Hambrientos por el clima y la especulación
Millones de personas en África Oriental sufren de hambre debido a la peor sequía de los últimos 60 años. El clima no es el único responsable de la crisis, explica el consultor para la ayuda humanitaria Fred Lauener, sino también la especulación alimentaria.
La excepcional sequía que afectó a Kenia, Etiopía, Somalilandia, Somalia, Uganda y Yibuti ha obligado a 13 millones de personas –incluidos dos a dos millones de niños- a vivir con hambre, según estima la ONU.
El inicio de la temporada de lluvias tendrá efectos positivos en la producción de alimentos a largo plazo, considera la Organización Mundial de la Salud (OMS) en su informe de noviembre. Las precipitaciones aumentarán, sin embargo, el riesgo de propagación de enfermedades como la malaria, el dengue y el cólera.
A esto se suma que en algunas zonas, las fuertes lluvias han provocado el cierre de caminos, lo que dificulta el trabajo de las organizaciones que respaldan a los afectados por la falta de alimentos, como Caritas Suiza.
Esta ONG actúa en una serie de proyectos (con un presupuesto de 16,4 millones de francos) para dirigir asistencia de emergencia a unas 240.000 personas. En primer lugar, interviene para garantizar el acceso al agua potable.
Para aquellos que trabajan en el terreno, la lucha contra el hambre asume proporciones colosales. «La región afectada es tan grande como la de Europa occidental. Muchas áreas resultan prácticamente inaccesibles», señala el suizo Fred Lauener a swissinfo.ch. El periodista y consultor colabora desde hace 15 años en programas humanitarios con Caritas y otras organizaciones.
swissinfo.ch: El tema del hambre es siempre de actualidad en África. ¿La gente no está ‘cansada’ de oír hablar de estas cosas?
Fred Lauener: En efecto, las noticias procedentes de África son a menudo negativas. Quienes se ocupan de la ayuda de emergencia, obviamente, continúan con su trabajo, mientras que la gente parece estar ‘saturada’ de estas cosas.
Muchos se dicen: «De nuevo el hambre, de nuevo una guerra, no lo soporto más».
En general, resulta más difícil recibir ayuda. Sería más fácil conseguirla para un país rico como Japón. Pero debo admitir que la crisis actual resulta una excepción: por primera vez en mucho tiempo ha habido muchas donaciones.
swissinfo.ch: ¿Por qué razones?
F.L.: Esencialmente hay una razón: la cobertura de la prensa, radio y televisión ha sido muy amplia.
swissinfo.ch: ¿Por qué en África se sigue muriendo de hambre?
FL: No es fácil encontrar una respuesta exhaustiva. Sin embargo, hay dos razones principales. Por un lado está el efecto del clima: en el pasado no había suficiente agua en la época anual de sequía. Pero ahora hay que esperar hasta dos o tres años para que se produzca un periodo de lluvias. Sin agua no hay producción agrícola y el ganado no puede sobrevivir. La población se ve privada de sus dos principales fuentes de ingresos.
Por otro lado existe una fuerte especulación en el sector alimenticio. Un fenómeno que en los últimos años se ha acentuado drásticamente. La comida es deliberadamente retenida para hacer que su precio aumente en el mercado.
swissinfo.ch: Entonces, no se trata de falta de alimentos…
F.L.: En cada lugar que he estado en África se puede comprar comida. Pero los precios son exorbitantes y la gente no puede pagarlos. En el problema del hambre, los aspectos más escandalosos son la especulación de los alimentos y la privatización de los recursos.
El hambre en África y en el mundo es un problema complejo. Se trata de la mayor catástrofe global y nos empuja más lejos de nuestras capacidades.
A veces hay una sensación de impotencia. La vida en la zona este de África ha sido siempre difícil, una lucha por la supervivencia. El hambre es el golpe de gracia.
swissinfo.ch: Entre los Objetivos de Desarrollo del Milenio está el de reducir para 2015 a la mitad el número de personas que padecen hambre. ¿Dónde estamos actualmente?
F.L.: El objetivo no será alcanzado. Para mejores resultados todo el mundo debe actuar en la misma dirección, lo que no ha ocurrido. En cambio, se centran en otros problemas. Los países desarrollados estaban preocupados por salvar su propia piel, sus propios bancos.
La imagen no es solo negativa. En varias regiones, como en Asia, la situación alimentaria ha mejorado mucho y el número de personas que padecen hambre ha disminuido.
swissinfo.ch: ¿Cómo ha cambiado el modo de lidiar con una crisis?
F.L.: En el pasado, se intentaba restablecer la situación precedente. Por ejemplo, se reparaban los tanques de agua. Pero el tanque se rompía otra vez y allí se encontraba uno de nuevo en el punto de partida.
Hoy se invierte en proyectos de desarrollo para ayudar a largo plazo y hay una mayor transferencia de conocimiento. No se dirigen ya más alimentos, pero se abren oportunidades para que las personas obtengan ingresos propios para comprar comida. En las áreas donde podemos actuar, los resultados son tangibles: la gente no muere de hambre.
swissinfo.ch: ¿Qué espera la población afectada por el hambre de la comunidad internacional, de los donantes, de todos nosotros?
F.L.: No mucho, a decir verdad. Esto se debe a que muchas personas viven marginadas, en lugares muy poco desarrollados o en zonas de conflicto, como Somalia. La gente no espera ninguna ayuda de su gobierno y tampoco de nosotros. Pero dondequiera que estemos, nos encontramos con una enorme gratitud.
Más de mil millones de personas en todo el mundo sufren de hambre.
Cada día 18.000 niños mueren de hambre o de desnutrición.
El origen de esta tragedia tiene varias vertientes: la pobreza, la mala gestión, el cambio climático, los desastres naturales y los conflictos.
En la lucha contra el hambre, Suiza ofrece ayuda de emergencia a los países del Cuerno de África desde la década de 1990.
En 2007, tras la reanudación de las hostilidades, la Ayuda Humanitaria Suiza intensificó sus esfuerzos en Somalia y en los países vecinos.
Con la nueva catástrofe humanitaria anunciada en la primavera de 2011, la ayuda humanitaria helvética ha reforzado su presencia ‘in situ’ con expertos locales y el aumento de los fondos asignados a la región.
Este año, el gobierno federal ha proporcionado 38,5 millones de francos suizos.
Fuentes: Organización Mundial de la Salud y la Agencia Suiza para el Desarrollo y la Cooperación
Periodista, corresponsal, presentador y escritor, Fred Lauener tiene una licenciatura en Comunicación intercultural.
Ha dirigido varios proyectos y campañas en Suiza y en el extranjero.
Es miembro del Cuerpo Suizo de Ayuda Humanitaria y de la Cadena Suiza de Salvamento. También forma parte de la reserva de expertos suizos en el ámbito de la construcción de la paz civil (del Ministerio de Relaciones Exteriores).
En colaboración con ONG y organismos del Estado, se encuentra a menudo en el terreno donde se implican los proyectos para coordinar las acciones en caso de desastre o de conflicto. Está casado y vive en el cantón del Tesino (Mendrisio) y en Basilea.
(Traducción: Patricia Islas)
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