Conciliar familia y carrera requiere un gran esfuerzo de organización
Con un título en economía y una maestría en iniciativa empresarial, la suiza Claudine Esseiva (42) tiene una década de experiencia en gestión. Diputada, madre de un hijo de 6 años, concilia los distintos compromisos mediante una buena organización con su marido.
“Siempre tuve claro que quería seguir trabajando, porque considero muy importante la independencia financiera y el hecho de que haya pie de igualdad en una pareja que comparte la vida”, explica esta friburguesa que codirigió la filial suiza del Grupo Ingenico y cofundó macmac media SA.
Desde 2011 es consultora de la agencia de relaciones públicas furrerhugi en Berna, de la que se convirtió en socia.
Claudine Esseiva también es políticamente activa: desde 2017, la liberal radical ocupa una curul en el parlamento de la ciudad de Berna. Militante de la igualdad de género, preside la asociación BPW Suiza (Mujeres Empresarias y Profesionales).
No siempre es fácil manejar las labores fuera y dentro del hogar, reconoce. “Mi marido y yo nos preocupamos de cuidar por igual de nuestro hijo”. Milan asistió al jardín de infancia y ahora al preescolar. La pareja Esseiva también recibe apoyo de sus familiares.
“Tenemos que hacer un gran esfuerzo organizativo”, señala y explica Claudine Esseiva. Añade que ella y su marido hablaron mucho antes de fundar la familia. En la mayoría de los casos, sin embargo, las parejas no lo discuten lo suficiente y eligen el camino más fácil: la mujer cuida de los niños y reduce el tiempo de trabajo al 40-50%, mientras que el hombre sigue trabajando a tiempo completo, señala. “Ese sigue siendo el modelo dominante en Suiza”.
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