Terrorismo y dependencia de China, amenazas para Suiza
El Servicio de Inteligencia de la Confederación (SRC) no solamente puso en guardia contra el terrorismo islámico, sino también contra la pretensión china de extender más y más influencia en Suiza.
El informe 2016 del SRC, dado a conocer el lunes en Berna, precisa que ese organismo monitorea la actividad en los medios sociales de unos 400 yihadistas potenciales, pero que este año ninguna persona ha salido de Suiza en relación con ese movimiento.
El terrorismo derivado del yihadismo sigue siendo una amenaza importante para Suiza y Europa, como lo muestran los recientes ataques en París y Bruselas, indicó Markus Seiler, responsable del SRC.
Suiza, dijo, no es un objetivo primordial de las organizaciones yihadistas. Al SRC le preocupan básicamente los ataques efectuados por individuos o pequeños grupos con herramientas simples y logística mínima.
¿Una pausa en la actividad?
Hasta ahora, el SRC ha registrado 73 personas que salieron de Suiza para luchar con el yihadismo. Sin embargo, no hay informes de actividad alguna desde el inicio de 2016, lo que hace suponer una posible pausa.
Desde comienzos de este año, 12 personas han regresado a Suiza tras participar en actividades yihadistas, y son procesadas. La fiscalía federal trabaja en 60 casos generales, según el informe.
El mes pasado, tres ciudadanos iraquíes fueron condenados a prisión por delitos de terrorismo por el Tribunal Penal Federal en Bellinzona. Las autoridades señalaron que analizan la manera de proceder con ellos una vez que cumplan sus sentencias de prisión dentro de algunos años.
La actitud que prevalece, de acuerdo con Seiler, es que deben ser tratados como ciudadanos ordinarios tras su liberación, pero que deben ser sujetos a un determinado control, con base en las leyes pertinentes.
La amenaza de la influencia china
El informe 2016 sobre la seguridad nacional advierte, por otra parte, del peligro que representa para Suiza la voluntad china de intensificar su influencia en este país.
La investigación se da a conocer apenas un mes después de la ofensiva económica del presidente y ministro suizo de Economía, Johann Schneider-Ammann, en China. Ese país es el tercer socio comercial de Suiza, y la agenda bilateral incluye muchos y muy variados rubros, incluido un acuerdo de libre comercio.
De acuerdo con el SRC, las empresas y los inversores chinos muestran un interés particular en la industria y el sector financiero suizos, sobre todo en las firmas innovadoras.
A guisa de ejemplo: en marzo pasado el gigante químico chino ChemChina anunció la compra del grupo agroquímico Syngenta, de Basilea, por 43 700 millones de francos. En abril, una compañía del país asiático se hizo del ‘Gategroup’, que suministra comidas a las líneas aéreas.
Para el SRC, China no solamente busca tener una influencia económica, sino también ideológica, por ejemplo, con los Institutos Confucio de Ginebra y Basilea, los cuales son “una parte de una estrategia global para ganar más influencia”, según declaró Markus Seiler al diario ‘Aargauer Zeitung’.
“Dependencia económica”
“El verdadero peligro para Suiza es que se encuentra en una cada vez mayor dependencia económica de China”, anota el periódico. “Al adquirir las empresas suizas, China trata de hacerse de los conocimientos suizos. Si una multinacional agrícola como Syngenta es vendida, el destino de miles de puestos de trabajo locales quedan en manos chinas”, agrega el diario.
“Si hay un punto en el que la política suiza debe prestar más atención, es la protección de Suiza como un lugar de trabajo, más que la lucha contra organizaciones como los Institutos Confucio”, de acuerdo con el cotidiano.
Por su parte, el diario ‘Le Matin’, en un artículo intitulado “Suiza teme al peligro amarillo”, considera que “China forma parte, cada vez más, de la realidad suiza. Esto no debe impedir mantener la distancia crítica frente a un país cuya cultura está en la antípoda de la nuestra en materia de derechos humanos, la libertad individual y el Estado de derecho”.
Censura reforzada
De acuerdo con el informe de la SRC, China logró el año pasado evitar el surgimiento de una sociedad civil con “métodos rudos” como oleadas de detenciones, ideologización y confinamiento de la población. A lo que se añade un reforzamiento masivo de los controles y la censura en los medios de comunicación e Internet.
En cumplimiento de los estándares JTI
Mostrar más: SWI swissinfo.ch, certificado por la JTI
Puede encontrar todos nuestros debates aquí y participar en las discusiones.
Si quiere iniciar una conversación sobre un tema planteado en este artículo o quiere informar de errores factuales, envíenos un correo electrónico a spanish@swissinfo.ch.