factores que hacen que se les niegue el acceso a los servicios médicos.
Por ejemplo, muchos extranjeros cuentan con un nivel social y educativo inferior al del promedio de la población suiza, cobran salarios menores que sus homólogos helvéticos. Y en general, se ven más vulnerados por problemas como la pobreza y el desempleo.
Actualmente, en Suiza, unas 200.000 personas no entienden ninguna de las cuatro lenguas nacionales. Y existen al menos 700.000 residentes suizos cuya lengua materna es diferente a cualquiera de estas lenguas oficiales.
Una situación que coloca a muchos inmigrantes en una situación de desesperación cuando necesitan asistencia hospitalaria. Son grupos que requieren servicios adaptados y canales de comunicación más eficaces. Y esto es lo que están tratando de brindarles los hospitales helvéticos.
Servicios a la medida
El cantón de Vaud, en colaboración con expertos de diversas organizaciones no gubernamentales, ofrece gratuitamente el servicio de cuidado de enfermeras y enfermeros para residentes de los centros de solicitud de asilo.
En Lausana, por su parte, el Hospital Universitario ha puesto en marcha un servicio comunitario de interpretación en el Departamento de Obstetricia debido a que una elevada tasa de pacientes son mujeres de origen extranjero. Entre ellas se cuentan inmigrantes ilegales que carecen de cualquier tipo de cobertura médica.
En el Hospital Infantil de Lausana, en tanto, se ofrecen consultas médicas multilingües para asegurar que los diagnósticos de las enfermedades sean precisos gracias a una comunicación exitosa entre los doctores y los pacientes.
Pierre-Yves Maillard, director de Salud y de Asuntos Sociales del gobierno cantonal de Vaud, explica que en el presente “todos estos servicios son accesibles para la mayoría de los grupos vulnerables y son posibles gracias a la sólida colaboración entre el sector público y el privado”.
La Unión Europea (UE) apoya la iniciativa de los Hospitales Amigos de los Inmigrantes desde el año 2002. Su objetivo es identificar las necesidades particulares de los pacientes que poseen una cultura y un concepto de salud diferentes al estándar que existe en el país donde radican, lo que frecuentemente sucede en el caso de los inmigrantes y algunas minorías étnicas.
También busca ampliar el acceso a servicios médicos para todos y asegurar un trato justo para todo paciente.
Suiza ha destinado un total de 2 millones de francos suizos a los hospitales que toman parte de este programa.
Una decisión que forma parte de una amplia iniciativa llamada Inmigración y Salud puesta en marcha por la Oficina Federal de Salud en 2002 con miras a mejorar la atención y los servicios de salud que reciben los inmigrantes.
La atención de dicho programa se centra en la prevención de enfermedades, la formación del personal médico para adecuarse a las necesidades de todos sus pacientes, y la generación de opciones de interpretación para extranjeros que requieren atención médica.
Costos de salud
El cantón de Ginebra puso en marcha en su conjunto de hospitales universitarios el programa llamado ‘Tratamiento para todos’, que ofrece servicios de salud a todo aquel que carezca de un seguro médico o de los medios para pagar por la atención que recibe.
Durante los últimos tres años, el programa ha tenido un costo de 180 millones de francos suizos (197 millones de dólares), que representan 10% del presupuesto total de los hospitales universitarios ginebrinos.
Exclusivamente el servicio comunitario de interpretación costó 945.000 francos suizos por un total de 13.500 horas trabajadas durante el año 2009, refiere Sophie-Dore Pierre, doctora responsable del Departamento de Medicina Comunitaria.
“Tuvimos que nombrar a una enfermera como la responsable de los asuntos vinculados a los inmigrantes. La lengua materna es un dato que ha sido agregado al historial médico de cada paciente y organizamos cursos entre el personal para concienciarle sobre las necesidades particulares que tienen los extranjeros y los grupos vulnerables”, precisa.
Tratamiento multicultural
En la Suiza de habla alemana, y particularmente en el Hospital Infantil de Zúrich -en donde una cuarta parte de los recién nacidos y de los pacientes, en general, son de origen extranjero-, también se realizan esfuerzos para atender mejor la diversidad.
Una de estas iniciativas ha sido el establecimiento de la unidad especial de ‘tratamiento multicultural y multilingüe’. Su misión es permitir que los pacientes extranjeros accedan a los cuidados que requieren y sean informados sobre los servicios de salud que tienen a su disposición, informa el director del hospital, Markus Malagoli.
El galeno alerta sobre el hecho de que ningún hospital en la actualidad, suizo o extranjero, está libre de discriminación.
Por ello, añade, lo que hace la diferencia es crear conciencia y capacitar al personal sanitario para permitir que todo extranjero pueda expresarse en su lengua materna, ya que esto le permitirá entender y ser entendido.
Malagoli afirma también que los esfuerzos actuales no estarán completos si no se acompañen por un compromiso personal de los integrantes del personal de salud. Y si los avances tangibles en la atención de la diversidad no son incluidos como parte de los criterios que permiten mediar la calidad y eficiencia de los servicios de salud del país.
Y en Suiza, según un estudio de campo realizado en Ginebra en 2011, aún hay margen para realizar mejoras.
Un total de 15% de los pacientes no-europeos que fueron encuestados afirmaron haberse sentido discriminados por razones de religión, color de la piel o nacionalidad, al ser atendidos en los hospitales universitarios de Ginebra.
A este respecto, la mitad del personal de dichos hospitales se quejó de que carecían de servicios de interpretación y de los conocimientos necesarios para atender apropiadamente las necesidades de los pacientes extranjeros.
