«Requerimos de los inmigrantes»
Los extranjeros impulsan la capacidad competitiva de la economía suiza, concluye un estudio realizado en la región basilense, dedicado a las potencialidades y los problemas de integración de los nuevos llegados.
Esta investigación enriquece el debate sobre la integración y ofrece una nueva dimensión al tema en la zona industrial suiza vecina a Alemania y Francia.
Los grupos farmacéuticos multinacionales de Basilea atraen cada vez más mano de obra extranjera muy cualificada. Actualmente, los extranjeros representan el 8% de la población residente basilense. “Visto que forman parte de la clase media superior, se estima que ese grupo representa el 10% del consumo y que paga también 10% en impuestos”, explica Guy Morin, presidente del Consejo de Estado de Basilea-Ciudad.
“Necesitamos de esos talentos, por ello debemos ofrecerles buenas condiciones de vida y facilitar su integración”, agrega Morin. El estudio intitulado ‘Potenciales y desafíos de la integración de expatriados en la región de Basilea’ indica algunas pistas para alcanzar esos objetivos. “Basilea sirve de modelo para Suiza y jugará en el futuro aún un papel pionero en materia de integración de expatriados”, afirma el presidente del gobierno cantonal.
Crecimiento sostenido
“No existe estadística alguna reciente para el conjunto de Suiza, pero según la Oficina Federal de Estadísticas, en el transcurso de los próximos 25 años, Basilea conocerá el mayor crecimiento nacional de mano de obra inmigrante altamente cualificada”, explica Daniel Wiener, coautor del estudio y director de la Oficina de consejo Ecos.
En compañía de representantes de medios políticos, económicos y de la sociedad civil basilense, Daniel Wiener presentó hace unos días el estudio en un hotel de la ciudad suiza a orillas del río Rin.
Estancias limitadas, que después se prolongan
El estudio nació de un cuestionamiento social, añade Wiener: “Queríamos ver de qué manera sería posible de integrar a numerosos inmigrantes en las actividades benévolas”. Después, los medios económicos se interesaron por la investigación, puesto que también tienen el interés esencial de integrarlos mejor.
El perfil de estos nuevos integrantes de la sociedad abarca una alta cualificación, una situación financiera estable y que su arribo a Suiza se debe a razones profesionales para desempeñarse en tareas de duración limitada (de 2 a 4 años). Esos breves periodos terminan con frecuencia por prolongarse para llegar a la instalación definitiva.
Factor económico
Los grupos farmacéuticos Hoffmann-La Roche y Novartis apoyaron esta investigación: “La innovación y la diversidad son los dos motores de nuestro crecimiento, la pluralidad hace nuestra fuerza”, comenta Bruno Weissen, responsable de personal en Hoffmann-La Roche. “Para mantenernos en la punta del progreso con la innovación, requerimos de traer a los mejores especialistas”.
Para mostrar a qué grado su empresa está inclinada al exterior, Weissen lo explica con una frase concluyente: “De los 365 días del año, trabajamos 3 para Suiza y el resto lo dedicamos al extranjero”.
Hans Locher, responsable de recursos humanos en Novartis respalda esa dirección: “Para un grupo como Novartis, que privilegia el crecimiento, los talentos tienen una importancia crucial. Dependemos de los expatriados”.
Debido a que las empresas invierten mucho dinero para hacer venir a esta mano de obra altamente cualificada y en la tarea de que se sientan bien en su nuevo medio ambiente profesional, ellas están directamente interesadas en que también sean bien integradas en el plano social y en su vida cotidiana, para que se queden.
Costumbres distintas, difíciles a descifrar
La psicóloga Marcella Ramelli, miembro del grupo de seguimiento del estudio, -y ella misma inmigrante-, describe lo que significa para un extranjero que no habla alemán (idioma oficial en Basilea) establecerse en Suiza: “Yo llegué hace diez años con mis dos hijos a Suiza, después de vivir en Colombia, y pensaba quedarme aquí un año”.
Las primeras semanas fueron determinantes. Todos aprendieron rápidamente el alemán y la escuela tuvo un efecto integrador importante, al favorecer el contacto con las otras familias. “Pero he oído de boca de muchos extranjeros que no se sienten parte de la sociedad local, pues prefieren reunirse también con inmigrantes, manteniendo así grupos sociales paralelos”, indica la psicóloga.
En el caso de Marcella Ramelli -cuyos abuelos, originarios del cantón suizo del Tesino, decidieron emigrar a Colombia- la vida en Basilea conlleva muchos subtítulos y reglas sociales a descubrir, intrínsecos en la nueva vida en otro país: “Mis vecinos checos establecieron de inmediato contacto conmigo, lo que me pareció muy cordial de su parte, mientras que los vecinos suizos no me dirigieron palabra alguna. Fue apenas después que justamente amigos suizos me explicaron que esa reacción se trata de una forma de discreción y de respeto”.
Para Guy Morin, este estudio ofrece una nueva perspectiva para la política de integración, dedicada con frecuencia a señalar situaciones donde los extranjeros cometen crímenes: “Existe un grupo de residentes bien integrados en el plano económico. Los requerimos, por ello nos oponemos a la idea de establecer una cuota determinada de inmigrantes”.
Es el primero en su género, dedicado a observar en una región determinada, como es la zona industrial de Basilea, ciudad fronteriza de Suiza con Alemania y Francia, los potenciales y problemas de la comunidad inmigrante que ocupa puestos altamente cualificados por periodos determinados.
Ecos es una oficina de consejería que examina bajo mandato de empresas, instituciones públicas y parapúblicas los impactos de sus proyectos bajo el ángulo del desarrollo sostenible.
La investigación se realizó en un periodo de un año, respaldado por el semicantón de Basilea-Ciudad, la fundación Merian y los grupos farmacéuticos Hoffmann-La Roche y Novartis. Su costo: 90.000 francos suizos.
Alrededor de36’000 inmigrantes viven en los semicantones suizos de Basilea-Ciudad y Basilea-Campo. Representan el 8% de la población total.
Estancia. Se consideran expatriados a personas altamente cualificadas, en situación financiera estable, que viven en Suiza por razones profesionales.
Traducción: Patricia Islas
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