¿Por qué donar para los damnificados de Haití?
Un terremoto fijó la mirada del mundo en el país más pobre de América Latina. Los apoyos financieros de los gobiernos fluyen ya y cubrirán servicios hospitalarios de emergencia y la reconstrucción de las infraestructuras. Pero son los donativos de la población civil los que hacen posible reconstruir casas, escuelas y vidas.
De ahí la importancia de participar en la jornada de colecta para la devastada nación antillana que organiza este jueves la Cadena de la Solidaridad.
Haití es el país más pobre del continente americano y también era el más ignorado hasta hace unos días.
Se trata de la única economía del continente en la que 80% de la población vive por debajo de la línea de pobreza, es decir, con el equivalente a menos de 1 franco suizo al día.
Su PIB por habitante es de apenas de 1.300 dólares, unas 45 veces inferior al helvético.
Esto explica que Haití viva en una situación de crisis económica, política y social perennes y que se ubique en el lugar número 146 del Índice de Desarrollo Humano elaborado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
Para Suiza, la nación que comparte territorio con la República Dominicana en la llamada Isla Española no es considerada prioritaria en términos de cooperación bilateral.
Sin embargo, un trío de proyectos -por 18 millones de francos suizos- ha sido operado activamente en Haití por la Agencia Suiza para la Cooperación y el Desarrollo (COSUDE) entre 2007 y 2009.
Y en 2010, de cara al terremoto que desmoronó la capital, resurge la necesidad de reconstruir el país. Suiza se ocupa de su parte.
Jornada de la Solidaridad
La Cadena de la Solidaridad pone en marcha este jueves (21.01) una Jornada Nacional de la Solidaridad a favor de Haití.
Un exhorto a la colaboración financiera de los suizos respaldada por instituciones como la Cruz Roja Suiza, Terre des Hommes, Ayuda Protestante Suiza (EPER), el Ejército de Salvación, Enfants du Monde, Caritas Suiza, Helvetas y Handicap International, entre otras.
La colecta inicia a las 6 horas –tiempo de Berna- y concluirá a la medianoche. Los donativos pueden hacerse por teléfono, SMS o envío de cheques (véase DATOS CLAVE).
Hasta el miércoles, se habían reunido 3,8 millones de francos suizos para este objetivo.
“No existe una meta específica, pero confiamos ampliamente en que los suizos participen con generosidad”, afirma Felix Bollmann a swissinfo.ch
El director de la Cadena de la Solidaridad declina hacer previsiones sobre el monto aproximado que podría reunirse, pero confirma que en colectas previas destinadas a atender desastres como un terremoto, el monto global de los donativos suele ubicarse en un rango de entre 12 y 17 millones de francos suizos.
“Esperamos ir más lejos en esta ocasión”.
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Cadena de la Solidaridad
Cada centavo a su destino
En países en desarrollo, como Haití o el resto de América Latina, la corrupción de los gobiernos, las burocracias y la desorganización construyen diques que complican que la ayuda al desarrollo llegue a sus destinatarios finales, lo que conduce a más de uno a dudar sobre la conveniencia de donar.
Otros sienten tan distante geográficamente la catástrofe que no estiman que su aportación individual pueda cambiar algo. ¿Por qué es importante donar ahora y no en dos semanas o dos meses?
“Porque la ayuda es necesaria desde ahora y los apoyos financieros de la sociedad civil se dirigirán hacia un objetivo distinto al de las ayudas públicas. Nosotros vamos a proyectos específicos de reconstrucción que se desarrollan en el largo plazo, a dos, tres o cinco años, y que permiten a la gente recuperar una vivienda, un pequeño negocio, una forma de continuar la vida”, explica Bollmann.
¿Y cómo garantizar a la población que su dinero llegará a su objetivo final? La respuesta es inmediata: “Los suizos pueden estar tranquilos en ese sentido, existe una gran transparencia”.
El director de la Cadena de la Solidaridad explica que su institución sólo financia proyectos ya terminados, da anticipos pequeños, pero sobre el reembolso de lo que ya construyó, con lo que es palpable el destino de los recursos.
Y para garantizar la probidad de las ONG, trabaja sólo con aquellas que conoce desde hace años y que han demostrado su seriedad y una clara rendición de cuentas.
Un largo camino
La Cadena de Solidaridad hace énfasis sobre un aspecto que con frecuencia se olvida. La reconstrucción de un país posterior a un desastre natural es un proceso largo.
“En nuestro caso, para atender las necesidades inmediatas posteriores a un desastre, canalizamos sólo un 15% de los donativos –promedio histórico-, y el 85% restante se desembolsa en los años posteriores conforme los proyectos se materializan”, señala Bollmann.
Sobre el seguimiento de los recursos, explica que la Cadena de Solidaridad se ocupa de ello junto con las propias ONG.
Por el momento, la Cadena no ha hecho ningún viaje a Haití –posterior al terremoto- porque es en Suiza, coordinando esfuerzos y obteniendo fondos, que puede ser de mayor utilidad. Pero la Cadena ya coordina trabajos con las ONG que están ‘in situ’ desde hace años y que conocen las necesidades de Puerto Príncipe.
No hay donativo ni esfuerzo pequeño. La jornada de solidaridad está en marcha.
Andrea Ornelas, swissinfo.ch
La Jornada Nacional de Solidaridad con Haití que coordina la Cadena de la Solidaridad inicia a las 6h00 y termina a las 24h00.
Los donativos pueden realizarse al número gratuito: 0800 87 07 07 o realizarse en directamente en línea en: https://www.bonheur.ch/fr/dons/faire-un-don.html.
Un grupo de empresas suizas se ha sumado al esfuerzo de reunir fondos para financiar la reconstrucción de Haití.
Novartis anunció que destinará 2,6 millones de francos suizos a ayudar a las víctimas a través de organizaciones humanitarias y el donativo de medicamentos como antibióticos y analgésicos.
La cadena Migros confirmó que donará un millón de francos suizos.
La aseguradora Zurich Financial Services (ZFS) aportará 250.000 francos suizos producto de una colecta entre sus empleados.
Haití fue una de las principales fuentes de riqueza de Francia en el siglo XVIII. Tras la invasión estadounidense de 1915, ha sido EEUU quien mayor influencia tiene sobre la antilla.
En los 80, Haití inició una estrategia de apertura y desarrollo de su comercio exterior –agrícola fundamentalmente– apoyada por el Banco Mundial, una política que sólo agudizó la desigualdad y la miseria.
La participación de Suiza en proyectos de desarrollo se fortaleció a partir de 2004, año en el que el político y sacerdote salesiano, Jean-Bertrand Aristide fue derrocado como mandatario de Haití.
La Cruz Roja Internacional consiguió, por primera vez, llegar el martes (19.01) a atender víctimas de localidades aledañas a la capital, como Léogane o Cité-Soleil, Víveres y suministros médicos comenzaron a fluir.
COSUDE ha financiado tres tipos de proyectos durante los últimos años:
Acceso a la alimentación (con énfasis en mujeres y niños); construcción de infraestructura social (escuelas y viviendas destrozadas por catástrofes naturales); freno al avance del VIH/sida.
COSUDE destinó 6,2 millones de francos suizos a Haití en 2009.
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