Atlas de adicciones en Suiza
Estadísticas sobre hospitalizaciones en 2016 arrojan nuevas luces sobre la dependencia de los suizos a substancias legales e ilegales, y permiten establecer las regiones con mayor impacto.
El estudio, realizado por el Observatorio Suizo de la Salud (ObsanEnlace externo) y dado a conocer este domingo (21.10) por el periódico dominical ‘Le Matin Dimanche’, analizó los registros de 2016 de unos 75 000 pacientes para determinar el número de hospitalizaciones relacionadas directa o indirectamente con intoxicaciones.
Los hallazgos son notables: más de 46 000 “diagnósticos secundarios” tenían que ver con el consumo de alcohol; 16 000 con tabaco y 12 000 con somníferos. (El “diagnóstico primario” podía ser otro, pero estar directamente relacionado. Por ejemplo, de “conmoción cerebral” en el caso de una persona que se golpea la cabeza al caer).
Otros 8 500 estuvieron vinculados con el consumo de analgésicos; 7 000 de cannabis; y 5 000 de cocaína.
En general, el promedio suizo de hospitalizaciones relacionadas con intoxicaciones en 2016 fue de 8,9 por 1 000 habitantes.
Sin embargo, según Thilo Beck, psicólogo jefe de la clínica de alcoholismo de Arud (Zúrich) entrevistado por el periódico, el paciente común no es el adicto fuera de control, sino alguien que, por ejemplo, ha consumido alcohol diariamente durante años, décadas quizá, pero que solamente advierte la magnitud del problema cuando recibe tratamiento por otro trastorno.
¿Fuera de la vista, fuera de la mente?
Los resultados también muestran grandes disparidades en Suiza. Basilea-Ciudad aparece como el cantón más afectado, con un promedio de 17 hospitalizaciones por cada 1 000 personas, más de cuatro veces más que los cantones de Zug, Appenzell Rodas Interiores o Nidwalden.
Basilea-Ciudad atribuye su alta puntuación a las diferencias en la forma en que las regiones recopilan y archivan los datos.
Cantones del sudoeste de Suiza como Jura, Ginebra, Vaud y Valais también están por encima del promedio nacional, algo que, según ‘Le Matin Dimanche’, sugiere que los francófonos “simplemente beben más alcohol y toman más drogas que el resto de los suizos”.
Sin embargo, nuevamente, aquí entran en juego factores explicativos: en el caso del Valais, por ejemplo, corazón de la industria vitivinícola helvética y tercero en el listado de Obsan, el alto nivel de consumo de alcohol podría deberse simplemente a la “proximidad a las vides”, observa el dominical.
En cumplimiento de los estándares JTI
Mostrar más: SWI swissinfo.ch, certificado por la JTI
Puede encontrar todos nuestros debates aquí y participar en las discusiones.
Si quiere iniciar una conversación sobre un tema planteado en este artículo o quiere informar de errores factuales, envíenos un correo electrónico a spanish@swissinfo.ch.