“Las alternativas al matrimonio dejan que desear”
¿Debe adoptar Suiza nuevas formas jurídicas que, junto al matrimonio, rijan la convivencia? Este es un tema que interesa tanto a los políticos como a la sociedad, aunque el debate se desarrolla con argumentos simbólicamente diferentes. En esta entrevista, el profesor de Derecho Anatol Dutta aporta una respuesta jurídica.
En Suiza, un hombre y una mujer pueden unirse legalmente a través del matrimonio. Sin embargo, las parejas del mismo sexo tienen la opción de registrarse como pareja de hecho, que viene a ser algo parecido a un “matrimonio descafeinado”. Cada vez con más frecuencia se plantea que las parejas homosexuales también puedan acceder al matrimonio, así como introducir un contrato que una a las parejas, tanto de sexo opuesto como a las del mismo sexo, al estilo del PACS [Pacto de Solidaridad Civil] francés.
swissinfo.ch: La adaptación del derecho matrimonial a nuevas formas de convivencia es una realidad en toda Europa Occidental. ¿En qué punto se encuentra Suiza a este respecto?
Anatol DuttaEnlace externo es catedrático de Derecho Civil, Derecho Internacional Privado y Derecho Comparado en la Universidad Ludwig Maximilian de Múnich. Su actividad se centra especialmente en el Derecho de Familia y de Herencia, también desde un punto de vista internacional y multidisciplinar.
Participó, junto con la ministra suiza de Justicia Simonetta Sommaruga, en la jornada ‘¿Un PACS para Suiza?Enlace externo’ celebrada en junio para debatir sobre la modernización del Derecho de Familia en Suiza.
Anatol Dutta: Si se compara con Europa, Suiza está a mitad de camino. Ofrece el régimen tradicional del matrimonio para las relaciones de pareja entre un hombre y una mujer, y la pareja de hecho para las personas del mismo sexo. Y esto último, jurídicamente, es más débil que el matrimonio. La mayoría de los países que ofrecen un sistema sustitutorio para las parejas del mismo sexo equiparan ese sistema al matrimonio.
swissinfo.ch: Usted es partidario del matrimonio. ¿Por qué?
A.D.: Desde un punto de vista social y político, no soy defensor del matrimonio. El matrimonio no es la única forma legítima de vida en común. Por el contrario, desde el punto de vista legal sí soy un gran fan del matrimonio, porque ofrece a las parejas una protección óptima y justa, fundamentada en las reglas que, basándose en años de experiencia, el legislador ha promulgado. De esta manera, en muchos sistemas legales modernos se ha logrado deshacerse de los roles asignados tradicionalmente a cada uno de los esposos, como el de ama de casa, por ejemplo.
Cuando una relación está en crisis o uno de los cónyuges muere, el régimen jurídico del matrimonio funciona como mecanismo de protección, y vela por que las ventajas y desventajas correspondientes al tiempo de vida en común se repartan de manera equitativa.
“Desde el punto de vista legal, el matrimonio ofrece a las parejas una protección óptima y justa”
swissinfo.ch: ¿Se refiere a los derechos de herencia y propiedad a los que, en caso de separación, se suma el derecho de manutención?
A.D.: Así es. Y en el caso de Suiza, también al reparto equitativo de los activos del segundo pilar (las pensiones de jubilación) que para la mayoría de las parejas representan el elemento más importante de su patrimonio. Todas estas reglas, desde el punto de vista del modelo de pareja, son modernas y neutrales. Lo cual significa que convienen tanto a las parejas en las que la mujer se queda en casa, como a aquellas otras en las que ambos cónyuges trabajan. Además, en el derecho familiar moderno, el matrimonio no tiene un modelo preestablecido de parejas. El matrimonio ya no asigna a cada cónyuge funciones específicas, como antes, sino que representa sobre todo un mecanismo de protección.
swissinfo.ch: Desde un punto de vista legal, tendría sentido que las parejas del mismo sexo pudieran casarse, ya que el matrimonio, en caso de separación o divorcio, garantiza mayor equidad que la pareja de hecho…
A. D.: Sí. Las reglas del matrimonio son un buen punto de partida para todas las relaciones de pareja. En mi opinión, deberían concebirse de manera que el mayor número de parejas, incluidas las del mismo sexo, se sometan al mismo. Que el término sea ‘matrimonio’ o sea ‘pareja de hecho’ es, básicamente, una cuestión político-social. Lo que legalmente cuenta es que se alcance el nivel de regulación ya existente para el matrimonio.
swissinfo.ch: Si Suiza extendiera el matrimonio a las parejas del mismo sexo, como resultado de la existencia de la figura de pareja de hecho, estas tendrían más oportunidades que las parejas heterosexuales para unirse legalmente.