Formación del equipo médico
La diversidad genera riqueza a Suiza, pero también impone nuevos desafíos a las universidades y a las escuelas encargadas de formar médicos y enfermeros que deberán convertirse en profesionales capaces de atender debidamente las necesidades que impone un entorno cada vez más multicultural y multilingüe.
La Oficina Federal de Salud considera que adquirir cualificaciones multiculturales concede al personal médico la “habilidad de ver a los individuos y de entenderlos dentro del marco en el que viven y al interior de su propio contexto, permitiendo con ello que la respuesta se adapte a estas necesidades.
Patrick Bodenmann afirma que este tipo de conocimientos permitirá también a los profesionales del sector salud ofrecer a los pacientes de otro origen tratamientos con los mismos estándares de calidad habituales en Suiza.
Diversos artículos científicos publicados por el Hospital Universitario de Lausana sobre el tipo de formación que se requiere para otorgar una mejor atención médica multicultural se encuentran traducidos ya en todas las lenguas nacionales de Suiza.
Y diversas conferencias dirigidas a médicos y jefes de departamento de los hospitales se organizan para discutir la forma en la que debe conducirse el diálogo tripartita (médicos, intérpretes y pacientes).
Educación virtual
Una herramienta pionera en la formación universitaria y hospitalaria es la educación virtual. Un tipo de formación que, según Bodenmann, quien trabaja en el Hospital Cantonal de Vaud, ha tenido una gran acogida.
“Dado que son cursos que pueden seguirse por Internet, que no están ceñidos a un horario específico y que no implican desplazarse a un lugar lejano, permiten que todos los participantes se beneficien y que lo hagan además de forma gratuita”, dice.
El objetivo no es generar un sistema de salud paralelo, sino compensar las lagunas que existen en el actual para mejorarlo, así como tomar en cuenta las necesidades de los grupos sociales más vulnerables y marginados.
Habilidades que los especialistas consideran que merecen toda la atención en la Suiza actual.
“No deben ser la preocupación de un pequeño número de expertos. Deben posicionarse en el centro del proceso de tratamiento”, opina Bodenmann, quien exhorta a que la formación para adquirir habilidades en el manejo multicultural se vuelva obligatoria para todos los empleados del sector salud.
En Ginebra
Extranjeros: 40% de la población total
No hablan francés: 25% de la población total
Hospitales: 1.800 camas y una plantilla de 10.000 empleados en el sector salud
Pacientes tratados: 51% son de origen extranjero (de 180 países)
Servicios de interpretación: 13.500 horas con un costo total de 945.000 francos (2009)
Costo del programa Tratamiento para todos: 180 millones de francos suizos en cuatro años, lo que representa 10% del presupuesto total de los hospitales.
En Vaud
Extranjeros: 35% de la población total
Costo de la cobertura médica: 2,2 millones de francos suizos
Costo de programas dirigidos a grupos vulnerables: 2 millones de francos
Costo de los servicios de interpretación: 290.000 francos (2012)
Costo de tratamientos psicológicos para inmigrantes: 3,3 millones de francos.
En Basilea
Extranjeros: El cantón pasó de 20% en 1987 a 33% en 2011
Pacientes extranjeros en los hospitales de Basilea: 30%
Proporción de trabajadores extranjeros: 43%
Servicio de interpretación: Inicialmente solo en turco, pero se había extendido ya a 63 idiomas en 2011.
En Zúrich
Servicios de interpretación en el Hospital Infantil (en orden decreciente de importancia): árabe, albanés y serbio.
La comunicación
Otra preocupación presente es asegurar que los canales de comunicación entre los pacientes extranjeros y el personal médico y administrativo de las instituciones de salud sean eficaces.
Muchos inmigrantes en Suiza que enfrentan problemas para integrarse a la sociedad y para comunicarse, sufren de una mala salud.
“Existe una relación causa-efecto entre ambas circunstancias”, afirma la bernesa Fundación Comunitaria de Interpretación.
El gobierno suizo, junto con la citada Fundación, ha definido los criterios de calidad que se requieren para conceder un diploma de intérprete.
Iniciativas preliminares de este tipo ya están en marcha también en los hospitales cantonales de Solothurn y de Argovia para los participantes de los llamados procesos de comunicación tripartita.
“Tenemos muchas ideas y sugerencias, pero necesitamos una fuente de financiamiento estable y sostenible”, dice Nadia Di Bernardo, supervisora de este proyecto.
Próximos pasos
El programa Hospitales Amigos de los Inmigrantes concluirá en 2017, pero los participantes del mismo son optimistas y planean extenderlo y ampliar su alcance también al área de la investigación.
Es necesario monitorear las formas de disparidad y desigualdad que existen en el sector salud para obtener conclusiones correctas en futuras etapas, según Bodenmann.
No obstante, el hecho de que el sistema suizo divida el poder entre las autoridades federales y locales complica la comunicación y el financiamiento necesarios para crear una base de datos a nivel nacional.
Para Jean-Pierre Zellweger, experto en enfermedades infecciosas y ex galeno del Hospital Universitario de Vaud, una buena gestión de la diversidad dentro del sector salud traería beneficios para los inmigrantes, pero también para la población suiza.
“Todo aquel que se centre en la parte teórica podría pensar que el problema está relacionado exclusivamente con los inmigrantes y que carece de vínculo con la población suiza. Pero no estoy seguro que un médico del cantón Vaud entienda al cien por ciento a un paciente del cantón del Valais”.
Traducción, Andrea Ornelas
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