Selina Thomas: Contagiada por el positivismo filipino
El tiempo es estupendo, la gente muy amable. Selina Thomas, de 33 años, disfruta la vida en Filipinas, aunque actualmente busca trabajo. Los nativos con buena formación son efectivamente una importante competencia. Su vida diaria no se ve afectada en lo más mínimo por la durísima política antidroga del presidente Rodrigo Duterte.
swissinfo.ch: ¿Por qué se marchó de Suiza?
Selina Thomas: La empresa destinó a mi marido a Filipinas y juntos decidimos dar este paso. Hace un tiempo vivimos dos años en Dubái, así que no fue nuestra primera estancia en el extranjero. Llegamos a Manila a principios de agosto de 2016.
swissinfo.ch: ¿Cómo fueron los primeros meses en el extranjero?
S.T.: Fueron emocionantes. Conocer otro país, otra cultura es un poco como estar de vacaciones. Aquí tenemos piscina, el tiempo suele ser bueno, pero está claro que al principio también nosotros sufrimos un choque cultural. Por ejemplo, ir de compras es muy difícil para impacientes. En una tienda donde venden carne apesta en todas partes, no hay carne de pollo, pero sí patas de pollo. Tampoco hay filetes de pescado, solo pescados enteros. Los tomates, cuando hay, están verdes y el brécol cuesta una fortuna. Es difícil conseguir comida fresca y sana. También tuvimos que acostumbrarnos al calor, el clima tórrido y húmedo es agotador.
swissinfo.ch: ¿Fue un viaje sin retorno o piensa regresar a Suiza un día?
S.T.: Todavía no es seguro, lo que está claro es que no nos quedaremos aquí toda la vida. Y como mi marido, Paul, es australiano, es posible que nuestra siguiente etapa sea trasladarnos a Australia – o volver a Suiza o vivir en otro lugar.
swissinfo.ch: ¿En qué trabaja ahora? ¿Cómo encontró ese trabajo y qué tal le va?
S.T.: En Suiza trabajaba en el sector de los recursos humanos en un banco extranjero. Ahora busco trabajo, pero no es tan fácil, porque solo tengo un permiso de residencia, no de trabajo. Además, aquí la gente tiene una buena formación y experiencia, mis competidores no se quedan atrás.
Para mantenerme ocupada estoy escribiendo un libro sobre el tiempo que pasé en Dubái, y también acepto encargos como autónoma. Ofrezco apoyo para la realización y gestión de proyectos en el sector de la gestión del cambio o ‘change management’ para pymes que no disponen de capacidad a nivel interno para adoptar tales medidas. De momento funciona muy bien, y me encanta ser mi propia jefa.
swissinfo.ch: ¿Dónde vive actualmente? ¿Cómo es la vida, la comida allí?
S.T.: Vivimos en Fort Bonifacio, Manila. Aquí la vida es muy diferente a la de Suiza. La gente es increíblemente amable, cordial y servicial. La cultura está fuertemente orientada a la familia. Siempre encuentran una razón para celebrar algo, y la hospitalidad aquí se escribe con mayúsculas. La gente tiene poco, pero lo poco que tiene lo comparte. Nosotros no estamos acostumbrados a eso.
Selina con su marido, Paul, australiano, en la Fiesta de la Cerveza en Filipinas.
Para la inmensa mayoría de la gente, la vida aquí no es fácil, y sin embargo está fuertemente influida por una actitud de base muy positiva que resulta contagiosa. Aquí uno empieza a tomarse la vida un poco menos en serio y a ocuparse de las cosas verdaderamente importantes. La gente tiene muchísima paciencia y aguanta bien los contratiempos.
Lástima que la cocina no sea tan especial como por ejemplo en Tailandia o Japón. Aquí es agridulce y salada, y se cocina con mucha grasa. Por lo general solo hay carne y arroz, y a la gente le encantan los platos precocinados y la comida rápida.