A. D.: En el caso de que el matrimonio se extendiera también a las parejas del mismo sexo, Suiza podría considerar la supresión de la pareja de hecho. O permitirla a las parejas de sexo opuesto.
swissinfo.ch: En Francia, la posibilidad de que las parejas heterosexuales celebren un ‘matrimonio descafeinado’ a través del PACS está teniendo gran éxito. ¿Qué piensa sobre el debate en torno a introducir un PACS como el francés en Suiza?
A.D.: Tengo muchas dudas al respecto. El deseo de un ‘matrimonio descafeinado’ a menudo se justifica por el simbolismo del matrimonio y no por lo que legalmente establece. En los Países Bajos, además del matrimonio, el Estado ofrece a las parejas un sistema neutral que proporciona los mismos derechos y deberes que el matrimonio, pero que no se llama así. En 2013, un 10% más de parejas optó por este ‘geregistreerd partnerschap’ en lugar de por el matrimonio, incluso aunque en el plano legal no haya ninguna diferencia.
“El deseo de un ‘matrimonio descafeinado’ se justifica a menudo por el simbolismo del matrimonio y no por lo que legalmente establece”
Para muchas parejas el término ‘matrimonio’ tiene una carga simbólica pesada. Los estudios indican que la mayoría de las parejas no conocen exactamente las normas que rigen el matrimonio y a veces tienen una idea equivocada al respecto. Suiza, antes de introducir un PACS, debería realizar investigaciones reales y preguntar a las parejas qué dice el derecho matrimonial y qué les parece injusto.
Si se concluye que las parejas no tienen nada en contra de las disposiciones legales del matrimonio, sino solo contra el matrimonio como símbolo, sería más conveniente introducir una pareja de hecho equivalente al matrimonio, como en los Países Bajos.
swissinfo.ch: No le convence el modelo PACS francés ni desde un punto de vista económico…
A.D.: En el caso de que Suiza pusiera en marcha un PACS basándose en el modelo francés, las consecuencias serían evidentes solo a largo plazo. Las exparejas de hecho que durante la vida en común se han dedicado sobre todo a las tareas familiares y han abandonado sus carreras se encuentran con las manos vacías; y en caso de necesidad tienen que recurrir al Estado. Los hombres, por su parte, podrían obtener todas las ventajas heredadas de esa relación anterior. Y esta no puede ser la voluntad del legislador.
“El PACS y otras alternativas al matrimonio parecen a priori algo moderno”
swissinfo.ch: Así que no está a favor de la introducción del PACS. Sin embargo, el derecho de familia suizo, de una manera u otra, debe responder a las nuevas formas de vida en común…
A.D.: En una perspectiva político-social, el PACS y otras alternativas al matrimonio parecen a priori algo moderno. Pero en última instancia, estos esquemas dan a las parejas piedras en vez de pan, sobre todo si en el plano legal no están lo suficientemente informados. Por el contrario, deberíamos pensar en ampliar el régimen del matrimonio civil y, por qué no, aplicarlo automáticamente a las parejas no casadas, pero cumpliendo determinados criterios.
Este automatismo es el previsto en América Latina, Nueva Zelanda y algunos países de Europa del Este, por ejemplo. En estos países, se aplican ciertas reglas sobre la manutención, la propiedad y la herencia desde el momento en que la pareja ha convivido durante un período de tiempo determinado o han tenido hijos en común. Aquellas parejas que no quieren estar en este régimen deben indicarlo claramente y ‘darse de baja’.
Diferencias: matrimonio y parejas de hecho
Desde 2007 las parejas homosexuales tienen derecho a que el Registro Civil reconozca su unión. Las parejas de hecho, en muchos aspectos, tienen los mismos derechos y deberes que los cónyuges. Sin embargo, en la pareja de hecho prevalece, en principio, el sistema de separación de bienes, mientras que en el matrimonio, también a priori, rige la comunidad de bienes (de esta manera el cónyuge participa del éxito económico de su consorte hasta la disolución del matrimonio).
Las parejas de hecho no pueden adoptar niños ni tampoco acceder a la reproducción asistida. A partir de 2018, se introducirán algunos cambios y las parejas de hecho podrán adoptar al hijo de la persona con la que conviven. La pareja de hecho, a diferencia del matrimonio, no afecta al derecho de ciudadanía.
Traducción del francés: Lupe Calvo
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