Sin perspectivas, los jóvenes griegos obligados al exilio
Confrontados a la crisis y al desempleo masivo, muchos griegos, en su mayoría jóvenes bien formados, prueban suerte en el extranjero. El cretense Giannis Glampedakis, estudiante de Matemáticas en la Universidad de Berna, es uno de ellos.
Nunca había pasado un invierno tan severo y no oculta su preferencia por las suaves temperaturas de las islas griegas. Sin embargo, Giannis Glampedakis no se queja de su suerte: desde el otoño de 2011, este joven de 24 años asiste a la Universidad de Berna, donde proyecta obtener una maestría en Matemáticas.
“La Universidad de Atenas es sin duda una buena institución, pero con una maestría en mi campo (Teoría Matemática) las perspectivas de encontrar un empleo son muy pocas”, dice. “Si se quiere acceder al mercado laboral, hay que conocer a las personas adecuadas. Si, como yo, uno no tiene ningún contacto, es prácticamente imposible encontrar alguno de los pocos puestos disponibles”.
Abuelos generosos
La otra razón del exilio del estudiante es la falta de reconocimiento de los diplomas obtenidos en las universidades griegas. Tras la negativa de las dos Escuelas Politécnicas Federales suizas (Zúrich y Lausana), su solicitud de inscripción fue aceptada, finalmente, en Berna, donde los cursos son dictados también en inglés.
Desde hace algunas semanas, el joven cretense sigue un curso de alemán en la universidad. Habla con orgullo de sus progresos. Pero, por suerte, las matemáticas son un “lenguaje” universal.
Giannis Glampedakis es oriundo de Chania, una ciudad portuaria en la costa norte de Creta. Su madre es maestra de Matemáticas y su padre posee un registro de marca para la reparación de televisores. Debido a las medidas de austeridad, el salario de su madre se redujo casi a la mitad y el ingreso de su padre también sufrió un marcado descenso.
El joven estudiante no cuenta con una beca. Sus abuelos, agricultores que lograron ahorrar algo de dinero, financian en gran parte su vida de estudiante en Suiza.
Aumento de solicitudes
Como Giannis Glampedakis, son muchos los jóvenes griegos que no ven un futuro en su país y que deciden probar suerte en otra parte: Estados Unidos, la Unión Europea o Suiza. En 2011, casi un millar de griegos en edad activa emigraron a Suiza, un 70% más que en 2009. El número de estudiantes griegos también aumentó considerablemente. En la Escuela Politécnica Federal de Zúrich (EPFZ) las inscripciones para maestría de estudiantes procedentes de Grecia pasaron de 38 en 2009 a 86 este año. En total, 476 estudiantes extranjeros están matriculados en la EPFZ.
La Embajada de Suiza en Atenas ha constatado también ese creciente deseo de exiliarse de los griegos. Desde el año pasado, las solicitudes de estudiantes, trabajadores o personas que desean iniciar un negocio en Suiza se han incrementado, subraya el cónsul Peter Himmelberger. “Tenemos un promedio de dos a cinco solicitudes al día de los estudiantes y otro tanto en lo que respecta a los trabajadores. Antes de la crisis, había una solicitud cada dos días. Empero, solo un pequeño número de las personas que se anuncian va a emigrar finalmente”.
Giannis le Glampedakis dio el paso. Antes de llegar a Suiza, ya había estudiado un semestre en España en el marco del programa de intercambio Erasmus. “Quería descubrir algo nuevo y ver si estaba listo para vivir en el extranjero”. No todos los griegos están dispuestos a seguir este camino, considera Giannis Glampedakis: “A pesar de la miseria, muchos quieren quedarse en Grecia para estudiar o trabajar. Otros simplemente no tienen la posibilidad de emigrar”.