Yo intento, dentro de lo posible, cocinar cosas sanas en casa, pero no siempre es fácil, porque en los supermercados hay pocos alimentos frescos y son caros. Si hoy hay pepinos eso no quiere decir que los haya también mañana. Así es difícil planificar de verdad y tenemos que elaborar el menú para la cena allí mismo, en la tienda. Hay que ser flexible…
swissinfo.ch: ¿Qué resulta más atrativo en Filipìnas que en Suiza?
S.T.: Claramente, el tiempo y la increíble amabilidad de la gente.
swissinfo.ch: ¿Cuál es la diferencia principal entre Filipinas y Suiza?
S.T.: El tráfico. Aparte de los autobuses interurbanos y los ‘jeepneys’ no hay transporte público. Hay atascos por todas partes y es posible, por ejemplo, que para recorrer cuatro km se necesite una hora o más. Sería más rápido ir a pie, pero a menudo es imposible, porque justamente en el caso de citas de negocios no es ideal llegar bañado en sudor.
El país está enormemente superpoblado y la infraestructura no mantiene el ritmo del crecimiento demográfico, por eso hay colas en todas partes y para todo, como para sacar dinero. Nosotros no estamos acostumbrados a eso ni a la falta de conciencia medioambiental. Todos conducen coches baratísimos con diésel, todo se empaqueta en tres bolsas de plástico como mínimo, e incluso se ve a gente tirar por la ventana de un coche en marcha tazas de café de cartón del ‘takeaway’.
«Por desgracia hay que ponerse una mascarilla en algunas partes (¿la mayoría?) de Manila, si uno es un niño mimado criado en uno de los países más limpios del mundo», escribió Selina Thomas en este mensaje.
swissinfo.ch: ¿Cómo ve Suiza a distancia?
S.T.: Es increíble lo bien organizada y limpia que está Suiza. Sencillamente funciona todo, sin arbitrariedades. También vemos lo importante que es mantener la infraestructura y adaptarla a las correspondientes circunstancias, porque de lo contrario, tarde o temprano el sistema se derrumba.
¡Suiza es un país impresionante! Pero por desgracia, la mayoría de la gente está sometida a una tremenda presión de rendimiento, lo que no favorece precisamente una convivencia agradable. Rige la mentalidad de “primero yo”.
swissinfo.ch: ¿Cómo está la situación política en Filipinas, sobre todo con el nuevo presidente Rodrigo Duterte? ¿Se nota algo de su guerra antidroga en la vida cotidiana?
S.T.: Aquí donde vivimos no notamos nada en absoluto, pero todo el mundo sabe que lo mejor que puede hacer es mantenerse alejado de las drogas.
swissinfo.ch: ¿Se interesa por la política en su país de residencia?
S.T.: Intento informarme, pero es difícil, porque aquí la prensa no es especialmente libre y los medios occidentales tampoco informan objetivamente sobre Duterte. Yo no sabía que los medios occidentales cuentan tantas tonterías como los demás. Es verdaderamente increíble ver los bulos que divulgan sobre Duterte.
Tampoco tengo claro por qué le presentan como un monstruo ni por qué nadie habla de las cosas positivas que hace (por ejemplo, su lucha contra la corrupción, su compromiso para implantar el control de natalidad (hasta el año pasado, aquí los anticonceptivos eran pecado), su plan de mejorar la situación del tráfico, etc.).
Es un tema muy delicado, lo sé, pero lo cierto es que cuenta con un enorme apoyo popular en Filipinas.
swissinfo.ch: ¿Participa en comicios suizos?
S.T.: Sí.
swissinfo.ch: ¿Qué es lo que más echa de menos de Suiza?
S.T.: El aire no contaminado, poder beber agua del grifo, la comida sana, el transporte público y naturalmente mi familia y mis amigos.
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Las opiniones de la persona entrevistada sobre los diversos temas abordados, así como sus comentarios sobre el país donde vive y sus políticas no necesariamente reflejan el punto de vista de swissinfo.ch.
Traducción del aleman: Raquel Ruíz
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