Las escuelas suizas mantienen sus campamentos de esquí
En Suiza, cada niño o niña debería pasar en la nieve una semana de su vida escolar, como mínimo. Eso es lo que dice la tradición, no la ley. Una tradición que sigue muy viva y así seguirá estándolo, mientras haya nieve y el país ame su deporte nacional.
“Hoy ya no se habla de campamentos de ‘esquí’ sino de campamentos de ‘deportes de nieve’”, dice Tobias Fankhauser, de la Oficina Federal del Deporte (OFSPOEnlace externo). La mayoría de estas excursiones escolares a la montaña también incluyen la práctica del snowboard, el esquí de fondo e incluso el salto de esquí.
Pero la base sigue siendo la misma: cinco días lejos del formalismo reglado de las clases, durante los cuales profesorado y alumnado tienen la oportunidad de descubrirse bajo una nueva luz. Para la OFSPO, estos campamentos “permiten a los jóvenes vivir una experiencia positiva para su socialización y desarrollo”. Por lo general, los niños y las niñas guardan un buen recuerdo: amistades que se fortalecen, el barullo y las risas en los dormitorios y la emoción de las noches entre chicos y chicas.
En el plano deportivo el resultado global también es positivo. En cinco días de inmersión total (sin padres que los protejan en exceso y bajo el escrutinio constante de toda la clase) los alumnos pueden hacer un progreso asombroso. Todo esto supone un beneficio para las familias, que después pasarán los domingos en las pistas.
Mantener el vínculo con la montaña
“En Suiza la tradición de los campamentos de invierno se remonta a la Segunda Guerra Mundial”, explica Grégory QuinEnlace externo, profesor e investigador del Instituto de Ciencias del Deporte de la Universidad de Lausana.
“Se crearon para llenar los hoteles, a los que habían dejado de llegar turistas extranjeros. Y la idea sigue siendo un poco esa. Porque en términos de motricidad o salud, los deportes de nieve no aportan nada diferente a las actividades educativas habituales. El interés es, más bien, conservar el vínculo entre la población suiza y sus montañas”.
Un interés que se mantiene desde hace más de 70 años. Hoy en día, casi todos los alumnos suizos, al menos una vez durante su escolarización obligatoria, van o irán a colonias en la nieve, aunque no existe ninguna ley que obligue a sus escuelas a hacerlo.
Ligero descenso
¿Significa esto que educar en torno a los deportes de nieve está en los genes de las escuelas suizas tanto como la historia o las lenguas nacionales? No es seguro. En los últimos años se ha producido un ligero descenso. La OFSPO, que contribuye a financiar los campamentos a través del programa federal de incentivos Jeunesse+SportEnlace externo, realiza estadísticas nacionales desde 2005. En 13 años el número de campamentos ha pasado de 2 585 a 2 368. No es realmente una caída, pero esa es la tendencia.
Ligera bajada, pero sin caída. Y, tras algunos años, mejoras.
En palabras de Tobias Fankhauser, portavoz de la Oficina Federal, hay varias explicaciones posibles. “Está la evolución demográfica [cada vez hay menos niños], la falta de nieve, especialmente en las estaciones bajas cercanas a las grandes ciudades, pero también está el hecho de que los deportes de nieve no son una prioridad para las familias de origen inmigrante”.
A lo que hay que añadir las exigencias de seguridad y vigilancia que algunos maestros y directores de escuelas ya no quieren asumir. Por no hablar de los miedos de los padres. “La gente teme dejar que sus hijos duerman fuera, con otros problemas que podrían surgir. Y no lo ocultemos: cada vez es más caro”, indica Vincent Ebenegger, responsable de deporte y salud escolar del cantón del Valais.
El quid de la cuestión
Las colonias en la nieve rara vez son gratis. Pocas escuelas llegan a cubrir los gastos con su presupuesto ordinario. A menudo, en el mercado o en los pasillos de los centros comerciales nos encontramos con alumnos que venden pasteles, baratijas o rifas para ayudar a financiar su campamento. Y las escuelas también piden a los padres que participen con cantidades que van desde unos cuantos francos hasta más de 300, a veces.
Demasiado para el Tribunal Federal, que en diciembre de 2017 adoptó una sentenciaEnlace externo que ha tenido gran eco. En respuesta a la petición de cuatro padres del cantón de Turgovia (que no hacían referencia a los campamentos de esquí, sino a todas las actividades escolares de pago), los jueces del Tribunal Supremo sentenciaron que, durante un campamento, la escuela solo puede cobrar a los padres lo que les costaría la comida de sus hijos si estuvieran en casa (entre 50 y 80 francos a la semana, dependiendo de la edad).
El pánico cundió inmediatamente. Sobre todo en los medios de comunicación, que temieron que la sentencia fuera la puntilla para los campamentos en la nieve en todos los cantones suizos.
En la práctica, la OFSPO no ha observado tal cosa. “Al contrario, en los años 2018 y 2019 se han organizado más campamentos que en 2017”, señala Tobias Fankhauser. ¿Habría habido más sin la sentencia del Tribunal Federal? El portavoz admite con cautela que sobre este tema “solo se puede especular”.
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Cuando el esquí suizo estaba en lo más alto
La Confederación al rescate
Ello no quita para que la práctica de los deportes de nieve en Suiza, aunque siga siendo muy popular, continúe disminuyendo lentamente. Un poco como ha ocurrido con los deportistas suizos en la Copa del Mundo de esquí.
“El esquí se ha convertido en un deporte de lujo, ahora somos conscientes de ello, pero deberíamos haberlo visto hace veinte años. A una familia le puede costar más pasar un día en una gran estación de esquí, como Verbier, que estar tres días al sol en Oporto o Grecia”, destaca el historiador del deporte Grégory Quin.
Aunque le guste su campamento de esquí, el niño preferirá Verbier, u otro destino de nieve. A partir de 2014, la Confederación (junto con la plataforma GoSnowEnlace externo) ha puesto en marcha una iniciativa a favor de los deportes de invierno, que permite que las escuelas encuentren el alojamiento y los remontes más ventajosos para organizar un campamento.
Al comienzo del curso escolar 2019, la nueva ministra de Defensa y Deportes, Viola Amherd, oriunda del Valais, anunció que a partir de ahora (para las colonias en la nieve) su departamento asignará a las escuelas 12 francos por alumno y día, en lugar de los 7, 60 francos actuales.
Vincent Ebenegger, el responsable de deportes escolares en el Valais, no puede evitar verlo como una señal. “El hecho de que, a nivel suizo, exista una iniciativa como GoSnow demuestra que existe un problema con los campamentos en la nieve. Y si aumentamos la participación federal, tampoco es porque sí… ”.
Traducción del francés: Lupe Calvo
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