Muere Nicolas Hayek, presidente del Grupo Swatch
Nicolas Hayek murió este lunes a los 82 años, víctima de un paro cardíaco. Considerado como el salvador de la industria relojera suiza en los años 80, simbolizaba al empresario audaz y de ideas fecundas.
Nicolas Hayek había puesto la dirección general del Grupo Swatch, número uno mundial en relojería, en manos de su hijo Nick en 2003. Empero, el hombre del puro se mantenía como presidente del Consejo de Administración.
“A través de su compromiso y sus acciones valientes, Nicolas Hayek impulsó fuertemente la empresa y la economía suiza. Le debemos mucho”, dijo la presidente suiza y ministra de Economía, Doris Leuthard.
Actor insoslayable en las escenas mediática y económica, este inmigrante libanés que se hizo millonario, nunca mostró un verdadero deseo de dejar el negocio. Parecía poco probable que se tomaran decisiones sin su consentimiento.
Artista-empresario
Al ex dirigente del Grupo Swatch le gustaba definirse a sí mismo como una especie de empresario-artista. Consideraba que un patrón tenía que conservar la fantasía de la infancia. Condecorado con la Legión de Honor, el también ciudadano de honor de Bienne, parecía disfrutar el hecho de estar entre los grandes de este mundo tanto como admirar la obra de un relojero.
Nacido en Beirut en 1928, Hayek emigró a Francia en 1940 y a Suiza en 1949, donde obtuvo más tarde la nacionalidad. Dirigió empresas desde los años 50 y en 1985 asumió el control de la Sociedad Suiza de Microelectrónica y Relojería, predecesora del Grupo Swatch, que comprende ahora numerosas marcas como Swatch, Omega, Tissot, Longines y Breguet.
Ligado a Bienne
Para muchos, el nombre de Bienne permanecerá ligado indisociablemente al del patrón del Grupo Swatch. El establecimiento de las diferentes marcas del grupo en esa ciudad bilingüe del cantón de Berna generó la creación de miles de puestos de trabajo, amén de que la convirtió en la capital mundial de la relojería.
De manera más global, el ex presidente y delegado del Consejo de Administración del Grupo Swatch contribuyó al crecimiento y la estabilidad económica del Arco del Jura. Durante la actual crisis económica, este capitán de la industria, de carácter bien templado, instó a los empresarios a superar los obstáculos y a seguir adelante.
Actitudes
Si bien le gustaba elogiar a empresarios, obreros, diseñadores, no escatimaba palabras cuando se trataba de denunciar al mundo de las finanzas. Fustigó a “los banqueros cretinos y deshonestos” que utilizaron el dinero para especular o pagar primas exorbitantes.
Ya en los años 90, Nicolas Hayek no dudó en manifestarse contra la política de entonces del Banco Nacional Suizo (SNB) considerada hostil a las exportaciones. Recientemente, se había comprometido con el populista Christoph Blocher y el socialista cristiano Christian Levrat para modificar el tamaño del UBS y el Credit Suisse.
Intuición
El hombre del Grupo Swatch, famoso también por sus numerosos relojes usados de forma simultánea, fue visionario también en otras áreas. Intuitivo, se dedicó también al desarrollo de vehículos respetuosos del medio ambiente alimentados con pilas de combustible.
Pero ya mucho antes, soñaba con un coche de tecnología limpia. En los años 90, lanzó la idea del Swatchmobile. El proyecto de un automóvil ecológico no se concretizaría. Sin embargo, Hayek creó el modelo Smart de DaimlerChrysler.
Expo 02
En cada crisis, Nicolas Hayek era uno de los primeros expertos consultados, y no sólo por la prensa. Cuando el proyecto de exposición nacional, convertido de Expo 01 en Expo 02, naufragaba, fue él quien preparó el informe de viabilidad a finales de los 90.
Toda su vida, Nicolas Hayek buscó poner al ser humano por encima del dinero. En una entrevista hace un año con la revista francesa L’Express, Nicolas Hayek dijo: “Nada es imposible, excepto evitar la muerte … y los impuestos”.
swissinfo.ch y agencias
Con el deceso de Nicolas Hayek, Suiza pierde una de las principales figuras de su plaza industrial. El presidente del Grupo Swatch fue un embajador que representaba el modelo de empresario comprometido con la actividad económica en contraposición con el puro interés financiero.
Conocido mucho más allá de las fronteras suizas, Nicolas Hayek se forjó a lo largo de treinta años una imagen de innovador. De origen libanés y estadounidense, y orgulloso de su ciudadanía suiza, el industrial supo defender las habilidades de su sector, con un estilo a veces teñido de paternalismo.
Nicolas Hayek es recordado por sus famosas diatribas contra la política del Banco Nacional Suizo (SNB), bajo la égida del presidente Markus Lusser, hasta mediados de los años 90. Reprochaba a la institución la adopción de una política de franco fuerte desfavorable a la industria de la exportación.
También solía pronunciarse contra los excesos de la Bolsa y contra los mercados financieros que, en su opinión, no sabían reconocer el justo valor de los grupos industriales.
También mostró su fibra patriótica al comprometerse con la Exposición Nacional de 2002 y al participar en los festejos nacionales del 1 de agosto en la pradera del Rütli.
Apasionado de su compromiso, Nicolas Hayek logró posicionar los relojes del Grupo Swatch en el mundo del lujo. Una pasión que logró transmitir a su hijo Nick, que aparece como un digno sucesor en sus discursos y sus actitudes.
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