Los suizos del mundo, precursores del 1° de agosto
Había que celebrar la existencia de la Confederación Helvética, insistieron hace más de un siglo los connacionales fuera del país y así se impuso la fecha para conmemorar el cumpleaños de Suiza.
swissinfo.ch siguió la celebración del Día Nacional en la capital federal, Berna, con yodel, cuerno alpino, raclette y luces de bengala.
No había tiempo para el aburrimiento. En la catedral de Berna la misa dominical fue ataviada con las voces del club de yodel bernés dirigido por Hannes Fuhrer, uno de los compositores de música folclórica más reconocidos del país (ver vídeo: Yodel, el canto de Suiza).
Dos horas y media de celebración religiosa con esas voces típicas de Suiza. “Me sorprendió que viniera tanta gente”, indica el propio Fuhrer a swissinfo.ch ante el lleno en la catedral.
¿Qué le significa ser suizo?: “Nada en especial, es sólo una circunstancia que haya nacido aquí, para mí el ser humano es eso, humano; yo amo a la gente sin importar el color de piel, que sea como el tuyo o como el mío, da igual”, responde este hombre de voz cálida y sencilla.
“Ser suizo es una coincidencia –reitera-, lo que me gusta es la música, y puedo imaginarme que me atraería del mismo modo si hubiera nacido en África o Australia. El lugar donde naciste forma parte de la armonía”.
Entre el público, algunos vestían también atuendos típicos. “Visto el traje de boda de la región de Berna con bordados y broches de filigrana en plata; con él me casé”.
Y dígame, Suiza no tiene ni pasado colonial ni revolucionario, entonces ¿Para qué celebrar este 1º de agosto?: “Es el aniversario de nuestra Suiza”.
Un buen «pretexto» para festejar
Y quién diría que esos cientos de suizos que desde hace más de un siglo celebran el 1º de agosto, deben el mérito de la celebración a aquellos que viven fuera de las fronteras. Es así, según indica el Diccionario Histórico de Suiza, con estas palabras:
“La celebración anual se piensa a partir de 1899, cuando el Consejo Federal (Ejecutivo suizo) invita a los cantones a organizar el toque de campanas la noche del 1º de agosto, bajo la presión de los suizos del extranjero que querían tener una especie de 14 de julio (Toma de la Bastilla)”.
Y es que Suiza era uno de los pocos países sin fiesta nacional, por lo que era necesario imaginarse un pretexto. Los historiadores de la época consultados aconsejaron elegir la fecha del Pacto de 1291, que supone la renovación de un juramento de alianza establecido en una carta precedente por representantes de tres regiones que hoy componen la región central de la Suiza actual.
Según la tradición, los representantes de Uri, Schwyz y Unterwald se reunieron a inicios de agosto de 1291 en la pradera del Grütli para sellar una alianza que daría lugar al nacimiento de la Confederación Helvética.
Por ello, la conmemoración del Día Nacional apenas tiene poco más de un siglo, pero ha sido muy bien acogida en cada rincón del país y, naturalmente, entre los suizos que viven lejos de su tierra natal.
El Palacio Federal, símbolo de la Suiza confederada
Así pues este 2010 en Berna, la fiesta siguió su curso con puertas abiertas del Palacio Federal, símbolo de esa alianza confederada que es Suiza y lugar donde sesiona el Parlamento de Suiza. Justamente en su cúpula se inscribe el lema ‘Uno para todos y todos para uno’, que ha servido este año de inspiración a la presidenta helvética Doris Leuthard en su mensaje en la Fiesta Nacional, al recordar que “juntos podemos dar un nuevo impulso a nuestro país y mostrar el camino a seguir”.
En una jornada con temperaturas rayando los 30°C, la fiesta también fue en exteriores con la oferta de viajes gratuitos por el río Aare, recorriendo justamente el cuadro que enmarca Berna con el Palacio Federal, la catedral y las construcciones medievales del casco viejo de la ciudad. Allí, entre la vista imponente y el ruido del cauce del río, preguntamos a una mujer qué le hacía sentirse orgullosa de ser suiza: “la virtud de la unión reconociendo diferencias, pero respetándolas y saber que nuestro país está bien”.
La última parada: la plaza frente a la catedral para que los niños diseñaran sus propias antorchas para el desfile nocturno partiendo de la fosa de los osos antes del cierre luminoso con los juegos pirotécnicos.
Desde que cayó la noche hasta ahora, acercándose ya la media noche, se escuchan por toda la ciudad las explosiones de luces de bengala que dejan centellas coloridas en el cielo bernés para celebrar en lo que todos coinciden:
“Es el cumpleaños de Suiza”.
Patricia Islas en Berna, swissinfo.ch
Los suizos conmemoran cada 1º de agosto el Pacto de Alianza de los primeros confederados en 1291. No obstante, esta fiesta nacional se celebra apenas desde hace algo más de 100 años.
Los términos de esta alianza fueron inscritos en el Pacto Federal, un documento preciosamente conservado en el Museo de Documentos Federales de Schwyz.
El 1º de agosto de 1891, todos los campanarios del país sonaron al mismo tiempo y se encendieron fuegos de artificio. Desde entonces, la fiesta nacional se celebra cada primer día de agosto.
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