¡No disparen a las marmotas!
"¡Qué lindas!", exclaman los turistas. "¡Disparen!" ordena el cantón del Valais. En la localidad turística de Zermatt, las marmotas se han convertido en una plaga. Los roedores causan perjuicios en los campos y hogares de la población local.
Los turistas las adoran, especialmente por su característico silbido. Las marmotas son uno de los temas fotográficos favoritos de aquellos que viajan por toda Suiza. En Zermatt, se les abrió un sendero y se venden tarjetas postales con su efigie en todos los quioscos.
Sin embargo, una amenaza planea sobre ellas. Suelen vivir en los Alpes, a varios cientos de metros del límite del bosque, pero las marmotas de la región de Zermatt han descendido hasta la zona urbanizada y causan daños importantes en los cultivos de los agricultores. ¡Pero no solamente!
«Si alguien deja la puerta del balcón abierta, algunas marmotas pueden entrar en la casa. También afectan los muros de contención «, indicó la alcaldesa de Zermatt, Romy Biner-Hauser, a la radio suiza de expresión alemana SRF. Para ella, no hay duda: «Debemos actuar. No podemos seguir así”.
Peligro para seres humanos y animales
El valle parece estar sobrepoblado de marmotas, lo que provoca un comportamiento inusual en esos mamíferos. Se han reproducido demasiado y ahora cavan también sus madrigueras en los campos de los agricultores. «Una de las razones es probablemente que la presión de la caza ya no es muy fuerte», dice Peter Scheibler, jefe del Servicio de Caza del Valais. Además, las marmotas están «protegidas óptimamente en zonas donde viven las personas, porque no hay depredadores cerca de ellas».
Los agricultores de Zermatt sufren particularmente de esa sobrepoblación. El pastor y agricultor orgánico Paul Julen ya no puede cultivar uno de sus campos, devastado por los agujeros cavados por las marmotas. «El riesgo de accidentes es muy alto si hay un montón de agujeros en un prado», dijo al evocar un caso en el que casi perdió dos jóvenes corderos que cayeron en una madriguera.
Se permite la caza
El cantón de Valais ha decidido regular la población de marmotas por medio de la cacería. «El guardabosque responsable en Zermatt abatió ya a docenas de marmotas», indicó Scheibler.
A muchos turistas no les gusta esa solución. «Me parece una lástima matar animales tan lindos. No estoy de acuerdo con eso», dice un paseante estadounidense. Una inglesa agrega: «Son animales a los que hay que dejar tranquilos».
Daniel Luggen, director de turismo de Zermatt, comprende las preocupaciones de los turistas y los agricultores. «Es un conflicto de intereses entre la agricultura y el turismo», señala.
Sin embargo, autorizar a los guardabosques a disparar a las marmotas no es suficiente para resolver el problema de la superpoblación. Por eso, el Servicio de Caza del Valais quiere elaborar un reglamento que permita la cacería de la marmota en ciertas zonas, también fuera de la temporada.
Sin embargo, muy pronto el problema de esos mamíferos en Zermatt se resolverá naturalmente, al menos hasta la próxima primavera: con las primeras oleadas de frío, los animales se retirarán a hibernar.
Traducido del francés por Marcela Águila Rubín
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