Sudán del Sur : «En Jamam mueren 9 niños por día»
A un año de su Independencia, la situación en Sudán del Sur es crítica. Médicos Sin Fronteras (MSF) alerta que las tasas de mortalidad en Jamam, uno de los campos de refugiados de la región del Alto Nilo, duplican el umbral de emergencia. Entre los desafíos: la aparición de casos de malaria.
La Agencia Suiza para la Cooperación y el Desarrollo (COSUDE) mantiene una Oficina de Programa en Juba desde 2006. Suiza participa en el desar-rollo de esta frágil región mediante acciones directas, apoyo a proyectos bilaterales, contribuciones multilaterales y el envío de expertos en comisión de servicios (“secondments”).
Junto con varias contrapartes de larga data, Suiza contribuye a los esfuerzos coordinados destinados a proporcionar agua potable, un mejor saneamiento y servicios básicos de salud a Sudán del Sur.
Las contrapartes de Suiza son, entre otras, MEDAIR, Médicos Sin Fronteras Suiza (MSF-CH), el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) y el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).
En entrevista desde Juba con swissinfo.ch, el costarricense Esteban Arriaga, coordinador de Proyectos en Maban, de Médicos sin Fronteras, trazó un panorama preocupante y reiteró el pedido desesperado de ‘equipo logístico’ para poder enfrentar desafíos urgentes como el traslado de decenas de miles de refugiados que podrían quedar bajo el agua.
swissinfo.ch: ¿Desde dónde llegan estos refugiados?
Esteban Arriaga: La gente que está afectada en estos campos viene de Sudán, huyendo de la guerra y de la inseguridad. En Jamam tenemos 33 mil personas y hay unas 10 mil que ya han sido reubicadas en otro campo cercano por el tema de las inundaciones. Probablemente en cualquier momento haya otro gran movimiento de refugiados que todavía no ha llegado.
swissinfo.ch: ¿Por qué la zona está tan afectada?
E.A.: Recién estamos empezando con la época de lluvias y las mayores precipitaciones se esperan para agosto. Pero estamos en una zona pantanosa.
Lo cierto es que en este contexto esperamos desafíos aún mayores porque tenemos un gran problema con falta de agua potable y al mismo tiempo tenemos mucha agua.
Desde que estamos acá, más del 65% de las muertes que hemos constatado son por deshidratación general debido a diarreas severas. Si pudiéramos mejorar o aumentar los suministros de agua potable la mayoría de las situaciones podrían prevenirse.
swissinfo.ch: ¿Ya llegan deshidratados a los campos?
E.A.: Sí. He tenido gente que ha estado en movimiento desde noviembre hasta llegar a Jamam. Meses caminando en condiciones terribles hasta cruzar la frontera.
Tenemos que ayudar a esas personas y el reto logístico es impresionante cuando van arribando porque el acceso es muy limitado, los servicios a veces no llegan a tiempo y son muy pocos.
Hemos organizado programas médicos, de higiene, de producción de agua, dado materiales esenciales (coberturas de lana, plástico, baldes), pero no alcanza.
swissinfo.ch: ¿Cómo es el clima en este momento?
E.A.: Si no está nublado durante el día puede llegar a hacer calor y en la noche la temperatura suele bajar. Pero la gente que está saludable y tiene medios para entrar en calor, lo puede resistir. No así quien no lo tiene: que pase la noche al descampado y mojada lo afecta directamente. Hemos visto una correlación directa entre lluvia e infecciones respiratorias al día siguiente.
swissinfo.ch: ¿De quiénes reciben ayuda?
E.A.: Con las otras organizaciones que están acá, como ACNUR, por ejemplo, tratamos de coordinarnos y colaborar. Todavía estamos en estado de emergencia y queda mucho por hacer.
Para ponerlo en contexto, en este momento aquí, en Jamam, mueren 9 niños por día.
swissinfo.ch: ¿Cómo es la convivencia dentro de los campos?
E.A.: En lo que respecta a nosotros, como organización médica internacional, la ayuda se aplica a todo quien lo necesite, sin discriminación. El principio de imparcialidad y neutralidad se aplica en todos los contextos y son la base que nos permite dar esta ayuda.
Y respecto de la gente, en todo momento lo que vemos es que son 33 mil personas y la convivencia es amena. Cuando hemos hecho distribuciones de materiales esenciales a las familias, siempre ha sido de una forma organizada y la gente ha respetado como se le ha dado. Hemos visto un ambiente de gran concordia en esa población lo que nos permite y facilita la tarea.
swissinfo.ch: ¿Hay solidaridad?
E.A.: Diría que sí. Hay muchos niños y mujeres y hasta ahora hemos podido trabajar relativamente en calma, aún con las circunstancias. Estamos felices de poder colaborar con esta comunidad.
swissinfo.ch: ¿Puede saber lo que pasa en las afueras de los campos de refugiados?
E.A.: Jamam en general es sumamente inaccesible. Yo camino fuera de la base, en medio del campo de refugiados, y todo lo que nos rodea son más refugiados. Esto nos permite tener una cercanía.
