Récord de personas inscritas en las entidades suizas de suicidio asistido
En Suiza cada vez más personas optan por inscribirse a agrupaciones de suicidio asistido. Una de las causas es el envejecimiento de la población.
En 2022, más de 17 000 personas se afiliaron a Exit, la mayor y más antigua organización de suicidio asistido del país. Actualmente cuenta con 154 118 personas inscritas: la cifra más alta desde que el grupo se fundó, hace 40 años.
El principal beneficio que brinda formar parte de un grupo es tener acceso al suicidio médicamente asistido. Exit solo presta asistencia a quienes residen de manera permanente en Suiza o a quienes tienen la ciudadanía suiza.
La tendencia al alza está en consonancia con el número cada vez mayor de personas que deciden poner fin a su vida con la ayuda de una asociación. Según Exit, el año pasado en Suiza 1 125 pacientes murieron por suicidio asistido, frente a 973 en 2021, y 913 en 2020.
“Esto se debe al envejecimiento de la sociedad y al aumento del número de personas con enfermedades graves y discapacidades”, explica Exit en un comunicadoEnlace externo. La edad media de quienes el año pasado murieron por suicidio asistido fue de 79,6 años, superior a la media de 78,2 años de 2021.
El 37 % de quienes recurrieron al suicidio asistido tenían cáncer en fase terminal.
Exit A.D.M.D. Suisse Romande —homóloga francófona de la organización— contaba con 33 411 personas inscritas en 2022 y a lo largo del año se sumaron otras 3 401. Pusieron fin a su vida 502 pacientes.
Más suicidios asistidos en asilos
La mayoría de las personas inscritas en Exit siguen eligiendo morir en casa —aunque la cifra está bajando—. En 2022 así lo hizo el 76 %, frente al 81 % el año anterior. Exit asegura que cada vez más pacientes eligen morir en asilos u hospitales: un 18,6 % el año pasado, frente al 15 % en 2021 y el 14 % en 2020.
“Más residencias de personas mayores y hospitales están permitiendo el suicidio asistido para residentes o pacientes”, dice Exit.
Para respetar el derecho de autodeterminación del paciente, el año pasado otros dos cantones permitieron el suicidio médicamente asistido en asilos y hospitales. En el cantón del Valais, se apoyó una ley que permite el suicidio asistido en todas las residencias de personas mayores y centros médicos de la región.
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Ley de suicidio asistido aprobada en el cantón del Valais
En mayo del año pasado, por su parte, el parlamento del cantón de Zúrich aprobó una ley similar. Sin embargo, el proyecto de ley se modificó —por la fuerte oposición de los partidos de derechas— para excluir los establecimientos privados.
Los cantones francófonos de Ginebra, Vaud y Neuchatel ya permiten el suicidio asistido en hospitales y asilos.
Más residentes extranjeros entre las personas inscritas
La eutanasia o el suicidio asistido son legales en más de diez países de todo el mundo. Sin embargo, lo que hace que Suiza sea diferente es que algunas asociaciones están dispuestas a aceptar a personas que residen en el extranjero.
También registra un número creciente de miembros Dignitas, la mayor organización suiza que acepta a personas que no residen en Suiza. En 2022 tenía 11 856 miembros (832 más que el año anterior). La mayoría de las personas inscritas últimamente proceden de Estados Unidos (+389), seguidas de las de Alemania (+164) y Reino Unido (+95). Actualmente más del 90 % de sus miembros viven en el extranjero.
Sin embargo, no todas las personas que se afilian ejercen su derecho a morir. Realmente mueren por suicidio asistido menos de la mitad de las personas registradas en Dignitas, y que han superado una evaluación médica. Una de las razones es que muchas personas se inscriben con antelación, en previsión de una enfermedad futura.
Dignitas acepta a personas que residen en el extranjero como parte de sus esfuerzos por promover la legalización del suicidio asistido en todo el mundo. En Suiza, también ofrecen servicios de suicidio asistido Lifecircle y Pegasos —ambas con sede en Basilea—. Lifecircle dejó de aceptar nuevos miembros en 2022 al alcanzar su presidenta, Erika Preisig, la edad de jubilación.
Procesos penales
Aunque en Suiza el suicidio asistido es legal, existe cierto riesgo para la profesión médica, que puede enfrentarse a demandas. Solo pueden solicitar el suicidio asistido quienes padezcan una enfermedad incurable, sufran un dolor físico insoportable y estén en su sano juicio.
La presidenta de Lifecircle, Erika Preisig, en 2016 fue acusada de asesinato y violación de la Ley de Productos Terapéuticos por ayudar a morir a un paciente con enfermedad mental sin haber recabado previamente la opinión de un especialista. En un segundo juicio, en 2021, fue parcialmente absuelta. Tanto Preisig como la Fiscalía han recurrido la decisión y el procedimiento sigue en curso.
Pierre Beck, exvicepresidente de Exit A.D.M.D. Suisse Romande y médico jubilado, fue absuelto el mes pasado en otro veredicto en Ginebra. Había ayudado a morir a una mujer de 86 años sana que quería morir junto a su marido enfermo.
El año pasado la Asociación Médica Suiza (FMH) endureció sus directrices, y ya no permite asistir al suicidio a personas que no estén enfermas. Las normas no son jurídicamente vinculantes, pero los médicos que las infrinjan pueden enfrentarse a sanciones de la FMH, entre ellas que les quiten su autorización para ejercer la medicina.
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Suicidio asistido: la normativa suiza más estricta preocupa en el extranjero
Adaptado del inglés por Lupe Calvo
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