Hacia una nueva política de drogas
Un grupo de notables presentó ayer en Ginebra una iniciativa conocida como Comisión Global de Política de Drogas. En lugar de la estrategia habitual basada en la represión, estos políticos e intelectuales proponen eliminar el castigo a la posesión de ciertas substancias narcóticas.
El prestigioso Hôtel de la Paix a orillas del Lago Leman, en Ginebra, fue el escenario de la presentación a los medios de comunicación de una iniciativa realista e inusual. Se trata de la Comisión Global de Política de Drogas, cuyo objetivo es apoyar en el mundo entero políticas eficaces y humanas de reducción de la pobreza, así como generar un gran debate público sobre las actuales políticas de lucha contra la droga.
La Comisión parte del principio que “la guerra contra las drogas está perdida de antemano” y que las políticas represivas que se han llevado a cabo en países como los Estados Unidos no han servido de mucho. Es así que este nuevo órgano, compuesto de personalidades de fama mundial, ve la luz oficialmente en Ginebra.
Influyentes latinos unidos
La iniciativa presentada en Suiza es una extensión global de un proyecto regional similar que nació en América Latina de la mano de los expresidentes Fernando Henrique Cardoso de Brasil, César Gaviria de Colombia y Ernesto Zedillo de México.
A ellos se sumaron personalidades del calibre del flamante Premio Nobel de Literatura Mario Vargas Llosa, el español Javier Solana o el escritor mexicano Carlos Fuentes. Entre otras personalidades destacan especialmente la suiza Ruth Dreifuss, expresidenta de la Confederación y el magnate británico Sir Richard Branson, patrón de Virgin.
Algunas de las preguntas a las que este selecto club intentará dar respuesta son: ¿Cuáles son los riesgos y ventajas de despenalizar la posesión de marihuana para consumo personal? ¿Cuáles son los riesgos y beneficios potenciales de diferenciar entre narcotráfico internacional y comercio a pequeña escala? ¿Cuáles son las alternativas a la fallida guerra contra la droga?
A efecto de encontrar respuesta a estas espinosas cuestiones, la comisión se plantea “llevar a la arena internacional una discusión basada en evidencias científicas que tenga en cuenta los derechos humanos”. Según observan, en numerosos países las consecuencias asociadas a la erradicación del cultivo, la violencia sistémica y la corrupción endémica asociada al dinero de la droga “superan con mucho los problemas del propio consumo”.
Según la comisión, la presente polarización entre partidarios de la mano dura y la tolerancia “bloquea el debate”. En demasiados países las políticas represivas aventajan a las políticas basadas en principios científicos y sociales. Pero, afortunadamente, hay excepciones.
El ejemplo suizo
En una carta abierta presentada este martes, el expresidente de Brasil Fernando Henrique Cardoso y Michael Kazatchkine, director ejecutivo del Fondo Mundial de lucha contra el SIDA dan una respuesta posible a estos interrogantes.
En su opinión, el ejemplo a seguir pasa por el “modelo suizo”. El político brasileño recuerda los convulsos años 80, cuando el consumo de heroína por vía intravenosa hizo estragos entre los adictos en Ginebra o Zúrich.
En lugar de criminalizar al enfermo, Suiza optó por una revolucionaria política basada en proporcionar drogas bajo estricto control médico a los toxicómanos de larga data. Según destaca Cardoso, mientras en países como Rusia o Estados Unidos los infectados por el VIH crecieron exponencialmente, en nuestro país el problema se mantuvo bajo control.
De hecho, en el lado opuesto de la balanza está el ejemplo americano. Estados Unidos habría optado por la vía de la represión policial a gran escala, aumentando exponencialmente el número de prisiones e internos.
En Estados Unidos es donde hay mayor cantidad de presos por temas asociados al tráfico y consumo de drogas y un “número desproporcionado” de entre ellos son latinoamericanos y afroamericanos.
En palabras del exmandatario brasileño, “esta ofensiva ha permitido a los cárteles de la droga obtener más beneficios económicos que nunca y ha sometido a poblaciones enteras de América Latina”.
A modo de conclusión, Fernando Henrique Cardoso afirmó: “Ejemplos como el de Suiza o Portugal han demostrado que existen mejores soluciones (al problema de la droga) que la represión”. Soluciones que pasan por el pragmatismo helvético, sumadas a la compasión y el respeto de los derechos humanos.
Objetivos: Estudiar los riesgos y beneficios de una despenalización del consumo privado de marihuana
– Analizar los peligros asociados a una posible separación entre narcotráfico a gran escala y comercio de drogas local
– Buscar alternativas al modelo fallido de “guerra total a las drogas”
Miembros: Fernando Henrique Cardoso: expresidente de Brasil, César Gaviria: expresidente de Colombia;Ernesto Zedillo: expresidente de México; Ruth Dreifuss: ex presidente de Suiza y ministra de Salud, Mario Vargas Llosa: escritor peruano español y Premio Nobel de Literatura 2010, Carlos Fuentes: escritor e intelectual mexicano, Sir Richard Branson: magnate británico, fundador de ‘Virgin’, Javier Solana: político español, antiguo Alto Representante para Política Exterior y Seguridad Común de la UE.
La política de droga ha sido
objeto de votación
en varias ocasiones.
A finales de los años 90, los suizos rechazaron una iniciativa que solicitaba una mayor represión en materia de drogas para defender de ese flagelo a la juventud y otra que reivindicaba la despenalización del consumo.
En 1999, los suizos aprobaron en las urnas la medida federal que dejó en manos de los médicos la
prescripción controlada de heroína.
Desde hace 20 años Suiza aplica una política basada
en cuatro vertientes
: Prevención, terapia, minimización de daños y represión.
En 2008,
la ciudadanía aceptó
que estos cuatro pilares quedasen inscritos en la modificación de la Ley de Estupefacientes.
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