Lukas Habersaat: Premiado en Bangkok
Trabajó para una multinacional familiar chino-tailandesa y posee un permiso de residencia permanente en Tailandia. Lukas Habersaat fue galardonado oficialmente por desarrollar un modelo de negocios pionero en el distrito de diversiones de Bangkok. Desde hace más de veinte años vive con su pareja en la capital tailandesa, donde pretende quedarse.
Para Lukas Habersaat, oriundo de la ciudad de Winterthur, su decisión de empezar una carrera profesional como cocinero fue fruto de la casualidad. Durante los primeros años de su actividad laboral en el sector de la gastronomía, se dedicó paralelamente al perfeccionamiento profesional. Primero realizó estudios comerciales y en el último lustro de los ochenta se tituló en turismo en la Escuela Hotelera de Lausana.
Le importaba mucho la adquisición y profundización de sus conocimientos de lenguas extranjeras. Perfeccionó su francés y su inglés. Para el uso cotidiano profesional aprendió, además, el italiano y el español. De esta manera, dio un paso más para irse al extranjero.
Vía Hong Kong a Bangkok
El hecho de que llegara a Hong Kong supuso para él, que en aquel entonces tenía 27 años, más bien un lance de fortuna. Allí conoció a un socio comercial neozelandés. En el Hotel ‘Mandarín Oriental’, de 1988 a 1992, ambos tuvieron que asumir tareas que suponían un gran desafío y que conllevaban una gran responsabilidad.
En 1992, esta vez de forma menos azarosa, le encomendaron establecer en Bangkok un hotel de tamaño mediano en el corazón del barrio de PatpongEnlace externo. Un gran conglomerado familiar chino-tailandés le hizo el encargo, una empresa con la que Habersaat ya había mantenido relaciones comerciales en Hong Kong.
Concepto innovador
El modelo de negocios estaba orientado hacia una clientela homosexual, que en aquella época todavía se encontraba bastante desatendida en Tailandia. Tanto los residentes extranjeros y expatriados como los turistas occidentales recurrieron al establecimiento que pronto se hizo famoso.
La tolerancia y la activa protección de los menores constituyeron el fundamento ético para el éxito del modelo. Se estableció un lugar de encuentro, una especie de plataforma, donde grupos de personas con las mismas sensibilidades podían intercambiar en una atmósfera distendida, más allá de cuestiones relacionadas con la orientación sexual, lo cual contribuyó simultánea y progresivamente a una buena mezcla entre la clientela.
Paralelamente, Habersaat acompañó y asesoró el establecimiento de restaurantes, haciéndose con la gestión de dos de ellos que desde entonces dirige por cuenta propia junto con su pareja tailandesa.
Esta relación sentimental asentada desde hace muchos años y que está registrada en Suiza como pareja de hecho, es la principal razón por la que Habersaat mantiene excelentes contactos, tanto en el ámbito privado como profesional, con la población local y el mundo de negocios tailandés.
Habersaat (56) dejó recientemente su puesto de director de hotel y se dedica a la gestión de su patrimonio inmobiliario. Renta apartamentos a huéspedes nacionales y extranjeros.
swissinfo.ch: Usted vive desde hace 24 años en Tailandia. ¿Cómo se adaptó a la vida de ese país y qué tal se encuentra hoy?
Lukas Habersaat: El hecho de que viviera antes en Hong Kong supuso una preparación ideal para la vida en Bangkok, porque de lo contrario, no creo que hubiese aguantado ni siquiera tres meses. Todo era más difícil, la magnitud de la metrópoli, el caos del tráfico, el sistema bancario, la ética laboral y el batiburrillo de idiomas.
Después me dediqué con mucha aplicación al aprendizaje de idiomas y a la organización del hotel. En lo sucesivo, el barrio me acogió bien y hoy me siento casi como si estuviese viviendo en un pueblo donde todo el mundo se conoce y se siente cómodo.
Aquí se encuentra mi familia, mis amigos tailandeses y extranjeros, mi trabajo; además, tengo el permiso de residencia. En la medida que la situación me lo permita, quiero seguir viviendo en Tailandia.
swissinfo.ch: Sorprende que usted sea capaz de hablar el tailandés de manera tan fluida y relajada, una lengua que para nosotros es difícil de aprender. ¿Cómo ha conseguido alcanzar este nivel? ¿Y qué significa para usted?
L.H.: Para lograrlo necesité varias tentativas. Después de tres meses de cursos intensivos, me quedé bastante desilusionado con mis modestos progresos en lectura y escritura.
Tras una pausa, la segunda y tercera tentativa fueron ya mucho más exitosas, porque en los intermedios pude perfeccionar el idioma practicándolo, además, me ayudó dejar de lado el objetivo de dominar también la escritura.
Ahora he conseguido conectar con la gente y su mundo a través del idioma. También ha prosperado mucho la relación con mis cerca de 50 empleados, y he logrado crear una buena sintonía. Si dominas la lengua y no te enfadas enseguida si las cosas no funcionan tal como nos lo imaginamos en Suiza, la gente está dispuesta a ayudarte y a colaborar.
swissinfo.ch: ¿Cómo gestiona sus medios de subsistencia y la previsión privada y profesional?
L.H.: Los medios de vida y la previsión mantienen, de hecho, una relación directa con los ingresos, los ahorros y con la reinversión del patrimonio acumulado. No hay un sistema de pensión como en Suiza. Por eso hay que plantearse la cuestión de la previsión en el ámbito estrictamente individual y privado, aunque también hay que incluir como sistemas de sustento tradicionales las redes familiares, sociales y privadas.
En Tailandia pago impuestos sobre la renta que son descontados directamente del salario declarado. He contratado aquí un seguro de enfermedad. La prima es muy inferior a la de Suiza y las prestaciones médicas son igual de buenas comparativamente.
Para mayor seguridad pago contribuciones al Seguro de Vejez y Supervivientes (AVS) en Suiza.
swissinfo.ch: ¿Sigue la política tailandesa? ¿Nos puede explicar qué repercusiones tiene sobre el turismo?
L.H.: Ningún actor político, ningún grupo de interés o partido cuestiona la importancia del turismo o pretende obstaculizar voluntariamente el desarrollo de los negocios. No obstante, son perjudiciales las convulsiones políticas y las luchas de poder.
Los huéspedes extranjeros no están en peligro si se mantienen al margen de las manifestaciones. En recomendaciones turísticas oficiales a veces se tiende de forma apresurada a desaconsejar los viajes a Tailandia.
swissinfo.ch: ¿Qué es lo que le fascina del país y de la gente?
L.H.: Bangkok experimenta un desarrollo y un cambio vertiginosos. En mi opinión, se han tomado, en las últimas dos décadas, decisiones acertadas, por ejemplo en materia de tráfico y transporte o ecología y contaminación atmosférica, que en conjunto han conducido a una mejora notable de la calidad de vida.
Me fascinan las posibilidades infinitas que ofrece esta grandísima metrópoli, que duplica el número de habitantes de Suiza.
En cuanto a mi oficio, la gastronomía, solo para citar un ejemplo, quisiera mencionar las cocinas callejeras móviles que preparan comidas de alta calidad por el precio de 50 bahts (cerca de 1,70 francos suizos). Gente con exigencias superiores que prefiere comer en un restaurante de lujo, puede llegar a pagar tranquilamente unos 5.000 bahts.
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Las opiniones de la persona entrevistada sobre los diversos temas abordados, así como sus comentarios sobre el país donde vive y sus políticas no necesariamente reflejan el punto de vista de swissinfo.ch.
Traducido del alemán por Antonio Suárez
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