Un tercio de la biodiversidad suiza está amenazada
2010 es el Año Internacional de la Biodiversidad, “pero los objetivos fijados por los estados para su conservación están lejos de lograrse”, afirma Claude Martin, presidente de la feria ‘Natura’.
El evento, que concluye este domingo en Basilea, dedicó el congreso ‘Biodiversidad – nuestro futuro’ a debatir “las causas de la alarmante pérdida de la biodiversidad en el planeta”.
También en Suiza se han extinguido muchas plantas y animales. Según Pro Natura, un tercio de las variedades y especies existentes está amenazado y por ello su lista roja es una de las más grandes de Europa.
Pero los suizos no ven la merma de su propia biodiversidad. “Es que los cambios ocurren lentamente”, señala a swissinfo.ch Urs Tester, ponente de uno de los 30 talleres del congreso.
Tester, experto de Pro Natura, sostiene que la Confederación y los cantones no han dado a la conservación la importancia que merece y por ello no se ha podido frenar su disminución, pese al marco legal existente.
No obstante, persisten los vacíos legales. Por ejemplo, la fundación suiza Pro Specie Rara (PSR) ha lanzado la campaña ‘Variedad para todos’ para preservar unas 150 verduras y papas “amenazadas por la ley”.
“Una posible ilegalización de la práctica ‘Conservación a través del uso’ podría excluir del mercado interno el próximo año a muchas variedades apreciadas y tradicionales como la papa ‘Corne de Gatte’, advierte Bela Bartha, director de PSR.
Esta fundación, que rescató del olvido o la extinción a razas como la vaca friburguesa o la cabra del monte y cuyo trabajo preparatorio sirvió de base a programas nacionales de conservación, pondrá énfasis este año en el libre acceso a las semillas.
Monopolio peligroso
“La producción mundial de semilla de maíz, colza o soja está en manos de unas cinco multinacionales. La monopolización se agrava por barreras en el reconocimiento de nuevas variedades y el comercio de variedades tradicionales, y por la fiebre de patentes de los consorcios”, critica Bartha.
Estos, sostiene, intercambian patentes de tal manera que las pequeñas firmas son sistemáticamente excluidas del mercado. “Así controlan nuestra alimentación. Los precios de las semillas de alto rendimiento han subido enormemente en los últimos años, nosotros todavía podemos pagarlos, pero no los campesinos del Tercer Mundo”.
Biodiversidad: base del turismo natural
“Nuestras campañas se sirven de las variadas bellezas paisajísticas de Suiza”, dice Mila Trombitas, vicepresidenta de Suiza Turismo, que presenta al país alpino con el lema ‘Suiza – totalmente natural’.
“El turismo aprovecha la diversidad de especies, un atractivo que puede medirse: la Secretaria de Estado de la Economía (SECO) calcula el valor de los paisajes suizos para el turismo en 2,5 mil millones de francos”, precisa Trombitas.
Una naturaleza no deteriorada es el criterio más importante en la elección de un lugar de vacaciones y uno de cada tres suizos es un potencial turista amante de la naturaleza. Este segmento busca experiencias en una naturaleza intacta y realiza sus actividades sin dañarla, destaca Trombitas.
Doha, una nueva oportunidad
¿Qué ocurre en otras regiones del planeta? “La ONU dedica este año a la biodiversidad para alertar sobre la grave situación de la gran mayoría de especies y ecosistemas del planeta”, señala Juan Carlos Vásquez, representante en Basilea de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES).
La meta de la Cumbre sobre Desarrollo Sostenible (Johannesburgo, 2002) era reducir significativamente en 2010 la pérdida de biodiversidad. “Lamentablemente no se cumplió. Esperamos que en la Conferencia de la CITES (Doha, marzo 2010), la comunidad internacional vuelva a comprometerse”, agrega.
Vásquez, quien habló en la Feria Natura de las deficiencias y oportunidades del comercio para la biodiversidad, señala que las posibilidades “son enormes siempre que las sepamos aprovechar. Deficiencias hay muchas, el mundo urbanizado ha olvidado vincularse con la naturaleza de manera sostenible”.
Las empresas, explica, ocultan el origen de sus ingredientes en vez de exponerlos y utilizarlos como argumento de venta. “Necesitamos educar al consumidor para que aprenda a consumir de manera amigable con la naturaleza. Para eso hay que exponer la biodiversidad en supermercados y plazas, y no tener vergüenza ni miedo de utilizarla”.
Comercio: protector y no depredador
Desde 2002, el Ministerio suizo de Economía apoya el programa Bio Trade de la Conferencia de Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD) para ayudar a los países en desarrollo a usar mejor su biodiversidad y darle valor agregado con el comercio sostenible.
“El comercio tradicional puede influir negativamente en la biodiversidad, por ello se necesita un comercio sostenible con criterios sociales y ambientales”, sostiene Hans-Peter Egler, director de Promoción del Comercio de Seco.
En este proceso se debe involucrar a las poblaciones indígenas como guardianes de la biodiversidad y a ONG, de tal manera que todos participen y se comprometan, precisa Egler, quien participó en el taller ‘Algodón sostenible: ¿estrategia exitosa o utopía?’.
Un tema que toca a cada habitante del planeta. “Sólo la producción de algodón ocupa a más de 300 millones de personas, el 99% de ellas viven en pobreza extrema”, denuncia Walter Wagner, de WWF Suiza y otro participante del taller.
“El cultivo de algodón daña el ambiente y la salud de los campesinos porque emplea agua y sustancias químicas en grandes cantidades. Por cierto, ya se cultiva algodón biológico y de comercio equitativo, pero representa menos del 1% de la producción global”, explica Wagner.
La ‘Iniciativa por un mejor algodón’ busca producir un algodón sostenible. “El sistema, introducido por WWF y la firma Ikea, reduce ostensiblemente el empleo de agua y pesticidas, con lo que mejoran los ingresos y las condiciones de trabajo de los campesinos, como lo demuestran proyectos en India y Pakistán”.
La iniciativa, anuncia Wagner, se ampliará a países de África Occidental y Brasil. Y en el otoño 2010, el ‘mejor algodón’ estará en el mercado suizo.
Rosa Amelia Fierro, swissinfo.ch
Se celebra por quinto año consecutivo en Basilea, del 11 al 14 de febrero.
Incluye una feria, un festival y un congreso.
Cada año unas 40.000 personas visitan la feria.
Este año presenta por primera vez ‘Papiliorama live’, un invernadero lleno de mariposas y rodeado de una rica vegetación que permite al visitante acercarse a los bosques tropicales y a la variedad de especies.
Los niños pueden visitar ‘El arca de la biodiversidad’ , en el que grupos de jóvenes de Pro Natura presentan esculturas de plantas y animales de Suiza en peligro de extinción.
Durante la feria tiene lugar ‘FasziNatur’, el festival de cine dedicado al mundo de plantas, animales y otras maravillas de la naturaleza.
En el Musical Theater de Basilea se realizó el viernes la primera ‘Natur Gala’ con el desfile ‘Green fashion Switzerland’ y la entrega de premios a los participantes de ‘Jóvenes suizos filman… ¡animales silvestres!’.
Zúrich es este año huésped de la Feria Naturaleza y presenta una muestra de sus paisajes lacustres, bosques, montañas, parques naturales y todo aquello sostenible que ofrece este cantón.
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