Fuga de cerebros
Esta inclinación de los jóvenes griegos a estudiar y hacer carreras en el extranjero no es nueva. Desde hace décadas, muchos de ellos optan por el exilio. “Es lamentable”, dice el joven estudiante. Sin embargo, añade que “muchos de ellos vuelven años más tarde para convertirse, por ejemplo, en profesores universitarios. Se trata de un trampolín típico del mundo académico griego”.
Profesor desde hace 13 años en el Instituto de Economía Política de la Universidad de Berna, Harris Dellas sabe mucho de esos jóvenes que vuelven la espalda a Grecia. “No debería alarmarnos el hecho de que los griegos estudien en el extranjero. Para ellos se trata de conseguir una mejor formación y adquirir experiencia”, relativiza.
El profesor subraya, sin embargo, la existencia de un fenómeno de fuga de cerebros, porque son muchos aquellos que se quedan a trabajar en Suiza al término de sus estudios. A ello se agrega un éxodo masivo de griegos altamente cualificados. “En el corto plazo, eso no es un problema, sino todo lo contrario: Dada la alta tasa de desempleo entre los jóvenes universitarios, ese éxodo es un alivio para el mercado de trabajo”.
Visión sombría
Una vez que tenga su maestría, Giannis Glampedakis piensa continuar sus estudios en Suiza para obtener su doctorado y volver más tarde a Grecia. Pero por ahora, la situación en su país natal le inspira pensamientos más bien sombríos. En comparación con Suiza, donde todo parece funcionar de maravilla, la vida en Grecia, marcada por una economía en apuros, una burocracia paralizante y las reiteradas huelgas, es lastimosa, dice.
“Podemos pensar que va a empeorar. La gente tiene que pagar más impuestos, los precios suben, los salarios bajan. La economía está de rodillas”. Giannis Glampedakis no excluye la bancarrota de su país, a pesar del programa de reducción de la deuda. Para él, la corrupción generalizada y un sistema político en quiebra son los principales responsables de esa situación.
Giannis Glampedakis no participará en las próximas elecciones, que tendrán lugar e 6 de mayo: “Los partidos políticos no tienen los medios para poner fin a la crisis. Los políticos no se preocupan por el país, sino únicamente de sus propios intereses”. Muchos griegos han perdido la confianza en el Estado y una cierta comprensión se manifiesta con respecto a los evasores fiscales. “Ese dinero le hace falta al Estado, es cierto, pero la gente necesita cada centavo para vivir”, señala con amargura el joven estudiante.
El 6 de mayo tendrán lugar en Grecia elecciones parlamentarias anticipadas. Las encuestan predicen una dura batalla entre partidarios y opositores del programa de economía y estabilidad.
Los dos partidos tradicionales, los conservadores y los socialistas, están a favor. Los partidos de izquierda, los extremistas de derecha y los ultraconservadores se oponen.
El gobierno de transición, liderado por el experto financiero Lucas Papademos, prácticamente ha cumplido las obligaciones impuestas. La más importante, la de asegurar el paquete de rescate de 130 mil millones de euros concedido a Grecia.
El programa de ahorro aceptado por el Parlamento el 13 de febrero incluye la reducción de rentas y salarios hasta en un 20%. Por otra parte, cerca de 150.000 empleados estatales van a perder su puesto de trabajo de aquí a 2015.
La economía griega se desploma de forma continua desde hace más de cuatro años.
Solamente en 2011, la recesión alcanzó un récord del 7% del PIB.
La tasa de desempleo llega al 21% y hasta el 51,1% para los jóvenes de entre 15 y 24 años.
1.084 ciudadanos griegos emigraron a Suiza en 2011, incluyendo 183 estudiantes.
En 2011, había 434 estudiantes griegos en Suiza, lo que representa el 1,2% del total de estudiantes extranjeros.
3.400 suizos viven en Grecia, cifra con tendencia a la baja. La mayoría son ciudadanos con doble nacionalidad.
350.000 turistas suizos viajan cada año a Grecia.
(Traducción: Marcela Águila Rubín)
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