Este es un pueblo en su mayoría de refugiados oriundos de Sudán, que huyen de la violencia y de la guerra en busca de un lugar donde puedan sentirse más seguros. Tengo poco acceso a lo que sucede afuera.
swissinfo.ch: ¿Por qué cree que eligen emigrar a Sudán del Sur?
E.A.: En general vienen acá porque en este momento está en calma. He estado con gente que viene porque escuchó que parte de su familia había venido y llegaron siguiéndola. A veces parece una decisión bastante espontanea: van al lugar más cercano donde no hay conflicto.
swissinfo.ch: ¿Qué están pidiendo ustedes en lo inmediato?
E.A.: Estamos esperando una movilización más grande de recursos, pero sobre todo de equipos humanos. Con lo que tenemos no es suficiente todavía para de escapar de estos niveles de mortalidad que tenemos en Jamam. Además estamos previendo que para agosto, si no antes, este lugar va a estar bajo el agua.
Esto acarrea muchos otros problemas, como la malaria, que ya estamos viendo casos en los campamentos. Este escenario es espacio para que surjan otras enfermedades transmisibles y podría empeorar la situación aún más. También podría haber cólera y eso sería terrible.
Tenemos que poder reubicar a estas personas en otro lugar más seguro. Dentro de poco ya no van a poder desplazarse en camiones porque no hay caminos y no sé cómo haremos.
swissinfo.ch: ¿Cuánta gente tiene MSF en Jamam para asistir a 33 mil personas?
E.A.: Nuestro equipo aquí, con expatriados y regionales, es de 45 a 52 personas, entre los cuales hay logistas, administradores y doctores, una estructura que nos permite apoyar el servicio médico.
Como organización médica siento que nos hemos mantenido cerca de nuestros mandatos de servicios médicos. Ahora estamos tratando todos de responder al máximo para ayudar a mejorar la condición de esta gente.
Gobernanza: la COSUDE, a través de la Fondation Hirondelle, apoya la Radio Miraya. Es-ta estación de radio independiente, con su difusión diaria de noticias e información, sirve de medio de comunicación de referencia nacional.
En cuanto voz crítica de la sociedad civil emergente, Miraya contribuye a la creación de una nueva nación democrática, pacífica y estable.
Seguridad alimentaria y de los medios de subsistencia: Mediante el apoyo de la COSUDE, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) lleva a cabo un proyecto de “escuela de campo para agricultores” en Bahr el Ghazal del Norte, zona prioritaria de la COSUDE.
Este proyecto de la FAO lidera la introducción de un sistema de extensión integral destinado a apoyar a familias vulnerables de agricultores a fin de que sean más autosuficientes y, por consiguiente, dependan menos de la asistencia alimentaria de emergencia.
Servicios sociales básicos: Debido a la destrucción causada por la guerra civil, el nivel de infraestructura y servicios básicos en Sudán del Sur es uno de los más bajos del mundo.
El acceso a los servicios públicos básicos todavía es muy limitado o incluso está fuera del alcance de millones de personas. Los servicios públicos siguen dependiendo, en gran medida, de los organismos de ayuda humanitaria. La COSUDE lleva a cabo un proyecto hídrico, cuyo presupuesto es de CHF 5 millones, en el estado de Bahr el Ghazal del Norte. Junto con varias contrapartes de larga data, Suiza contribuye a los esfuerzos coordinados destinados a proporcionar agua potable, un mejor saneamiento y servicios básicos de salud a Sudán del Sur.
Las contrapartes de Suiza son, entre otras, MEDAIR, Médicos Sin Fronteras Suiza (MSF-CH), el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) y el Alto Comi-sionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).
Seguridad alimentaria y medios de subsistencia: La irregularidad de las lluvias, la gran afluencia de sudaneses del sur que regresan del Sudán septentrional, y los frecuentes desplazamientos debidos a la inseguridad que todavía reina en el país contribuyen a que la seguridad alimentaria en Sudán del Sur sea muy baja.
La COSUDE apoya el Programa Mundial de Alimentos (PAM), el mejor actor en términos de seguridad alimentaria, así como a ONGs internacionales tales como Action Against Hunger (ACF-USA), a suministrar asistencia alimentaria de emergencia y a apoyar la producción alimentaria local que lenta-mente va surgiendo con el objetivo de mejorar la seguridad alimentaria y la subsistencia en general.
Protección de los civiles: Sudán del Sur es uno de los países prioritarios para Suiza en cuanto se refiere a sus programas de protección.
Tras 50 de guerra, marcados por divi-siones políticas y étnicas y una larga tradición de violentos robos de ganado, a los que se suman los continuos enfrentamientos entre las milicias rebeldes y el nuevo ejército regular, la protección de civiles en el contexto posterior al conflicto constituye un reto permanente.
Varios organismos con un mandato específico de protección (CICR, ACNUR, UNICEF), así como la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCAH), reciben contribuciones de la COSUDE.
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